Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

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sábado, 9 de septiembre de 2017

Nuestra visita al Jura y a la Maison Pierre Overnoy - Emmanuel Houillon



Pienso que el mejor lugar donde degustar y entender los vinos de una zona concreta es in situ en esa región. En esto seguramente coincidiré con todo amante del vino.

Hace muchos años que estoy enamorado de los vinos del Jura. Los bebo en casa o en restaurantes, pero recientemente tuve la oportunidad de visitar la zona y disfrutar cada día de la hermosa variedad de vinos que allí se elaboran. Compartiendo además el viaje con algunos de nuestros mejores amigos, la experiencia no pudo resultar mejor.

Jura es uno de los departamentos de la actual región administrativa Bourgogne-Franche-Comté, localizado al este de Francia y lindando con Suiza.

El viñedo, que se extiende a lo largo de 80 kilómetros, ocupa hoy en día menos de 2.000 hectáreas. Es pequeño en tamaño pero grande en diversidad. Chardonnay, pinot noir, ambas cultivadas aquí desde hace siglos, y las autóctonas poulsard o ploussard, trousseau y savagnin son las 5 variedades dominantes.

Arbois, población considerada la capital vínícola de la zona, da nombre a la AOC, constituida en 1936; las otras denominaciones son Côtes du Jura, Château-Chalon, L'Étoile, Crémant du Jura, Macvin du Jura y la más reciente Marc du Jura.


La región está dotada de una generosa naturaleza y bellos paisajes. Podemos ver numerosas cascadas (destacan las de Hérisson), también lagos, bosques, grutas, colinas, recorrer bonitos senderos (Sentier Karstique), pasear entre las viñas y visitar pequeños pueblos de ambiente sumamente tranquilo. Todo ello bajo un cielo limpio. Otra de las imágenes que se repiten son los numerosos prados donde pastan las vacas, no olvidemos que además de vinos es zona de grandes quesos.

Durante nuestra estancia en la zona visitamos varios de los pueblos más importantes: Pupillin, Arbois, Poligny, Château-Chalon y Salins-les-Bains, donde nos instalamos. En cada una de estas localidades nos acercamos a algunas de las direcciones que más nos atraían, restaurantes y tiendas de vinos y de quesos.

Le Grapiot (Pupillin)


El día de nuestra llegada teníamos reserva para cenar en este restaurante localizado en Pupillin, población pegada a Arbois. Le Grapiot se encuentra a sólo unos pasos de la casa de la familia Overnoy-Houillon.

Elegimos el Menú Plaisir, compuesto de entrada, principal y postre, a elegir entre dos opciones cada plato. Al menú añadimos una selección de quesos. Realmente comimos muy bien, sirva como ejemplo uno de los platos: Crème choux-fleur servi froide, déclinaison de truites des Planches, cubes chèvre frais de Céline Nicole, huile de noix et sakura. Potencian los ingredientes de productores cercanos, en este caso el queso de cabra y la trucha.

La carta de vinos es extensa y de calidad. Nosotros, 4 personas, disfrutamos enormemente. Empezando por Le Chardo Gai 2013 de Tony Bornard, ¿os suena el apellido? A mis amigos les encantó, yo ya me lo esperaba, había probado su ploussard en París sólo unos meses atrás. Para pedir sus vinos allá donde los encontremos.

Continuamos con una botella de otro de mis vignerons preferidos de la zona, Julien Labet, Pinor Noir 2015; para seguidamente abrir un vino con lacre de color rojo que no podía faltar en esta cena, sobre todo estando en el corazón de Pupillin, donde reina la ploussard: Arbois Pupillin 2012 Maison Pierre Overnoy. Bravo por Emmanuel Houillon. Deliciosa ploussard.


Los vinos de esta casa, etiquetados bajo la subdenominación Arbois-Pupillin, se diferencian visualmente por el color del lacre con que cierran la botella: blanco para chardonnay, color amarillo para savagnin y rojo para Ploussard.

El siguiente también era un hors catégorie! Les Vignes de mon Pére Savagnin 2004 de Jean-François Ganevat, el vigneron instalado en Rotalier, al sur del Jura. Un vino vinificado durante más de 130 meses al abrigo del aire (ouillé) en demi-muids de 600 litros. Todos los presentes en la mesa habíamos probado ya esta cuvée, bien esta añada o la 2003 en mi caso, y todos confirmamos de que se trata de un fuera de serie.

Finalmente, aunque bien podría haber sido el primer vino de la velada, nos despedimos del lugar con un pétillant: Ouf!, Pétillant Naturel de Jean-Baptiste Menigoz del domaine Les Bottes Rouges. Ouf! ¡Qué bueno! Pet'nat de chardonnay.

