La
primera vez que visité Berlín me sorprendió por la modernidad de su
arquitectura, por su transporte modélico, la calma de sus calles, la
multiculturalidad de sus barrios, la imponente exhibición de sus museos, la enorme
extensión de espacios verdes dentro de la ciudad y la corta distancia en la que
se encuentran grandes lagos y bosques. Ahora, 15 años después, aunque me sigue estremeciendo
pensar en la división de la ciudad y sus habitantes durante la temible época
del muro, por suerte cada vez más lejana, pienso que mantiene las mismas
características que he citado, o más bien han mejorado. Durante toda nuestra
estancia, días del pasado mes de mayo, disfrutamos mucho de esta ciudad, según
nuestros gustos, acompañados siempre por un sensacional clima primaveral casi
veraniego. Además, coincidimos en esos días con una de las ferias de vinos más
importantes, la RAW Wine, versión Berlín, celebrada en Markthalle Neun, un bonito
mercado construido a finales del XIX.
Os
relato nuestro particular recorrido en cuanto a bares y locales especializados
en vinos naturales.
Inaugurada
en 2014 en el barrio de Prenzlauer Ber, situado en la zona de lo que sería la
antigua RDA. Se trata de una pizzería, sí, pero con horno tradicional, y
trabajan con masa fresca que dejan reposar más de 24 horas. Las pizzas son de
estilo napolitano, la salamissima que
pedí, algo picante, me gustó. Acompañó bien el Rosé 2016 de Gut
Oggau, mezcla de variedades zweigelt y rösler. Además de los vinos
naturales de esta bodega austriaca disponen también, entre algunos otros, de
los de Christian Tschida.
Entre la transitada estación de Kottbusser Tor y
Oranienplatz, en una tranquila calle del barrio de Kreuzberg, Dresdener
Strasse, se encuentra este bar de vinos que es el más antiguo de la ciudad. Lo
regenta Andreas Rink, nieto de Otto Rink, de ahí el nombre del local.
Velas
en las mesas, luz tenue, bonito bar con numerosas botellas expuestas del
Palatinado, región nativa del propietario. Ofrecen varios vinos por copas que
si quieres te los dan a probar previamente para asegurarte de tu elección. Nosotros
optamos por unas copas de Müller-Thurgau 2016 de Weingut
Schmitt en magnum, delicioso, y también una botella que deseaba beber,
creo que la última que les quedaba, y que muy amablemente me buscó Andreas: GinTonic
2015 de Milan Nestarec, el elaborador checo. Estoy de acuerdo con el
autor de este vino, this is my GinTonic! Tremendo y elegante sauvignon blanc en
contacto con las pieles. Creo que mi favorita entre sus cuvées. Para comer,
platos sencillos pero bien gustosos: una selección de quesos, ensalada de
espárragos y plato de roast beef en su punto perfecto. Estuvimos muy a gusto
cenando en este lugar.
Está
también en Kreuzberg, frente a un canal que me encanta bordear paseando,
Landwehrkanal. Dirigiendo este restaurante se encuentra uno de los creadores de
Industry Standard, famoso restaurante en el barrio de Neukölln cerrado hace pocos
meses; de los mismos fundadores era Wild Things, otro bar de vinos naturales, cerrado
recientemente, aunque éste sí tuvimos la oportunidad de visitarlo en las fechas
de nuestro viaje en la segunda mitad del pasado mayo.
Wagner
Cocktail Bistro posee una buena terraza en la entrada, y en la fachada de la
puerta destaca un luminoso letrero de neón estilo vintage con el nombre del
local.
No llegamos a probar los cocteles pero
disfrutamos con la cena, platitos frescos, como por ejemplo el de salmón
curado, colinabo y rábano picante. Una botella del Sekt Rosé de Strohmeier,
degüelle enero del 18, completó muy satisfactoriamente nuestra visita a este
restaurante.
Localizado
en el barrio de Mitte. Restaurante fundado a finales del 2013, debe su nombre a
una famosa victoria futbolística de la selección austriaca contra la alemana en
el mundial de Argentina en 1978, en la ciudad de Córdoba. Como curiosidad, si
acudes al lavabo, podrás escuchar el audio del partido y fácilmente oirás
cantar el gol de la victoria.
Platitos
y vinos austriacos y alemanes. También ofrecen algunos platos principales, nos
pareció estupendo el de pollo (poussin, morels and bread beals), no tanto el de
cerdo (pork from Potsdamer Sauenhain). El vino elegido, el fresco cabernet
franc de Christian Tschida, Sonja 2016, muy bebible, era lo que
buscaba.
De
nombre Drink naked cuando yo lo visité, al poco tiempo cambió su nombre por el
de Rocket Wine Berlin. Se trata de una tienda de vinos que ocupa un pequeño
local en el barrio de Mitte. Tienda y Tasting room, donde probamos por ejemplo
un vino del Mosela verdaderamente fresco y diferente, riesling en su mayoría, y
que desconocía hasta entonces: Little Bastard, cosecha 2017,
elaborado por Jan Mattias Klein.
