Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

martes, 12 de julio de 2016

CA' PEPICO, para disfrutar una y otra vez



Sin necesidad de cruzar los Pirineos, en diversos puntos de la geografía española, me llama la atención una serie de restaurantes que destacan sobradamente por la cuidada e inigualable selección de vinos que ofrecen, primando la calidad sobre la cantidad y donde además es posible comer muy bien. Lugares que llevan tiempo trabajando con ganas. No están premiados con estrellas Michelin ni galardones similares, ni falta que les hace.

De forma rápida me viene a la mente, Villa Mas en Sant Feliú de Guíxols, Bodega Cigaleña en Santander, Taberna Laredo en Madrid o Taberna der Guerrita en Sanlúcar de Barrameda. En esta lista personal en la que muy probablemente coincida con otros muchos aficionados al vino, se podrían añadir otros más, seguro, pero uno que se encuentra claramente entre mis preferidos es Ca Pepico, el bonito restaurante de Pepe Ferrer y su hermana Ana. Localizado al norte de la ciudad de Valencia, en Meliana, en concreto en el Barri de Roca, en medio de la huerta y ocupando una antigua casa de pueblo, un restaurante con historia.

De estética muy agradable, colores blancos y azules, sensaciones mediterráneas, calidez. Mesas amplias, comodidad. Personal atento, profesional, amable, respetuoso. Cocina casera, sencilla, con productos siempre de temporada, de su entorno, platos tradicionales de la zona, de elaboración cuidadosa, respetando la calidad de la materia prima. 

Excelentes en nuestra última visita los calamares con habitas y ajetes tiernos y el plato de tacos de mero. En esta casa, además de pescados y carnes destacan los arroces y muchos platos a compartir como entrantes: clóchinas, tellinas, navajas, esgarraet, alcachofas, croquetas... Ahora en verano, deberíais probar el tomate valenciano en ensalada, carnoso y riquísimo. No nos olvidemos de los postres.

Pasión por el producto y pasión por el vino.

Desde mi primera visita, hace unos años, maravillosos vinos han pasado por mis manos, y mi hígado, vinos de Emmanuel Lassaigne, Overnoy-Houillon, Ganevat, Selosse... de cualquier zona vinícola y por supuesto de Jerez, Pep siempre ha sido un enamorado de estos vinos.


La bodega del restaurante está en permanente movimiento. La selección de champagnes de pequeño productor me impresiona (Pierre Peters, Benoit Lahaye, Marguet, Marie Courtin, Emmanuel Brochet, Léclapart, Prévost, Vincent Charlot-Tanneux...), siempre cuenta con los mejores Jura, una muestra de Borgoña, Loira, rieslings alemanes, pequeñas producciones y botellas a veces difíciles de encontrar que son buscadas por cualquier buen aficionado, las novedades de zonas más cercanas tampoco faltan. Una recopilación de vinos apasionante. Y por si fuera poco, los precios son ajustadísimos, en alguna ocasión incluso mejor que en tiendas especializadas.

Si se tienen dudas a la hora de decidir hay que preguntar a Pep, encontrará lo que te gusta o te hará descubrir otros vinos, tal vez una nueva visión, un nuevo camino. Es cierto que tenemos gustos afines, y una inagotable curiosidad, a veces pienso que me lee el pensamiento cuando hablamos de vinos.

En nuestra última visita, hará apenas un par de semanas, empezamos el aperitivo con unas copas de los vinos mostrados en la fotografía de cabecera. Aperitivo a base de tomate rallado, aceite de oliva virgen extra y suave allioli. Mientras, elegíamos los platos y las botellas. Optamos por una botella de savagnin ouillé de Overnoy-Houillon (en muy pocos sitios de España pueden disponer de estos vinos) y otra de Clos Rougeard Les Poyeux (casi imposible de encontrar hoy en día en restaurantes y tiendas a lo largo de todo el Valle del Loira, yo no lo logré). Deliciosos ambos, sublimes. Aun siendo difícil continuar con este nivel, unas copas de La Bota de Amontillado nº 49 Bota "A.R." del Equipo Navazos nos hizo casi levitar. Hubo más copas de otros vinos, hablo de un restaurante para disfrutar.




Os daréis cuenta de mi entusiasmo al hablar de este lugar que describo aquí, creo que por primera vez, pero apuesto que me entenderéis al nombrar los vinos bebidos, vinos que me recuerdan los buenos momentos. El vino siempre es para recordar, nunca para olvidar.

Ca' Pepico, como los otros restaurantes que he nombrado al principio, es uno de esos lugares de peregrinaje donde acudir los amantes del vino. Cada vez que salgo de este restaurante ya estoy pensando en cuándo volver.

Pep Ferrer dispone también de una tienda de vinos en Montcada, población cercana. Su nombre, Mesquevins. Sus vecinos pueden tener la seguridad y la suerte de beber muy bien.

Hasta una próxima visita.

Vicente