Los deliciosos platos los acompañamos con momentos de felicidad al degustar estos vinos. Fabuloso primer día en la zona.


Maison Pierre Overnoy
Emmanuel et Anne Houillon-Overnoy

Cuando acudí a la puerta de esta casa pensé: ¡Hemos llegado! Pierre Overnoy, quien ya en 1984 vinificó su primer vino sin sulfuroso, y Emmanuel Houillon, quien tomó las riendas del domaine una vez retirado el primero, nos recibieron junto a otros visitantes: una joven pareja venida de Brasil, un restaurador francés y también una pareja vecina de la región. Se trata de una bodega de referencia en el Jura y a nivel mundial. Los Overnoy-Houillon no dejan entrar en sus botellas ninguna otra cosa más que uva. Pierre Overnoy nunca ha utilizado productos químicos, en sus vinos siempre ha buscado la expresión más auténtica de sus tierras y las características de la añada, y Emmanuel, formado en el oficio desde muy joven por Pierre, ha continuado con idéntica filosofía. También presente en la mesa de cata su hijo adolescente, el futuro está asegurado.


Escuchando las explicaciones y experimentada información vinícola de Emmanuel Houillon, probamos 6 vinos diferentes. Entre ellos, el primero, Ploussard 2016, y el último, el extraordinario Savagnin ouillé 99. ¡Emocionante degustación! Hace ya unos años, al degustar sus vinos, comenté: "quien prueba un vino de esta casa es como si bebiera por primera vez".

Los, desde entonces, amigos brasileños, disfrutaron tanto como nosotros y cumplieron su deseo de que Overnoy les dedicara el libro que portaban, "La parole de Pierre". Lectura por cierto muy recomendable. Personalmente, me ilusionó mucho recoger el regalo de Pierre Overnoy, su pan recién elaborado. Mi  padre fue panadero.

Una visita inolvidable a esta gente tan sencilla, trabajadora y honesta. Estamos muy agradecidos por el acogedor recibimiento en un día de gran preocupación por las heladas en la viña.

Nuestra llegada, en el pasado mes de abril, coincidió con la gran ola de frío que afectó casi toda la región. Tras las tres últimas añadas poco productivas, un par de noches fueron suficientes para que la climatología jugara una mala pasada al viñedo del Jura, una zona en la que los vignerons no pueden permitirse la inversión en métodos de protección como quemadores de calefacción, sistemas de aspersión, hélices o menos aún helicópteros. En general, más del 50% de las viñas se vieron afectadas, en algunos casos pasó del 80%. El trabajo del vigneron es duro, muy duro, siempre expuesto y a merced del tiempo.


Tras visitar la familia Houillon-Overnoy, mi pareja y yo completamos el día cenando en este conocido restaurante de Arbois. En un día de enorme frío, nos sentó de maravilla el sabroso Coq au vin jaune et aux morilles servis en cocotte à l'ancienne. Es el plato estrella del lugar, acompañado en este caso de arroz blanco. De postre, ¡cómo no!, Crème brulée au vin jaune. Todo fait maison.


Y para acompañar la cena, Les Dolomies Les Combes 2013 Chardonnay de Celine et Steve Gormally, Côtes du Jura, y Pinot 2015, Arbois, de Emile y Alexis Porteret, domaine des Bodines. El blanco colosal y el pinot también muy bien.


La tienda de vinos de Stéphane Planche es un lugar a visitar. Stéphane es también el sommelier del prestigioso restaurante Maison Jeunet, localizado igualmente en Arbois. Al restaurante no acudimos en esta ocasión pero sí a su tienda. Cuenta con una buena selección de vinos del Jura y de otras zonas vinícolas. Hicimos buenas compras. Nos llevamos para casa algunas botellas de Jean-Marc Brignot y Anders Frederik Steen, y también de Sylvain Saux. Añadimos algunos vinos más de la región para disfrutarlos durante nuestra estancia. Así, de Alice Bouvot del Domaine l'Octavin, de Didier Grappe y también una joya de Pierre Overnoy, añada 97, vino del que no tardaré en comentar unos párrafos más abajo.





Arbois es una bonita población, en ella se concentran además de la tienda nombrada, otras direcciones de interés. En su plaza más conocida, Place de la Liberté, tenemos a un lado la tienda de vinos de los Tissot, justo enfrente de la boutique de un famoso maestro chocolatero, Les Chocolats d'Edouard Hirsinger. En una podemos catar sin problema los vinos de Bénédicte y Stéphane Tissot del domaine Mireille et André Tissot, a mí siempre me han gustado mucho, y en la otra comprar deliciosos dulces.

