Muchos
de los vinos deseados por cualquier apasionado del vino natural los he
encontrado en Japón, siendo muy difícil verlos incluso en Francia. En Japón
existen más de 20 importadores de vinos sin aditivos. El consumidor japonés
prefiere un producto artesanal en lugar de un producto diseñado por enólogos.
El
precio de los vinos suele ser algo más elevado, pero hay que considerar la
distancia, los costes de transporte contratando containers refrigerados y
también los impuestos. Otra de las cualidades del comprador japonés, del
importador, es el rápido pago, sin ningún retraso, algo no tan común en Europa o EEUU.
Además, existe el compromiso con el vigneron, es decir, su apoyo incluso en los
malos años.
Sigo
comentando, en esta segunda entrega, nuestra experiencia recorriendo algunos de
los locales de Tokio dedicados exclusivamente al vino natural.
Bar à vin Maison Cinquante Cinq
Agradable
bar de vinos localizado cerca de la estación de Yoyogi-Uehara. En un pequeño espacio, dispone
de una única mesa central, buena música de fondo y una muy atrayente selección
de seis o siete botellas que me mostraron como carta de vinos por copas. Escaleras
arriba se encuentra el bistrot de idéntico nombre, no lo visitamos en esta
ocasión. Mi intención era picotear algo como aperitivo y tomar alguna copa
antes de proseguir nuestra ruta prevista de bares. Un platito de quesos, otro
de salami y unas copas de Nué Bulleuse de Babass Dervieux, ¡qué bueno está!,
fue nuestra degustación. Otro sitio que nos gustó.
Charlamos
un poco con el sommelier Yoshiki Tai san sobre vinos y los bares que íbamos a
visitar. En comparación a nuestra primera visita a Japón en 2010, notamos
claramente que el nivel de inglés ha avanzado mucho, y más entre los profesionales
del vino pues muchos han estado trabajando en Europa.
3
Chome-5-1, Nishihara, Shibuya-ku, Tokyo
Ahiru Store (fotografía de
cabecera)
Bar de vinos abierto en 2008. Los propietarios son el sommelier Teruhiko
Saito san y su hermana Wakako san. Se encuentra en el barrio de Shibuya pero
más cerca de Yoyogi-Koen Station, a unos minutos andando, que de la estación de
Shibuya. El google maps aunque ayuda no siempre acierta en Tokio, nos indicó
una dirección errónea, que aun cercana en realidad era bordeando la manzana.
No pasa nada porque el lugar valió la pena. Pequeño, como todos los que
visitamos, lo cual pienso que no es un problema sino que lo hace más
encantador.
Lleno de gente, amantes de los vinos naturales, el
sommelier se preocupó en acomodarnos en un hueco. Era de noche, pero hacía
calor en Tokio, así que de los vinos mostrados en las estanterías, una
selección impresionante de botellas vacías a modo de carta, elegimos Saint lô pet Lot14 de François Saint-Lô.
Un pétillant naturel tremendamente refrescante. También existía la posibilidad
de beber por copas una serie de vinos que ofrecían. Para acompañar, una
ensalada de aguacate y unas salchichas totalmente caseras. Por cierto, el pan
estaba buenísimo, de masa madre, algo que también coincidía en todos los
locales de vinos naturales que visitamos en Japón, un detalle que también me
recuerda a Francia, al igual que el agua de jarra gratuita.
1-19-4 Tomigaya Shibuya Tokyo
Wine
Stand Bouteille
Tras salir de la estación de Shibuya, la salida más
famosa es la que da a la estatua del perro Hachiko, nos encontramos con el
cruce de peatones más transitado del mundo. Rodeado de neones, pantallas
gigantescas de televisión, carteles luminosos, sonido...
Es increíble que muy cerca de este punto exista un
rincón del bullicioso barrio que nos traslade a otra época, un callejón muy
pintoresco adornado con varios farolillos y situado paralelamente a la línea
elevada del tren. De entre los bares que lo pueblan hay uno dedicado al vino
natural, creo que es el más pequeño que visité, tuvimos la suerte de que cuando
llegamos salían algunos clientes. Con nosotros dos, seis personas ocupábamos
por completo la barra del bar, de pie, sin asiento. En pocos segundos, siendo
los únicos españoles, o mejor dicho, los únicos extranjeros, quisieron entablar
comunicación con nosotros, así como los siguientes clientes que ocuparon nuevos
huecos libres. Genial.
