A
una hora de París en tren, no hay excusa para no visitar Orléans. Al dar un paseo
por esta ciudad nos damos cuenta de su encanto. Solo por contemplar su
imponente catedral, la Catedral de Sainte Croix, ya vale la pena el viaje.
Nosotros tenemos ahora otro motivo más para volver: disfrutar en Les Becs à Vin.
Conocemos muchos bares de vinos, pero Les Becs à Vin es ya uno de los que más nos gustan. Situado en el centro de la ciudad, en
la Place du Châtelet, en el nº 8, es un lugar que cumple con todos nuestros
deseos, platos sencillos y sabrosos, una amplia selección de vinos elaborados
bajo el respeto a la naturaleza y hacia el consumidor, y un ambiente acogedor, simpático,
muy agradable. Estuvimos muy bien atendidos por Romain, Lorraine y Guillaume, alternativamente.
Además
de con sed, llegamos con hambre, así que elegimos algunos platos: Petits
anchois marinés; Assiette de Serrano; Soupe de lentilles corail, légumes et
coco; Quiche lorraine y finalmente algunos postres. Todo muy apetitoso, estilo
bistrot.
En
cuanto a los vinos, la carta es muy visual, solo hay que mirar las decenas y
decenas de botellas vacías que hay expuestas con sus precios en las diversas
estanterías. La selección no tiene desperdicio. Tienen unas 200 referencias. También
ofrecen varios vinos a copas y la posibilidad de comprar las botellas para
llevar a un precio menor.
Estando en una ciudad ligada al río Loira y a su
región, seguimos centrándonos en sus vinos empezando con algunas copas. No se
os ocurra pedir Coca Cola, este es un lugar de productos sanos y no venden
veneno, solo autenticidad.
O. Lemasson Le Puits
2014 Vin de France
Nariz expresiva, boca
franca, directa. Sauvignon que elabora Olivier Lemasson (Les Vins Contés) a
pocos kilómetros al este de Tours. Fruta blanca y exótica, ideal como aperitivo,
tiene acidez, hace salivar. Fácil y agradable de beber.
P. Potaire Les Capriades
Piége à filles 2014 Vin de France
Pétillant
Naturel rosé. Mayoritariamente gamay. Sin adición de azúcar, tampoco de sulfuroso.
Su azúcar residual, nos avisan que es un demi-sec, no molesta en absoluto, al
contrario, ayuda a disfrutarlo. Elaborado por Pascal Potaire y Moses Gadouche,
no lejos de Tours, bajo el método ancestral. Son especialistas en Pet' Nats.
P. Potaire Les
Capriades Pet' Sec 2013 Vin de France
Burbujas 100% naturales.
Los pétillant naturel alegran cualquier inicio de comida, también sientan bien
al final. Eso sí, beberlo en el último momento de la noche, justo antes de
acostarse, pienso que es insuperable. No se lo contéis a nadie.
Hasta
ahora fueron vinos degustados por copas, abrimos por fin la primera botella:
Didier Chaffardon
Douze heures angevignes (2012) Vin de France
Beber
los vinos de Didier Chaffardon es una experiencia, no religiosa, sino
tremendamente placentera. Se trata de un vigneron referencia en la zona, yo
díria que casi de culto, sus botellas son buscadas por los grandes aficionados.
Trabaja en St. Jean-des-Mauvrets, cerca de Angers, con tan
solo 3 hectáreas, un domaine de proporciones humanas. Sus vinos se caracterizan
por su perfecta madurez y su energía desbordante.
Esta se trata de una
botella con unos 10 g/l de azúcar residual, nos avisan de la presencia de carbónico
pero nos aconsejan no utilizar el decantador. Un poco animal y reducido al
principio, notamos algo de gas. Todo ello desaparece rápidamente quedando la
fruta y una acidez que equilibra fantásticamente la poca proporción de azúcar
residual. Una chenin fresca, muy bebible y disfrutable. Una delicia, o como el
nombre parece indicar en forma de juego, douceur (douze heures) angevine
(angevignes), dulzura.
La
añada viene indicada por el lote, en este caso L 12.