También destaca en Arbois un lugar de tremenda popularidad entre los amantes del vino y del vino artesanal principalmente, Le Bistrot des Claquets. En la semana de nuestra visita, la siguiente a Pascua, estaba cerrado por vacaciones, otra vez será.

Essencia (Poligny)

Si Arbois se considera la capital de los vinos del Jura, Poligny lo es del comté. Y Essencia es la tienda donde acudir para comprar este apreciado y extraordinario queso; también morbier, otro de los grandes quesos de la zona.  


Philippe Bouvret dirige este negocio de larga duración familiar, de varias generaciones. Además de fromages y otros productos de calidad podemos aprovisionarnos para no pasar sed. Nosotros acudimos dos veces. Atención a la lista de nuestra compra: vinos de Jean-François Ganevat, Emile & Alexis Porteret (Domaine des Bodines), Didier Grappe, Domaine Pignier, Etienne Thiebaud (Domaine des Caravodes), Alice Bouvot (Octavin), Jean-Baptiste Menigoz (Les Bottes Rouges) y un vino verdaderamente difícil de encontrar incluso aquí, el de Kenjiro Kagami, de hecho sólo nos llevamos una botella de este vigneron. Respecto a los vinos de otras zonas presentes en la tienda, la verdad es que no me fijé. Essencia requiere una visita imprescindible, valga como muestra la fotografía de cabecera.



Precioso pueblo que visitamos, su nombre coincide también con el de la appellation. Su protagonista es el Vin Jaune, aunque igualmente se elabora en otras tres appellations d'origine contrôlées de la zona. Este vino seco emplea únicamente la variedad savagnin, tras su fermentación madura en barricas de 228 litros sin ser llenadas por completo (non ouillé), favoreciendo la aparición de una fina capa de levaduras llamada voile (velo), similar a la flor de los vinos andaluces. Aquí, en este frío clima, la capa es más fina y no se emplea el sistema de soleras y criaderas. Este velo, además de preservar el vino, le transfiere aromas muy particulares (goût de jaune) recordando principalmente la nuez. El vino envejece seis años y tres meses evaporándose una gran porción del líquido, quedando de cada litro de mosto la cantidad de 0,62 litros que es a su vez la capacidad de la botella empleada denominada clavelin. Se trata de uno de los vinos más singulares, complejos y duraderos del mundo.

Una de las más felices alianzas queso-vino se da entre el famoso queso Comté y el Vin Jaune. Este queso de larga reserva se elabora exclusivamente con leche fresca de vacas locales de la raza Montbéliarde (unos 500 litros para un solo queso), se prensa en forma de rueda, de gran diámetro, y alcanza entre los 30 y 55 kilos de peso. Su aroma afrutado y sus notas con recuerdos a avellanas y nueces conjugan perfectamente con el Vin Jaune.



Durante toda nuestra estancia estuvimos instalados en este pueblo situado a unos pocos kilómetros al norte de Arbois, en una preciosa casa de grandes estancias, doble cocina y terraza con vistas. Aprovechamos el lugar cenando varias veces acompañados por los grandes vinos de nuestras compras, entre ellos:

Mizuiro 2014, chardonnay de Kenjiro Kagami, vigneron japonés instalado en Grusse, cerca de Rotalier. Su domaine se denomina des Miroirs. Kagami es espejo (miroir) en japonés. Ya he comentado que no es fácil encontrar sus botellas, la producción es muy limitada y la demanda va creciendo, de hecho nosotros teníamos como encargo comprar varias y sólo conseguimos una, botella que nos bebimos muy a gusto.





Red Bulles, Pétillant Naturel de poulsard del Domaine des Bodines, el domaine de  Emile y Alexis Porteret. Esta botella cayó antes de la cena.

Let's fly around the Jura! Extraordinario vino a base de pinot noir, poulsard, trousseau y chardonnay. Siendo de Didier Grappe, no me extraña tanto. Para beber sin moderación. Les Insouciantes 2015 Côtes du Jura. Ah, y ¡viva el tapón de rosca! Se encuentran en Saint-Lothain, cerca de Poligny.





El siguiente vino que menciono es de uno de los grandes de nuestro particular viaje por el Jura, el de un joven vigneron, Etienne Thiebaud, afincado en  Cramans, a pocos kilómetros de Arbois. La botella, Guille-Bouton 2013, chardonnay del domaine des Caravodes.

Seguimos, C'est max!, Arbois, Pinot noir 2014 de Jean-Baptiste Menigoz (domaine Les Bottes Rouges). De 11,5% de graduación, vibrante y tremendamente accesible.





Château-Chalon 2010, comprado en la tienda de los vinos de Bénédicte y Stéphane  Tissot en Arbois. Aún siendo su añada más reciente de Château-Chalon en el mercado, destaca su finura y elegancia. Está listo y no hay que esperar 30 años para disfrutarlo, es de placer inmediato, aunque quien lo desee puede esperarlos.