La sommelière, Nozomi Miura san, verdadera alma del
local, posee uno de los instagram que más nos gustan, de hecho conocimos el
local gracias a sus fotos que seguíamos desde hacía tiempo. Fotografía las
botellas en la puerta del wine bar con el fotogénico callejón de fondo,
mostrando así los vinos que va a abrir por copas. Por cierto, vinos muy de
nuestro gusto, como el que probamos de una de nuestras bodegas favoritas.
Naturalmente salí al callejón para imitar la idea de su instagram: Noir de Florette de Lucy Margaux, pinot noir, de
Adelaide Hills.
También disfrutamos
con unas copas de Tragolargo 2013,
el vino de Rafa Bernabé
siempre sienta bien en cualquier parte del mundo, y por último, Crudo Shiraz 2015, de Luke Lambert, en Yarra Valley. ¿Os
he dicho que me encanta Tokio?
Además de bares y restaurantes de vinos naturales,
en Tokio también hay tiendas especializadas en estos vinos. Nosotros visitamos
tres de ellas:
The
Wine Store
La boca de metro de Naka-Meguro es la más adecuada
para acercarse a esta tienda de vinos, se encuentra a unos 500 metros, en una
calle ancha paralela al río Meguro. Vale la pena visitarla, es bonita y de
estilo moderno y está repleta de buenas referencias. También existe la posibilidad
de beberse en el local la botella elegida, junto a unos snacks, o bien probar
algunos de los vinos seleccionados por copas.
Dos veces visitamos esta tienda, en la primera
probamos unas copas de un vino de Radikon,
Oslavje 2001, y otro de Gareth Belton, Scary Gully Pinot Noir 2015, el
nombre de la bodega de este último es Gentle Folk, en Adelaide Hills. Dos
vinazos.
La segunda vez que acudimos fue para comprar algunas
botellas. Una de ellas, Good Morning
Tom 2014, pinot noir de Patrick
Sullivan, la única que me llevé de Tokio en el avión de vuelta y que
disfrutada ya en casa, tras más de 10.000 kilómetros, salió fenomenal, para que
luego digan que los vinos naturales no viajan bien, jua!
3-5-2 Nakameguro, Meguro
thewinestore.jp
Liquors Nodaya
Localizado en Nippori, un tranquilo y viejo barrio
residencial en pleno corazón de Tokio pero que no tiene nada que ver con las
grandes zonas comerciales de la ciudad, aquí abundan por el contrario las
pequeñas tiendas, los comercios de barrio, las callejuelas y los edificios de baja altura. Nosotros
llegamos a través de la línea que lleva a Sendagi Station. Uno de esos
comercios es esta tienda de vinos y sake dirigida por el señor Sato.
Tiene una muy buena selección de botellas: Mariano Taberner, Bodegas Cueva, en Requena; Les Deux Terres,
Ardèche; de Gilles Azzoni; Alexandre Bain...
3-4-8 Sendagi Bunkyo
www.e-nodaya.com
Ginza
Cave Fujiki
Shinjuku, Shibuya, Ueno, Akihabara, Ginza... Tokio
no tiene un único centro, sino varios. En pleno barrio de Ginza, se localiza
esta tienda de vinos, en la zona de las tiendas lujosas, grandes marcas de moda
y sedes de importantes empresas tecnológicas como por ejemplo Sony. Nos
acercamos, además de para conocerla, con la idea de comprar una botella y
realizar un pícnic en el parque más famoso de la ciudad, el parque Yoyogi.
De entre la multitud de referencias de la sala
climatizada elegimos una botella de Patrick
Desplats, Caroline,
añada 2013 según indica el lote. Una chenin que enamora tanto como su etiqueta.
www.ginzafujiki-wine.com
Parque Yoyogi
El parque Yoyogi es el más animado de la ciudad,
donde parejas, familias y grupos de amigos disfrutan paseando, comiendo,
jugando e incluso tocando música o bailando. En una zona mucho más tranquila
del enorme parque se encuentra el Santuario Meiji, en el que con un poco de
suerte podemos coincidir con alguna boda sintoista. Harajuku es la estación de
la línea Yamamote (JR) más cercana para visitar el santuario y justo enfrente
tenemos la calle peatonal Takeshita, repleta de tiendas de moda adolescente,
ropa para Lolitas y otras tribus urbanas, accesorios, souvenirs, tiendas de todo
a 100 y de artículos diversos. Paralela a esta calle, está la Avenida
Omotesando, donde se encuentran importantes tiendas de lujo en modernos edificios.
Beberse una botella de esta calidad en pleno parque Yoyogi es una bonita experiencia. Como acompañamiento, los populares
bento, las cajitas con raciones de comida preparada para llevar.
Nuestra estancia en Tokio está siendo fascinante.
Seguiremos contando...
Vicente
Shibuya
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