Jeff,
de origen canadiense y propietario del lugar, nos aconsejó alguna dirección de
interés para visitar. Muy amablemente también se prestó a guardarnos, hasta el
día previo a mi vuelta, la última botella que le quedaba del Brutal
de Alex
Prüfer, vigneron de origen alemán establecido en Languedoc, domaine Le
Temps des Cerises. No disponía de nevera en la habitación del hotel y
quería llevármela para casa. Ya bebida en la fecha en que escribo estas líneas,
se trata, como esperaba, de una cinsault realmente deliciosa.
Weinhandlung
es la palabra en alemán equivalente a tienda de vinos. Viniculture se localiza
en Charlottenburg y ofrece una importante selección de vinos naturales
españoles, por supuesto también alemanes, austriacos y franceses, entre otros.
Se trata de un buen sitio para comprar y cargar la maleta.
Bar de vinos naturales situado en Neukölln, a un
paso de Landwehrkanal, mi canal preferido, muy cerca del Wagner Cocktail Bistro
que he mencionado anteriormente. Su propietario, Pablo, español establecido en
Berlín desde hace varios años, lo inauguró en septiembre de 2017. Me alegra
mucho su decisión, vale la pena visitar su bar, un lugar muy agradable. Ofrecen
distintos vinos por copas, especialmente españoles. Y para comer o picar:
tortilla española, morcilla ibérica, salmorejo, conservas gallegas, quesos
españoles, franceses y alemanes, ensaladas y otros platos, como lomo a la sal, y
también algunas especialidades alemanas o de otros países.
En
nuestro caso, a modo de aperitivo, disfrutamos con un plato de jamón ibérico y
unas copas del ancestral La Traviesa L2016, varietal
vijiriega, de Barranco Oscuro, Granada. Aparte de los vinos de Manuel y
Lorenzo Valenzuela, encontraremos aquí botellas de Esencia Rural, La
Microbodega del Alumbro, Bodega Patio, Viña Enebro, Sexto Elemento... Y también
de Patrick Bouju, Tricot, Jean-Pierre Robinot, Laurent Barth, Jean Ginglinger, Julien
Meyer... Hay que volver.
Se
nota que tuvieron tiempos mejores y muy buenos, nosotros pudimos visitar este
bar de vinos pero estando ya en sus últimos días en activo. Aún así disfrutamos
del momento, con unas copas del Riesling 2016 de Weingut
Schmitt, de la zona de Rheinhessen. Vino que elegimos entre las diez
opciones ofrecidas. Picamos algún platito para acompañar. Es una lástima cuando
cierran un bar que ofrece esta filosofía, la del vino natural, precisamente en
una zona muy en boga, la del barrio de Neukölln, donde han abierto varios bares
de vinos naturales. Brindemos por Wild Things.
Abierto desde agosto de
2017. Comimos en este pub restaurante localizado en Kreuzberg, siguiendo una buena
recomendación de Jeff (Rocket Wine). Según he leído, el propietario es el chef
de origen australiano Lee Thompson. Comida sin pretensiones, sencilla pero
sabrosa, muy apetecible, como por ejemplo el sándwich de bacon, mejor dicho
bacon bap. Muy bien atendidos por el sommelier Victor Hausladen, le comenté que
para beber deseaba algún vino austriaco
o alemán; entre los ofrecidos, el elegido, Sylvaner 2015 de Stefan
Vetter, de Franconia, fue un acierto. Comimos en la terraza, junto a la
puerta, en un hermoso día luminoso y primaveral, casi veraniego.
En Motif Wine creo que encontré mi lugar en
Berlín; rodeado de vinilos, buena música, fantásticos vinos y buen rollo.
También presentan una programación de conciertos en directo y sesiones de DJ. Se
localiza en Neukölln, el barrio de moda. Óscar, de origen mejicano y
establecido en Berlín desde hace unos años, es su propietario y responsable. No
es su primer proyecto en el que el vino natural sea el protagonista, pero en este
caso la mezcla con la música, otra de sus pasiones, suma una proposición muy
atrayente.
Teníamos mesa para cenar
en Jaja, así que a modo de aperitivo probamos un par de copas y planeamos
volver a los pocos días. Pet nat Revolution L01/17 de Johannes
Zillinger, gruner veltliner y riesling,
nos encantó. El segundo vino lo hemos bebido en varias ocasiones, Fledermaus
2017, silvaner y müller-thurgau de 2Naturkinder, la bodega de Melanie Drese y
Michael Völker, en Franconia.