Nuestra última cena en el Jura transcurrió también en la casa alquilada, con un vino comprado para la ocasión en Les Jardins de Saint-Vincent, la tienda en Arbois de Stéphane Planche. Fue el vino de la noche, del viaje y uno de los vinos de nuestra vida, un vino de 20 años, complejo y emocionante: Vieux Savagnin Ouillé 1997 de Pierre Overnoy.

Hasta la próxima

sábado, 21 de febrero de 2015

Evelyne y Pascal Clairet, Julien Labet, Jean-Baptiste Menigoz, Raphaël Monnier, Étienne Thiebaud, Didier Grappe, Philippe Bornard... Vinos del Jura



Tissot, Macle, Overnoy o Ganevat son nombres sobradamente conocidos entre los amantes del vino. Sólo nombrarlos nos recuerdan grandes vinos del Jura. Sus botellas son y serán anheladas y su fama es merecida. Han contribuido enormemente a la divulgación del vino de la zona, y también a la curiosidad por conocer la región, su gastronomía y sus pueblos y paisajes. Pero hoy me apetece hablar de otros vignerons del Jura cuyo talento también destaca, la mayoría de ellos con una larga e importante experiencia en su trabajo, otros con una historia más reciente y que empiezan ya a ser conocidos.

Comentaré algunas de sus botellas recientemente degustadas:


Domaine Didier Grappe

Vigneron instalado desde 2001 en Saint-Lothain, cerca de Poligny, a 15 kilómetros al suroeste de Arbois. Trabaja 4 hectáreas de viñedo, un tamaño adecuado, siempre prevaleciendo el respeto a su entorno. Didier Grappe diría que realiza el vino que a él le gusta beber y a mí me parece una descripción perfecta.

CLASH. (La foto de cabecera, claro). Un espumoso sorprendente. Méthode traditionnelle. La sensación vinosa en un principio en nariz se convierte en un vino fácil de beber y muy digestivo, muy agradable. Acompañó perfectamente una copiosa raclette. Notamos sensaciones frutales, manzana reineta, pera... Aún sabe mejor si además su etiqueta muestra un tributo musical y rebelde, "London Calling" in the Jura.

Savagnin 2007 Côtes du Jura. Vino non ouillé, es decir, sin rellenar del todo las barricas favoreciendo la crianza tradicional bajo el velo de flor de la zona. Nada más abrirlo pide un Comté a gritos. Nariz compleja, notas de frutos secos, nueces. Buena acidez, finura en boca. De carácter oxidativo. Al rato aparecen notas cítricas y mantequilla. Cada vez nos gusta más.

Evelyne y Pascal Clairet, Domaine de la Tournelle

Agricultura biodinámica, 6 hectáreas, situados en Arbois desde 1991. Trabajan de la forma más natural posible, tanto en el campo como en bodega.

L'uva 2012. Uva arbosiana. Cómo me agradan los vinos como éste, fresco como un zumo. En nariz se notan uvas, fresas, frutillos rojos. Estupendo ploussard. Se acaba sin darse cuenta. Un vino glouglou, dirían mis amigos franceses. Empleo de maceración carbónica. 11% de graduación alcohólica. AOC Arbois.

En la contraetiqueta indica: "L'uva no contiene más que uva y mucha atención. Vinificado y embotellado sin azufre añadido, no filtrado. Vin de copain."

Fleur de Savagnin 2011. Segunda botella que abrimos de esta bodega y de nuevo un placer. Ahumados, nuez moscada, fruta (manzana, confitura de albaricoque), salino, algo láctico pero sin excederse, apuntes de miel. Buena acidez, tensión. Vino ouillé, es decir, con rellenado de las barricas evitando la formación del tradicional velo de flor de la zona. Crianza de 18 meses. Appellation Arbois Contrôlée.

Para más información: Domaine de la Tournelle

Julien Labet, Domaine Labet

Localizados en Rotalier, en el extremo sur del Jura en una región localmente denominada Sud-Revermont. Domaine Labet lo forman una familia de vignerons que trabajan aproximadamente 13 hectáreas repartidas en 45 parcelas, destacando en sus suelos las margas (una mezcla de arcilla y piedra caliza).

Julien, el mayor de los tres hermanos, comenzó a trabajar junto a su padre Alain en 1997. Posteriormente inició su propia línea en 3 hectáreas del domaine familiar trabajando sin aditivos y, siempre que fuera posible, sin SO2. Hoy en día, tras la reciente jubilación de los padres, los tres hijos dirigen todo el domaine. Mantienen la técnica del ouillage, siendo Alain Labet uno de los pioneros en introducirla en la zona buscando una mayor expresión del terroir.

