A finales del primer mes de cada año, se celebran varios salones de vinos en Montpellier. En este 2017 fue durante el 29 y 30 de enero, domingo y lunes. Les vignerons de l'irréel, Les affranchis y Le vin des mes amis son las tres ferias que más me interesan, consideradas ferias off en relación a la Millésime Bio, que este año se ha trasladado a Marsella, o la populosa Vinisud celebrada también en Montpellier en las mismas fechas.
Mi experiencia fue muy positiva, catando numerosos vinos de mi gusto.
Comenzamos con esta feria que celebraba su segunda edición, en el espacio Dieze Warehouse a las afueras de la ciudad. Un total de 50 vignerons, franceses, italianos y españoles.
Empezamos. Un gustazo los
vinos de José Miguel Márquez (Bodegas Marenas). De Montilla, Córdoba. En
una zona donde destacan los vinos generosos, no le falta la frescura a sus
vinos: Montepilas (vino con el mismo nombre que su variedad autóctona), Mediacapa
(pedro ximénez), La Veló (tempranillo), Cerro Encinas (monastrell), Casilla Las
Flores (pinot noir)... Todos de la añada 2016 y sin aditivos de ninguna clase.
Buena selección.
A su lado, Juan
Pascual López (Viña Enebro), de la zona de Bullas, Murcia. Vinos
frescos, caracterizados por su naturalidad, honestidad y como único ingrediente
uva 100%. Sus vinos nos sorprendieron muy gratamente: el Blanc de Noir,
embotellado para el salón, en cuya composición destaca la variedad tinta
forcallat vinificada como blanca; el Monas3, de divertida etiqueta, y la
monastrell de maceración carbónica Escala 2016, ambos en depósito y
embotellados para la ocasión; su espumoso ancestral y finalmente el Viña Enebro
2013, de etiqueta roja. De este último, monastrell, probamos sus dos versiones,
la vinificada en barrica de 500 litros y la de 225, siendo idéntico vino
cambiaba todo, el color, la evolución, sus notas... Curiosamente nos gustó más
el segundo, ¡qué bueno!
Una mesa tenía marcada
especialmente, la de Anders Frederik Steen. Cuatro vinos
traía, todos magníficos, los tres primeros en asociación con Jean-Marc Brignot:
Don't throw Plastic in The Ocean, Please 2015 (cuvée comercializada en varios
idiomas, presenta dos versiones debido al diferente coupage y al material
utilizado en su vinificación, fibra o foudre); la syrah Si, c'est rare 2014 (como
los anteriores, su uva proviene del domaine du Mazel en Ardèche) y por último,
Le Rebloché 2013, vinificado por Anders Frederik y embotellado por Laurent
Bannwarth, uno de mis vigneron preferidos en Alsace y que aporta en esta cuvée
también su uva, pinot gris y gewürztraminer a partes iguales. Tremendo vino en
el que notamos cierto carácter oxidativo debido a la existencia de un ligero
velo de flor durante su vinificación, según nos confirma Steen.
Ya con ganas de comer
algo, en cuanto salgo de España me entra el hambre antes de las 13 h, nos
lanzamos a por la sopa de verduras que tenían preparada en una sala continua,
me sentó de maravilla, sobre todo con los vinos que elegí para acompañarla,
unas copas de los Beaujolais de Jérôme Balmet, de los vinos que más
me gustaron, para aplacar la sed y para disfrutarlos. Como siempre, prefiero
beber que catar.
De
Philippe
Delmée y Aurélien Martin, en Anjou, conozco alguno de sus vinos.
Recuerdo perfectamente haber bebido una botella de Ni Rouge Ni Blanc en La
Buvette en París. Tras probar los cinco vinos presentes en su mesa, me reafirmo
una vez más en que me encantan. El pétillant, degollado tan solo dos días
antes, nos refrescó gratamente el paladar.
François
Ecot.
Hasta ahora no había probado nada de sus vinos, pero sí había leído algunas
cosas, sus botellas aparecen a menudo en los instagram de mis amigos japoneses,
así que tenía que aprovechar la oportunidad. Y no me defraudaron, ni mucho
menos. Aligoté, gamay, foudres, racimo entero... Bourgogne, al sur de Auxerre.
Finalmente,
aunque había muchas otras mesas donde catar interesantes vinos, elijo
despedirme de este salon, quedaban dos más, con los vinos de Mattia
Carfagna, de Toscana. Iba sobre seguro, una de sus botellas la había
degustado con placer cenando hacía pocos meses en Retro'Botega. Vino
recomendado por el propietario, cocinero y sommelier de esta cave à manger de
París. Catamos la sangiovese, sin madera durante su vinificación, y la
ansonaco, un 30% en maceración pelicular durante 25 días. Me gustan.
Nuestro
segundo salon visitado. En el Château de Flaugergues, unos 45 vignerons
mostraban sus vinos. Recorrimos las siguientes mesas:
Julien Albertus, del domaine Kumpf et Meyer, Alsace. Como
en las demás mesas, catamos todos sus vinos. Tenía ganas. Curiosamente había
probado alguno de sus vinos por primera vez en un viaje por Japón. Variedades
típicas de Alsacia: pinot gris, auxerrois, silvaner, muscat, riesling, pinot
noir... Terminamos la degustación con uno de los que más me agradan, su
pétillant Restons Nature Dark Nat 2016, pinot noir y gris maceradas juntas.
Olivier Lemasson, Les Vins Contés. Otros vinos que me gustan mucho. Todos 2016. De
Gama-Sutra no escupí ni una gota, una gamay espléndida que apetece en todo
momento. Su malbec, o côt, Chemille de Fer me sorprendió por su finura y rico
sabor.
