Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

miércoles, 22 de junio de 2016

El vino natural en Lyon: Le Vin des Vivants, Café Sillon, Ô Vin d'Anges, Vercoquin, En mets fais ce qu'il te plaît...



Fue muy agradable pasar unos días en Lyon, fueron pocos, pero aprovechamos visitando varios sitios donde comer bien y beber vino de calidad. Hasta ahora nuestras paradas en Lyon habían sido de paso. La ciudad cuenta con una posición privilegiada, entre el Valle del Ródano y los viñedos de Beaujolais, y a un paso de Bourgogne. Tampoco está lejos de la zona de Bugey y Savoie o de Ardèche. La confluencia de sus dos ríos, el Ródano y su principal afluente, Saona, forman la Presqu'île, donde se asienta el bonito barrio de igual nombre. También dispone de dos colinas, Fourvière, al oeste, con la basílica de Nôtre-Dame, y la Croix-Rousse, al norte, dando también nombre a otro de sus barrios más atrayentes, conocido por su importante pasado como centro industrial de la seda.

Sabemos que París es la capital mundial del vino natural, pero en Lyon también encontramos donde disfrutarlo, varios son los bares, restaurantes y tiendas especializados que ofrecen una buena selección de vinos naturales.

Recorrimos algunos de ellos:



No es la primera vez que acudimos, es uno de mis rincones preferidos, me encanta. Cave y a partir de media tarde también bar à vins, dispone de una terraza muy deseada en la agradable Place Fernand Rey. Tampoco me importa consumir en una de las dos o tres mesas altas del interior, rodeados de botellas. Regentado por Mathieu Perrin, abrió en 2012. La selección de vinos es extraordinaria. 


Nosotros optamos por empezar por el Beaujolais Blanc 2015 de Laurence et Rémi Dufaitre, perfecto para estimular el apetito. Continuamos, teníamos sed, con Harddèche 2013, vino de Jean-Marc Brignot y Anders Frederik Steen, cabernet sauvignon y carignan del Domaine du Mazel, el domaine de Gérald et Jocelyne Oustric, en Ardèche, como habéis adivinado por el nombre de la cuvée. El vino estaba en un momento tremendo, como dirían mis amigos franceses: SUPER CANON !!!

Para comer, tablas de charcutería, de quesos, tapas... todos productos de calidad. Muy apetecible la burrata con tomates, delicioso el platito de queso fresco con miel...



En la Avenue Jean Jaurès, 7º distrito, muy cerca de la tienda de vinos naturales Vercoquin, de la que os comentaré un poco más abajo.

Sí, aquí se come muy, muy bien. Mathieu Rostaing, el chef, es el culpable, junto a su equipo. Acudimos al mediodía, el menú de tres platos nos entusiasmó. No sólo la elaboración del atún o del lomo de cerdo, también la guarnición, con un toque atrevido que para nuestro gusto funciona, frambuesas, cebolla roja, menta, flores de cilantro... La polenta que acompañaba uno de los platos parecía la papilla para un niño, la mejor que he probado.


Respecto a la bebida, no nos resistimos a volver a probar el chardonnay de Beaujolais de Jean-Claude Lapalu, Ce Blanc, servido por copas en este restaurante. Pas de sulfites ajoutés, naturellement !


La botella que elegimos fue de Yann Bertrand. Tenía ganas de beber algún vino de este vigneron. Fleurie en este caso, Cuvée du Chaos 2014. La eficiente sommelière, Joanna, nos aconsejó servirlo en decantador, no es que fuera imprescindible, pero como bien dijo, posiblemente sólo lo hubiéramos encontrado delicioso al llegar a la última copa. Nos apuntamos para la próxima ocasión otro de sus vinos, Bio Dynamite (Morgon), también en la carta, porque a este restaurante además hemos de volver. Un lugar bonito, agradable, pequeño, de cómodas mesas, y de fondo, música tri-hop, Morcheeba entre otros, y funky. Al mediodía, opción de dos platos, entré+plat, plat+dessert, 19 euros. De todas formas yo aconsejo pedir los tres, 23 euros, vale la pena. Muy buen precio.



En el barrio de la Croix-Rousse, barrio muy chulo. Cave y bar de vinos localizado en la Place Bertone. La selección de vinos italianos es fantástica, e igualmente la de vinos franceses. Entre los primeros, Panevino, Massa Vecchia, Pacina, Carfagna, Mauro Vergano...