En chalasse chardonnay 2012. ¡Gran vino! Flores y frutas amarillas, elegante nariz y no digamos su textura. Con cuerpo, con peso y estructura. Mejora al tiempo y aguanta perfectamente. Terminado al cabo de unos días, encontramos notas que recuerdan a cítricos confitados, salinidad, yodo, sutil miel, arcilla y piedra.

Información en la contraetiqueta: "Parcela de 0,23 hectáreas, viñas plantadas en 1950 y 1985, selección masal. Terreno de arcillas y margas azules. Exposición sur, altitud 240 metros. Vino ouillé, nature. AOC Côtes du Jura"

Raphaël Monnier, Domaine Ratapoil

Raphaël Monnier, profesor de historia y geografía, inicia sus pasos profesionalmente creando su domaine de 3 hectáreas en 2009, hasta entonces elaboraba vino para consumo personal. Viñedo en Arbois, bodega en Arc-et-Senans.

Le Ratapoil 2012. Ensamblaje de antiguas variedades del Jura (enfariné, petit besclan, geuche...) vinificadas en maceración carbónica, sin aditivos. Lo noté rústico, pero con aromas claramente tendentes a frutos rojos. Preferible beberlo joven. De todas formas compraré de nuevo otra botella de este vino, para comparar, y algunas otras más que elabora. Os contaré.

Jean-Baptiste Menigoz, Domaine Les Bottes Rouges

También profesor y también elaboraba su propio vino para consumo personal. En un domaine de poco más de 3 hectáreas, cerca de Arbois, Jean-Baptiste Menigoz elabora distintas cuvées, siendo 2012 oficialmente su primera añada. Dos de ellas he probado.

Gibus Trousseau 2013 Arbois. Frutos rojos y especiados en una añada complicada. Alguna nota similar al cuero y muy ligero, muy bebible, para qué complicarse, se bebe como agua de frutas, se disfruta como vino. Vino de trago.

La Pépée Pinot Noir 2013 Arbois. Muy floral, de color aún más ligero que el anterior, con mayor acidez y más notas especiadas. Me gusta su nariz. Algo de carbónico en boca, solo al principio, es un conservante natural excelente. De todas formas, me gustó más el trousseau.

El 2013 es una añada complicada en el Jura, si en 2012 la cosecha fue floja, en 2013 sufrieron problemas de mildiu y granizo. Y mejor será no pensar en los graves problemas del reciente 2014 donde la mosca drosophila Suzuki, de origen asiático, ha destrozado una importante parte de la producción de la región. En cambio, la de 2011 fue una añada de excelente calidad.

Étienne Thiébault, Domaine des Cavarodes

Joven vigneron instalado en Cramans, en 2007, a pocos kilómetros de Arbois. Trabaja unas 4,5 hectáreas. Agricultura biodinámica y mínima intervención en bodega. Los tintos los vinifica en foudres, los blancos en barricas.

Savagnin Pressé 2011 Côtes du Jura. Ouillé. Acidez, fino amargor, nuez verde, piel de cítricos, flores secas, rico posgusto. Me gusta más en boca. La aireación le sienta bien, también al tinto que ahora os comento.

IGP Vin de Pays de Franche-Comté Rouge 2013. Ensamblaje de diez variedades, algunas antiguas de la zona como enfariné, mézy, portugais bleu, argan, gueuche, también las conocidas meunier y gamay, además de pinot noir, poulsard y trousseau. Muy interesante. Varias de las parcelas son más que centenarias y algunas de las variedades se creían ya desaparecidas.

Bonito color, casi rosado, incita a beberlo. Cierta rusticidad silvestre, con notas animales al principio dejando paso a aromas de campo, de tierra. Fruta ácida, pequeños frutos negros, cassis... Trago absorbente. Percibimos también notas especiadas. Sans sulfites ajoutés. Grado alcohólico 10,5%.

El viñedo del Jura ha disminuido de una extensión de 20.000 hectáreas hace unos 150 años a unas 2.000 actualmente. La filoxera, las dos grandes guerras y el éxodo rural con la llegada de la industrialización han sido las causas. La enfariné, prácticamente desaparecida, es una variedad tinta que a mediados del XIX ocupaba más de 1.000 hectáreas en el Jura. Con el tiempo se dio más importancia a las cinco variedades con más calidad que son las representativas hoy en día, las autóctonas trousseau, poulsard o ploussard y savagnin, y la chardonnay y pinot noir, largo tiempo establecidas en la región.