Jeff
Coutelou.
Sus vinos me encantan. Probamos varios monovarietales (grenache, syrah,
cinsault, carignan), La Buvette à Paulette (mourvèdre y cabernet sauvignon),
Flower Power (ensamblaje de aramon noir y gris, cinsault y otras variedades, en
coplantación), L'Oublié (mezcla de diferentes añadas)... Todos 2015, todos
elaborados con despalillado. Son vinos para beber sin moderación, plenos de
fruta, frescos y densos a la vez. Una de las frases que nos brindó este
vigneron durante la degustación fue: "el alcohol no es un parámetro de
equilibrio, es la maduración". Sus hectáreas se localizan no lejos de
Béziers.
En
el patio central, al aire libre, se disponía un food truck donde poder picar
algo o llenar el estómago. Seguimos...
Nathalie
et Emile Hérédia.
Presentes ambos, con varias cuvées, nos inclinamos por beber sus pet nat del
domaine des dimanches, Rosebud y Bulle Hit, no todo va a ser catar. También
realizamos alguna compra.
Hubert
& Heidi Hausherr. Domaine alsaciano localizado en Eguisheim, Alsace. Uno de
sus vinos que no conocía era La Colline Céleste, en su mayoría gewürstraminer,
también riesling y pinot gris. Potencia aromática. No trajeron su tinto, pinot
noir de placer inmediato, pero tengo en casa.
Christian Binner y Vanessa Letort forman parte de Les Vins Pirouettes, proyecto lanzado
por este vigneron (domaine Binner) quien trabaja junto a otros jóvenes productores
de Alsacia elaborando cuvées como por ejemplo Espoir de Bulles de Stéphane o
Bulles de René. El primero, un pétillant de gewürz, y el segundo de riesling,
pinot noir y blanc y auxerrois. En sus etiquetas aparece también el nombre del
productor.
Fue
la última mesa que visitamos en Les Affranchis, pero quedaba una tercera feria
para la que nos reservábamos al siguiente día.
En
el Domaine de Verchant, en Castelnau-le-Lez, a unos 3 kilómetros al norte de
Montpellier. Salón organizado desde 2004. El más grande de los tres visitados,
muchas bodegas participando y un extraordinario servicio de catering para coger
fuerzas.
Maxime
Magnon
(Corbières). No había probado hasta ese momento sus vinos. Ahora los busco,
especialmente Métisse, una semana de fermentación y seguidamente prensado; uva
entera, sin despalillar; carignan, grenache, cinsault y syrah. ¡Bravo! Añada
2015, al igual que el resto de sus botellas. Rozeta, otra de sus cuvées también
me impresionó. Un amigo sommelier me recordó la presencia de esta mesa, me
alegro de no perdérmela.
Domaine
Marcel Richaud
(Cairanne). Nos atendió Thomas Richaud. Hicimos especial énfasis en sus tintos.
Concentrados pero equilibrados; sudistas, potentes pero afrutados, con fluidez
y finura tánica.
Domaine
Léon Barral
(Faugères). Sus blancos o sus tintos son de nuestro gusto. Jadis 2014 estaba
tremendo (carignan, syrah y grenache); también Faugères 2014 (mourvèdre y
syrah). Bueno, es que nos gustan todos.
Domaine
Mamaruta,
en la zona de Fitou, en Languedoc. Marc Castan recuperó las viñas de su
abuelo. No lo conocíamos, pero el color de sus vinos nos hizo parar en esta
mesa. No nos equivocamos. Frescura, vins de soif y también de carácter,
sinceros, de cortas maceraciones. Una de sus cuvées que más me gustó fue Le
Coupe Soif 2015 (carignan y grenache), el nombre lo define bien.
Blandine et Pierre Jequier, Domaine Mas Foulaquier. Importante referencia en Languedoc, en
la zona de Pic Saint-Loup, cerca de Montpellier. Le Petit Duc 2014, grenache
100 %, fue mi preferido en esta ocasión.
Camille et Mathias Marquet, Château Lestignac (Périgord). Sud-Ouest. Una de las mesas
donde más disfrutamos. Ya lo imaginamos de antemano, conocíamos alguno de sus
vinos. Frescor, redondez, equilibrio... De esta mesa todo me gustó.
No
nos fuimos sin probar todas las cuvées presentes de Fabien Jouves, Mas
del Périé (Cahors). El sur de Francia estaba bien representado en esta
feria.
Durante
nuestra corta estancia en Montpellier buscamos también algunas direcciones de
nuestro gusto. Tres encontramos:
Glouglou.
Bar de vinos, varios por copas en dispensadores y una extensa carta, algunos de ellos naturales. Optamos por una
botella de Gramenon, Poignée de Raisins 2015. Para acompañar, una tabla de
embutidos, salazones, quesos... También disponían de otros vinos naturales,
como por ejemplo de Marcel Lapierre.
La Cave du Boutonnet. Tienda de vinos, pequeña pero con una selección de vinos naturales
muy interesante: Philippe Viret, La Fontude o Le Temps des Cerises. De estas
dos últimas bodegas compramos algo para casa, pero no llegaron a viajar, las
degustamos cenando en un restaurante vietnamita de la ciudad. Tremendas.
Comme un dimanche sous le figuier. Un buen lugar donde comer, aparte de por los
platos, por la bebida. Nos encantó la botella de Didier Barral Blanc 2013. Un
vino que nos servirá para recordar la visita durante mucho tiempo.
Hasta
la próxima
Vicente
Qué tal los "dimanches" de Heredia?
ResponderEliminarProbé los dos pétillants. Ya los conocía, me sigue gustando más Bulle Hit (clairette) que el rosado de cinsault Rosebud.
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