Me
gusta mucho visitar París. Uno de los principales motivos, que no el único, es
su oferta de vinos naturales, extraordinaria. Su variedad cultural es otra de
las causas.
De
cualquier forma, nunca paso sed en esta ciudad, he aquí porqué:
Iniciamos
nuestro recorrido por París cenando en este pequeño restaurante, se trata del
nuevo proyecto de Pierre Jancou, abierto este año, en julio (recordemos su
trabajo en La Crèmerie, Racines, Vivant, Heimat...).
Bien
atendidos por la sommelière Justine Loiseau, saludamos al chef Svante Forstop,
a quien conocemos de su anterior etapa en Vivant Cave. Dos excelentes fichajes
para este bistrot.
Ostras al horno con
puerro gratinado, de primero, dorada con salsa de mantequilla, sauce au beurre,
como plato principal, y fromages au lait cru de postre, fue nuestra elección
para una cena muy agradable. Buena música, boleros de fondo, y una interesante
selección de vinos entre los que destacan los de Auvernia, Patrick Bouju,
Pierre Beauger... Una zona donde encuentro muchos de los vinos que me encantan.
También disponen de referencias de otras regiones y algunos italianos.
Elegimos
una botella de Catherine Dumera y Manuel Duveau, del domaine L'Égrappille,
Auvergne, en Puy de Dôme. Sortie nº20 2015, me informan que se
trata de colombard y chardonnay en maceración, añadiendo un poco de gamay pressé. Un vino que acompañó perfectamente los
platos, y viceversa. Achille, 43 rue Servant.
Amarante (12ème)
No
lejos de la Place de la Bastille y más cerca aún de la Promenade Plantée (uno
de mis paseos preferidos), se encuentra este bistrot restaurante del chef
Christophe Philippe. Cocina tradicional francesa: pied de cochon desossé et
croustillant, pintade de Dorgnone, ris de veau, mousse au chocolat... J'aime
bien manger ici!
De
la selección de vinos, se nos fueron los ojos hacia uno de François Saint-Lô, los
ojos y los sentidos. On l'aime nature! 2013, Saumur,
cabernet franc. Joli vin, belle etiquette, sans souffre ajouté. En la etiqueta
indica: "L'herbe c'est comme le poil, ça fait mal quand on l'épile".
Por
cierto, si os acercáis un domingo por este restaurante, día que permanece
abierto, os aconsejo previamente daros una vuelta por el Marché de la Bastille.
También cerca, a unos 10 minutos del Amarante está el Marché d'Aligre. Una
buena forma de abrir el apetito.
Bistrot
icono de los vinos naturales. Desde hace más de 15 años. Cyril Bordarier
transformó su tienda de vinos ofreciendo la opción de cave à manger. Localizada
junto al bonito canal de St. Martin, nos acercamos en esta ocasión un lunes al
mediodía, día en el que cierran por descanso la mayor parte de los
restaurantes. Sabroso menú del día: Crème
de courge (calabaza), ricotta et noix de Pécan; Spaguetti aux escargots
d'Ardèche, sauce tomate et chorizo...
Para
beber empezamos con un vino de Olivier Cohen, Du Vin pour les Anges 2015,
merlot en esta añada. Vin glouglou, vin de soif, del Languedoc.
Bien
atendidos por el sommelier, solicitamos a continuación una botella de Valentin
Valles, joven vigneron quien además de trabajar con Eric Pfifferling en
el domaine l'Anglore realiza por su cuenta una actividad de négoce con sus
vinos. Los que he probado hasta ahora me han encantado. En este caso, Rollier
2013, garnacha y syrah. Délicieux!
Además
del bistrot en el distrito 10º y de Le Verre Volé sur Mer en su misma calle,
rue Lancry, del que no puedo dar datos pues no lo hemos visitado, tienen dos
establecimientos más en el 11ème arrondissement. Bien abastecida de botellas,
la Cave Le Verre Volé se encuentra en la animada rue Oberkamph y a la vuelta de
la esquina, en la Rue de la Folie Méricourt, tenemos su épicerie.
Un
lugar que nos gusta visitar por varios motivos: su selección de quesos, yogures
de Bordier, jambon de Bigorre... y mi costumbre de comprar aquí algunas sidras
para el apartamento (de Cyril Zangs y de Jacques Perritaz), no
vaya a pasar sed. Siempre bien atendidos, actualmente incluso en español,
gracias a Sarah, quien lo habla perfectamente.
Ya
lo he comentado en otras ocasiones, me encanta realizar este paseo de unos 4,5
km, recorrido ajardinado sobre una antigua vía férrea elevada que atraviesa el
12º arrondissement desde detrás de la Ópera de la Bastilla hasta el Boulévard
Péripherique, dirección Vincennes. Finalizaron su construcción en 1993.
Posteriormente, han tenido la misma idea en el barrio de Chelsea en Nueva York,
la Hight Line.
Centre Pompidou (4ème arrondissement)
La oferta cultural en
París es grandiosa, nosotros coincidimos con varias exposiciones: Rembrandt en
el Musée Jacquemart-André (hasta el 23 de enero), Giacometti en el Musée
Picasso (hasta el 5 de febrero) y la del artista belga René Magritte en el
Centre Pompidou, titulada La Trahison des Images (hasta el próximo 23 de enero).
Este museo, abierto al público desde 1977, aparte de por su edificio diseñado por Renzo Piano y Richard Rogers,
destaca por sus importantes exposiciones temporales y también por su colección
permanente: obras de Matisse, Juan Gris, Kandinski, Picasso, Sonia Delaunay,
Mondrian...
Ceci n'est pas une
pipe (1929)
Seguiremos
comentando nuestra última estancia en París.
Hasta
luego
Vicente
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