Pierre Overnoy en el libro "La parole de Pierre" habla de la importancia que suponía la enfariné por su aporte de acidez en las añadas cálidas, acidez debida sobre todo al ácido málico. Overnoy explica, dentro de un proceso más complejo, que esa mayor cantidad de ácido málico era de gran ayuda para quien trabajase sin adición de dióxido de azufre (SO2) al conseguir que la maloláctica no finalizara antes que la fermentación alcohólica evitando problemas.

Philippe Bornard

Philippe Bornard, instalado en Pupillin, muy cerca de Arbois, heredó el viñedo de su padre y trabajó durante años para la cooperativa vinícola del pueblo hasta que, aconsejado por uno de sus vecinos, Pierre Overnoy, inició su propio camino en 2005.

No es la primera vez que comento vinos de este vigneron, conocido y valorado entre los aficionados. Es el elaborador de "Ça va bien" (espumoso de savagnin), "Tant Mieux" (burbujas rosadas), "Point Barre" (ploussard), "Les Marnes" (savagnin), "Les Chassagnes" (savagnin ouillé), Vin de Pagaille... En fin, todos los vinos que hemos probado nos han gustado. El último que hemos disfrutado, su melon à queue rouge, es una delicia.

Melon le rouge queue 2011. El nombre de esta variedad blanca se debe al color rojo de sus tallos, algunos elaboradores la consideran una variante o prima de la chardonnay.

Placer desde el primer instante, equilibrio de fruta, acidez y alcohol. Rico, perfumado. Un vino redondo. Pensábamos comprobar cómo seguía al día siguiente, pero no llegó, estas botellas con la simpática etiqueta del zorrillo se acaban enseguida. Por cierto, parece ser que el animalito de la etiqueta se orienta hacia la derecha en los tintos y hacia la izquierda en los blancos.


Siete vignerons nombrados pero no los únicos. Faltaría hablar, otro día, de Jean Etienne, Antoine et Marie-Florence (Domaine Pignier), Kenjiro Kagami (Domaine des Miroirs), Céline y Steve Gormally (Domaine Les Dolomies), Fabrice Dodane (Domaine de Saint Pierre), Emilie y Alexis Porteret (Domaine des Bodines), Jean-Pascal y Péguy Buronfosse (Domaine Buronfosse), Alice Buvot y Charles Degan (Domaine de l'Octavin), Jean-Marc Brignot, Adeline Houillon y Rénaud Bruyère... La lista es larga. Jura no para.

Hasta la próxima.

Vicente

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domingo, 21 de octubre de 2012

OVERNOY, GANEVAT, TISSOT, MACLE… HABLEMOS DEL JURA Y SUS VINOS



He de confesarlo, estoy enamorado de los vinos del Jura: tintos frescos, frutales, especiados, de baja carga alcohólica; blancos con notas de frutos secos, magnífica acidez, complejos. Vinos definidos por su personalidad y singularidad.

En este pequeño artículo, nos adentraremos de forma general en esta interesante zona vinícola,  hablaremos de algunos de los más importantes vignerons y también de los vinos que hemos degustado últimamente. Espero que os guste.

Cinco cepas se cultivan en este viñedo de aproximadamente 2000 hectáreas, extendido a lo largo de unos 100 kilómetros de norte a sur y localizado en el este de Francia, en la región Franche-Comté, lindando con Suiza. Además de las conocidas Pinot Noir y Chardonnay (la más extendida, aquí llamada a veces Melon d´Arbois o Gamay Blanc), originarias ambas de la vecina Borgoña pero cultivadas desde hace siglos en el Jura, se trabajan otros tres varietales locales, la tinta Poulsard (denominada también Ploussard), la tinta Trousseau (relacionada con la Bastardo de Portugal y la Merenzao gallega) y la blanca Savagnin, conocida también como Naturé. Aunque se realizan ensamblajes entre distintos varietales, los monovarietales también son frecuentes.

Seis son las Appellations d´Origine Contrôlée: Arbois ocupa unas 850 hectáreas (desde 1970 el nombre Pupillin puede añadirse a la AOC para aquellos vinos obtenidos del terreno delimitado alrededor de este pueblo); Château-Chalon, AOC y también nombre del pueblo, 100% Savagnin y dedicado a la producción del Vin Jaune; L´Étoile, pequeña appellation de 56 hectáreas; Côtes du Jura, extendida a lo largo de toda la región vinícola; Crémant du Jura, espumosos elaborados según el método tradicional; y finalmente, Macvin, licor elaborado a partir de mosto y marc (aguardiente de orujo). 

En esta zona se cultiva la vid desde la época romana. Como curiosidad, mencionaremos la presencia española en esta región durante más de 100 años, desde mediados del XVI. A finales del XIX había más de 20.000 hectáreas dedicadas a la vid, sin embargo la filoxera, las dos guerras mundiales y las crisis económicas menguaron considerablemente su extensión. En la actualidad, encontramos vinos tintos, blancos, rosados, espumosos, vinos de paja (vins de paille, vinos dulces obtenidos a partir de uvas pasificadas de forma natural en estancias aireadas), vinos amarillos (vins jaunes) y vinos de licor.