En
nuestra segunda visita, sábado tarde noche, disfrutamos junto a una tabla de
quesos de una serie de vinos fantásticos: Bat-Nat 2016, delicioso pet nat de
2Naturkinder, éste sí que no lo había probado hasta ahora, schwarzriesling (meunier); Tout pète, otro pet nat, del domaine les Dolomies, Céline
& Steve Gormally, en Jura; Restrited, un vino de Dom
Bliskowice, vino natural polaco, que había catado esa misma semana en
la RAW Wine Berlín, un riesling fresco que me sorprendió; The Artist formely known as Peach,
L16, como jugo de melocotón fermentado, cabernet sauvignon y syrah elaborado
por Anders
Frederik Steen, Ardèche; y finalizamos con unas copas del Magnum
Riesling 2016 de Bianka & Daniel Schmitt, Weingut
Schmitt, Rheinhessen, una de las bodegas estrella descubiertas en este
viaje. La selección de vinos de Óscar es extraordinaria.
Acudí
a esta tienda de vinos y tasting room gracias al consejo de mi amigo Karl, importador
de vinos y elaborador de las mejores sidras que he probado. Aún no llegan a
España, pero sí a Dinamarca, Alemania, EEUU y, entre otros países, a su lugar
de origen, Suecia. Fruktstereo es su marca, pueden tomar nota si lo desean.
Dirección
que tenía apuntada como imprescindible y que no me defraudó en absoluto; de
hecho, aprovechando que abrían en domingo, elegimos cenar de nuevo aquí a los
pocos días de nuestra primera visita para despedirnos de la ciudad a nuestro
gusto. Se localiza también en Neukölln, muy cerca de Motif Wine, en una calle perpendicular
a la de la tienda (Weserstrasse es la calle de Motif Wein y Weichselstrasse la
de Jaja).
Juilia Giese y Etienne Dodet, pareja
franco-alemana, se trasladaron desde París inaugurando este restaurante bar de
vinos en 2016.
Ofrecen algunos vinos
por copas, nosotros elegimos Kleine Heimat 2016, silvaner de 2Naturkinder,
siempre un acierto, y Holy Chapel 2016, pinot blanc de los
hermanos Daniel & Jonas, Weingut Brand, Pfalz (Palatinado),
otra de las bodegas que me encantó de entre las probadas en la RAW Wine Berlín
celebrada pocos días antes.
No
faltó una botella a la que le eché el ojo de entre las numerosas mostradas en
las estanterías, no hay carta de vinos, en este caso francesa, Le
Pinot Ctambule de Tony Bonard, una pinot noir cosecha
del 2015
dotada de una bellísima acidez y que acompañamos con el sabroso plato de Beef tartare, oyster sauce and parmesan.
En
nuestra segunda visita a este restaurante comenzamos con las dos últimas copas
que disponían de una garnacha del sur de Francia, Collectif Anonyme; también una copa de Rot 2016 de Weingut Schmitt, perfecta para
acompañar el platito de Chicken livers
and morels on toast, y una botella especial para el resto de la cena, Blaue
Libelle (Libélula Azúl) Sauvignon Blanc 2016 de
Andreas Tscheppe.
Creo
que sumando ambas visitas probamos casi todos los platitos de su carta, todos
frescos y ricos, como la Mozzarella de búfala con fresas y guisantes.
En el restaurante se escucha alemán, pero es
fácil comunicarse en francés, inglés e incluso en español; Yailen Muñoz Díaz, la chef
responsable de elaborar los platos que combinan tan bien con este tipo de
vinos, es de origen cubano. Muy buen fichaje.
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Hay varios puntos
característicos que componen la imagen de la ciudad: Alexanderplatz y su torre;
el edificio del Reichstag (recomiendo la visita a su cúpula, diseñada por
Norman Foster); la Puerta de Brandeburgo; Potsdamer Platz; el río Spree, su disposición embellece aún más la ciudad, facilitando los paseos, bien bordeándolo o navegándolo; la Isla de los
Museos, donde sigue impresionándome la Puerta de Ishtar y también la Puerta del
Mercado de Mileto, ambas en Pergamon Museum; la belleza de Nefertiti, exhibida
en Neues Museum; otros museos, como la Gemäldegalerie, Museo Berggruen y
Sammlung Scharf-Gerstenberg (a estos dos últimos más pequeños recomiendo no
perderse su visita); los restos del espeluznante muro, convertido ahora en la East
Side Gallery; la visión impactante de la Kaiser-Wilhem-Gdächtniskirche, iglesia
semiderruida y conservada sin restaurar para recordar las consecuencias de la
guerra...
Otro símbolo propio de la ciudad puede ser la simpática figura del Ampelmännchen,
o los numerosos Osos Buddy dispuestos por algunas plazas y calles.
Típicas
son las salchichas alemanas, y entre ellas la currywurst, muy habitual en los
puestos callejeros. Hablando de comida rápida, barata y muy calorífica, también
gozan de gran popularidad los Döner Kebab (Tadim, junto a Kottbusser Tor, y el
Imren Grill de Boppstrasse 10, ambos en Kreuzberg, fueron los locales que yo
visité; en ellos podéis pedir también los lahmacuns, pizza turca).
Pasamos unos felices días en Berlín.
¡Hasta
la próxima!
Vicente
© elvinoquebebo.com
Pergamon Museum
Museo Berggruen
Sammlung Scharf-Gerstenberg
Gemäldegalerie
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