Sébastien Riffault
Skeveldra 2009 Sancerre
Nos
gustó que no limpiasen el polvo de la botella. Ha estado en reposo absoluto. Sauvignon
maduro. De color dorado en copa. Nariz compleja, cítricos maduros, peras, chirimoya,
manzanas al horno. Lejos de una sauvignon tradicional. Su evolución en copa es
brutal. Cera de abeja, piedra caliza... La acidez ayuda a estructurarlo. Un
vinazo delicioso. Los años le sientan bien. Guillaume nos comenta que desde
hace un año está espléndido, pasando por alguna curva anteriormente.
Riffault
trabaja 2 hectáreas en Sury-en-Vaux, pueblo al lado de Sancerre que
visitaríamos al día siguiente. Skeveldra es una parcela de 0,7 hectáreas de
viejas viñas. El nombre lituano, debido al origen de su esposa, significa
piedra. El silex domina en su suelo.
Clos du Tue-Boeuf
Qvevri La Caillère 2013 Cheverny
Siguiente botella, de Thierry Puzelat, un elaborador cuyos vinos acostumbramos a beber. De
larga maceración en ánfora sin sulfitos añadidos, indica en la contraetiqueta.
Primera añada en que realiza este pinot noir con ánforas traídas desde Georgia
(qvevri), utilizadas también para un menu pineau, también existe la versión sin
ánfora.
Nos lo sirven en un bonito erlenmayer, pero el rato
en decantador no le hace evolucionar lo necesario, creo que necesita envejecer
algún tiempo en botella. La añada, floja, tampoco acompaña. Superar las dos
primeras botellas, acojonantes, es muy difícil. Notas florales, recuerdos a
frambuesa, cierta tanicidad, sutiles especias en retrogusto, fresco, curioso, pero
le falta cuerpo, muy ligero. Graduación de 11,5%. A probar en unos pocos años.
Ya
animados, buscábamos una botella para despedirnos, a la altura de las bebidas.
La encontramos, ya lo creo.
Didier Chaffardon
Arcanette L 11 (2011) Vin de France
Suena
Tom Waits como música de fondo. Acerco la nariz a la copa, ¿notas de naranja?, ¿mandarina?
Azahar, es azahar, también pomelo. Moelleux de chenin que se bebe con frescura
dejando un sabor nada empalagoso, 200 g/l de azúcar residual, pero la acidez
juega su papel. Nadie diría que tiene esa cantidad de azúcar. Très bon!
Superbe! Y con cualquier música.
Carbónico
al principio que se va enseguida, al menos visualmente, de todas formas le
viene bien en boca, proporciona mayor digestibilidad. Graduación de 11%.
Seguimos los consejos de Guillaume no decantándolo, al igual que con el primer
Chaffardon. Por cierto, grande Chaffardon, para comprar sus vinos allá donde se
encuentren. Ya somos fans. Y no solo de sus blancos, ojo con los tintos.
Parecía el último vino pero no. Gentileza de la
casa, de nuestros nuevos amigos, nos presentan un nuevo vino en un matraz
esférico.
Causse Marines
Mysterre Vin de Table
Un vino que es un
misterio. Amarillo anaranjado, dorado. Notas que recuerdan desde un amontillado
a un vino de Madeira o un savagnin viejo. Criado bajo velo de flor, es un vin
de voile, como los vinos de Jerez o como el Vin Jaune del Jura. Guillaume nos informa
que se trata de una solera de más de 10 años, mezcla de varias añadas, de la
zona de Gaillac. La solera, una única barrica, comienza en el 2002 y desde
entonces, pipette à pipette, un pequeño agujero en el velo y se va refrescando con
las añadas más recientes.
El
regalo es un detallazo, se acordaron de un comentario mío horas atrás, mencioné
que me encantaban los vinos bajo velo, como en el sur de España.
Notas
de frutos secos, manzana madura, piel de naranja, notas confitadas. Boca
glicérica. Persistencia. Enorme vino.
Virginie
Maignien y Patrice Lescarret intentan recuperar las antiguas variedades de la
zona, en este caso mauzac vert, autóctona en Gaillac, al lado de Toulouse.
Gracias
a Lorraine, Guillaume y Romain por esta emocionante tarde/noche de vinos
increíbles. Nos contaban que no llegaban españoles a su bar ni a Orléans, pero
a los que hemos llegado nos han tratado de maravilla. Saludos.
Vicente
Fotografías 10, 11 y 12
realizadas por mi amigo Juan Luis Vanrell, "El Ojo Público"
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