Una de las más felices alianzas queso-vino es, sin duda, entre el famoso queso Comté y el Vin Jaune (vino amarillo). Este queso de larga reserva, seguramente mi preferido y llamado por muchos el rey de los quesos, se elabora exclusivamente con leche fresca de vacas locales de la raza Montbéliarde (unos 500 litros para un solo queso), se prensa en forma de rueda, de gran diámetro, y alcanza entre los 30 y 55 kilos de peso. Recibió la primera Appellation d´Origine Protégée. Su aroma afrutado y sus notas con recuerdos a avellanas y nueces conjugan perfectamente con el Vin Jaune. Este vino seco emplea únicamente la variedad Savagnin, tras su fermentación, madura en barricas de 228 litros sin ser llenadas por completo, favoreciendo la aparición de una fina capa de levaduras llamada voile (velo), similar a la flor de los vinos andaluces. Aquí, en este frío clima, la capa es más fina y no se emplea el sistema de soleras y criaderas. Este velo, además de preservar el vino, le transfiere aromas muy particulares (goût de jaune) recordando principalmente la nuez. El vino envejece seis años y tres meses evaporándose una gran porción del líquido, quedando de cada litro de mosto la cantidad de 0,62 litros que es a su vez la capacidad de la botella empleada denominada clavelin. Se trata de uno de los vinos más singulares, complejos y duraderos del mundo.


Vignerons

La palabra vigneron tiene difícil traducción exacta en España, tal vez vitivinicultor, sin embargo, opino que hay palabras que es mejor no traducir de su lengua original. Este bonito vocablo francés, en contraposición a los vocablos winemaker o enólogo,  describe perfectamente la labor del artesano tanto en el campo como en la bodega, y si bien es aplicable en la mayoría de las regiones vinícolas de Francia, lo es sin ningún tipo de titubeo en el viñedo jurasiano.

De nombrar un vigneron de referencia en esta zona, idolatrado a nivel mundial por todos los seguidores de las elaboraciones sin empleo de sulfuroso, ese es Pierre Overnoy. Influenciado por Jules Chauvet (considerado el padre del movimiento de los vinos naturales) vinificó en 1984 su primer vino sin sulfuroso. Nunca ha utilizado productos químicos (herbicidas, pesticidas, fungicidas…). Siempre a la búsqueda de vinos puros y vivos que den la expresión más auténtica de sus tierras y las características de la añada, este veterano vigneron, a lo largo de los años, ha conocido e intercambiado conocimientos con interesantes personas de idéntica filosofía vinícola, como Marcel Lapierre, Jean Foillard y otros amigos vignerons, con quienes fundó la Association Vin Naturels.  

Hoy en día, Emmanuel Houillon, formado en el oficio desde muy joven por Pierre, se ocupa del domaine Maison Pierre Overnoy de 6,5 hectáreas, asegurando la continuidad de la misma filosofía. Los Overnoy-Houillon no dejan entrar en sus botellas ninguna otra cosa más que uva.

Recomiendo la lectura del libro “La parole de Pierre”, editado por Méta Jura (yo lo compré vía internet a través de la librería Athenaeum). Desarrollado a través de 14 entrevistas con Pierre Overnoy, a quien tuvieron que convencer para la realización de la obra, nos permite conocer el trabajo y la experiencia de este hombre sencillo y ejemplar vigneron, en relación a la tierra, la viña, el vino… y otros aspectos, como indican sus palabras: “Estoy contra el culto a la persona. Cada vez que ha habido culto a una persona, no importa en qué país, eso ha conducido a catástrofes…” o “La Tierra, no son nuestros padres quienes nos la han dado, sino nuestros hijos quienes nos la han prestado”.

Los vinos de esta casa, etiquetados bajo la subdenominación Arbois-Pupillin se diferencian visualmente por el color del lacre de la botella: blanco para Chardonnay, amarillo para Savagnin, rojo para Ploussard.

Son vinos difíciles de encontrar debido a su pequeña producción. Recomiendo comprarlos allá donde los veáis. Quien prueba un vino de esta casa es como si bebiera por primera vez. Las dos últimas botellas que hemos disfrutado han sido:

- Arbois Pupillin 2009 Maison Pierre Overnoy (lacre rojo).
De capa media, visualmente entre el color rubí y el de un vino rosado. Últimas copas turbias. Aromas especiados, perfume a frutillos rojos, cerezas, fresas, uva, fresco, y largo. Un vino que invita a beber. ¡Qué bueno!