De entre las numerosas botellas expuestas, nos decidimos por una vigneronne que no conocíamos aún, Julie Balagny, en Fleurie. Chavot 2012, un vin qui pinote. La lista de buenos vignerons en Beaujolais es interminable. ¡Qué bien!


Muy bien atendidos por Sébastien y Christophe, nos invitaron a una de las frecuentes degustaciones y encuentros que programan con los vignerons... Lo aprovechamos. Un lugar donde sentirse a gusto.

Comer unas tapas, beber vino de calidad y sentirse literalmente rodeado de botellas. Qué más se puede pedir. Naturalmente nos llevamos algunos recuerdos en forma de botellas de vino.



Vercoquin, la primera tienda de vinos naturales que se abrió en Lyon. Hace más de 10 años. Déjate aconsejar por su caviste, Fréderic Lignon. Si lo deseas, puedes comprar el vino aquí y degustarlo en el restaurante justo al lado, Le Mouton Danse, con el único suplemento del droit de bouchon. Así lo hicimos nosotros.


Un día de calor y un pétillant delicioso, el refrescante Pet Nat de Laurence et Rémi Dufaitre. C'est pas un vin de soif, c'est un vin de super soif !


Continuamos acompañando los platos del menú del restaurante con otra botella de etiqueta divertida, también comprada en Vercoquin, No sulfite no cry, un vino para disfrutar, somos fans de los vinos de Sophie y Lilian Bauchet.



Al entrar en este restaurante, abierto desde 1999, se diría que entramos en una vivienda particular, la niña entretenida con el ordenador, el padre en la cocina y la madre que nos invita a elegir asiento en el comedor.

Observamos multitud de sartenes dispuestas en la cocina, el chef estaba ya en acción. Contamos 16 comensales en total. Los fines de semana por la noche tienen un menú découverte: amuse bouche, entrée, poisson, viande, fromage et dessert. Los productos eran de primera calidad, muy frescos, trabajados cuidadosamente, las cocciones precisas, los gustos sutiles... El pigeonnau (pichón) élevé en Bresse rôti au jus  nos encantó.


En cuanto a la lista de vinos, era bastante escueta para lo que me esperaba y sobre todo al ver las grandes botellas vacías expuestas por todo el restaurante. Preguntamos por otros vinos, finalmente nos ofrece un espumoso que aceptamos encantados: Saint-Peray 2006 de René-Jean Dard y Hervé Souhaut, en su perfil négociant bajo el nombre de Les Champs Libres. Finas burbujas que acompañaron perfectamente la cena.

Une expérience bien agréable chez Katsumi Ishida. Tres horas y media.



En la rue de la Martinière, donde comienzan las pendientes de la Croix-Rousse. Otro sitio para comer de maravilla, L'Ebauche, pequeño local, sans chichis (sin tonterías), excelente cocina y vino que no falta. Melik Debadji, chef, et Antoine, sommelier.

Me gusta que no se excedan en la propuesta de platos, en este caso tres primeros a elegir, tres segundos y lo mismo con los postres, para qué más, es el menú de mediodía. El filet de dorade, crème de persil, artichauts poivrade et tomates séchées destacó, el resto también nos gustó. Respecto a los postres, si alguno lleva ruibarbo yo siempre lo elijo. Comimos muy bien.


Junto a la comida, unas copas de Séléné 2015 blanc, de Sylvère Trichard, para abrir el apetito, y una botella de La Bonne Pioche 2014, de Michel Guignier. On dirait Bourgogne! Algo que nos ocurrió con muchos de los vinos de Beaujolais que probamos en este viaje, gamay que pinota.


Situado en la misma calle del anterior restaurante nombrado, justo enfrente. Nos despedimos de Lyon cenando en este bar de vinos con una botella de Lilian Bauchet, quien como otros vignerons de la zona acababan de sufrir en su viñedo los efectos de las inclemencias naturales, granizo. No es la única causa de nuestra elección, pues allá donde tienen sus vinos los pedimos porque están entre nuestros preferidos. El vino, Fleurie 2011, un vino que ya no se hace, corresponde a las parcelas que vendió no hace mucho. El local, música animada, buen ambiente y platos que sirven con rapidez preferentemente a compartir.


Lyon, un lugar para visitar a menudo.

Vicente