- Arbois Pupillin 2005 Maison Pierre Overnoy (lacre amarillo).
Precisa airearse en decantación. Color dorado y tonos ambarinos asemejándose al oro viejo. Cierta turbiedad. Ahumados, carácter oxidativo, manzana al horno, nuez, yodo, infusión, notas calcáreas, algo lácticas, salinidad. Potencia en boca, buena acidez y longitud. Complejo y profundo, sin artificios, puro. De gran personalidad. Vino ouillé, es decir, durante todo el periodo de crianza se ha utilizado el método del ouillage, de manera que el volumen de vino evaporado durante esos años (la parte de los ángeles) ha ido rellenándose de nuevo para evitar el contacto con el aire y protegerlo de una rápida oxidación.

Otro importante referente, localizado en Rotalier, practicante de la agricultura biodinámica, es Jean-François Ganevat. Emplea preparaciones a base de plantas naturales para proteger sus viñas (tisanas de ortigas, cola de caballo…), utiliza las levaduras indígenas presentes de forma natural en la uva, vinifica sin ayuda de sulfuroso, sin clarificación ni filtración… Recordemos que aparece como personaje en uno de los capítulos de la novela gráfica “Les Ignorants” de Étienne Davodeau, ya comentada en este blog.

Conocido como Fanfan por sus amigos, Ganevat elabora diversas cuvées bajo la appellation Côtes du Jura, y hemos tenido la suerte de disfrutar de algunas de ellas, bien cenando en uno de mis restaurantes preferidos, Ca Pepico (Meliana-Valencia), o bien comprándolos en la tienda Mesquevins (Moncada-Valencia):


  • Plein Sud Trousseau 2010. Delicioso. Especias, fresas del bosque, puro zumo fermentado, un placer en la mesa.
  • Cuvée Julien 2009. Pinot Noir. Color rubí, limpio. Nariz un poco reducida al principio, algo de ahumados, algo animal, explotando al poco hacia los frutos rojos, frescos, toques de regaliz, masa de pan, caramelo de fruto rojo. Ligero perlado en boca (un estabilizante natural). Recto. Digestivo.
  • Les Chalasses Vieilles Vignes Chardonnay 2008. Toques de limón, naranja, piña y curry. Con estructura. Excelente. Ouillé durante 24 meses.
  • Cuvée de Garde Assemblage 2006. Chardonnay y Savagnin al 50%. No ouillé, es decir, vinificado bajo velo, durante 48 meses. Muy interesante, con un gran potencial. Para guardar más tiempo, como indica el nombre.
  • J´en veux !!! Vin de table. Cuvée elaborada a partir de 17 antiguos varietales del Jura. Ligeras notas a piel y cuero curtido. Frutos rojos, pieles de cerezas, fresco, fruta y vino. ¡Vaya nariz! Tan solo 9,5 grados de alcohol y vinificado sin sulfitos, naturalmente.

El Domaine Jean Macle, dirigido actualmente por su hijo Laurent Macle, es una bodega imprescindible para entender los vinos del Jura. Además de su extraordinario y mítico Vin Jaune Château Chalon, elaboran un espléndido Côtes du Jura, ensamblaje de chardonnay y savagnin, y a precio asequible, los aromas del Côtes du Jura 2007 me recordó a la manzana madura y a los frutos secos. También elabora un Macvin. Pocas etiquetas y mucha calidad.

El Domaine André et Mireille Tissot, gestionado actualmente por Stéphane Tissot, trabaja varias parcelas en un total de 40 hectáreas aproximadamente de viñedo y, a pesar de su extensión, siguen métodos biodinámicos, ¡un esfuerzo enorme!. Elaboran varias cuvées, incluso vinos de paja (vins de paille). La primera vez que probé un vino del Jura, hace algunos años, fue de esta casa, un sorprendente Savagnin con claras notas a corazón de manzana.

Jacques Puffeney, Lucien Aviet, Julien Labet, Philippe Bornard, Étienne Thiebaud, Rémi Treuvey, Raphaël Monnier, Pascal Clairet… Frente a un mundo vinícola uniforme, la lista de vignerons jurassiens es larga y esperanzadora.

Los vinos del Jura no son muy conocidos en España, en cambio recuerdo su éxito en muchos de los wine-bars de Nueva York. Poco a poco vamos conociendo algo más sobre esta micro región vinícola francesa, lugar de origen del científico Louis Pasteur, quien realizó importantes avances en trabajos relacionados con la fermentación. Pasteur, como buen amante del vino, consideraba que una comida sin vino era como un día sin sol. Una de sus citas decía:

“Le vin est la plus saine et la plus hygiénique des boissons”
“El vino es la más sana e higiénica de las bebidas”

Vicente