Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

martes, 31 de enero de 2017

Doce vinos disfrutados en el 2016



Una vez más, a través de únicamente 12 botellas, trato de resumir la experiencia vivida y bebida durante el año anterior. No resulta fácil, en el 2016 he tenido la suerte de disfrutar de varias docenas de maravillosos vinos. De entre ellos, he elegido finalmente los siguientes 12. Son representativos de grandes momentos, de bonitos recuerdos asociados al vino, bien en casa o bien visitando otras ciudades (Lisboa, Toulouse, Singapur, Lyon, Tokio, Yokohama, París, Valencia...). Ha sido un año especialmente viajero. 

El orden de la lista es meramente cronológico.

1.- Savagnin 2011, Houillon-Overnoy

En Toulouse...

Botella con lacre de color amarillo, característico modo de identificar la variedad de las botellas de esta casa. En este caso, savagnin y ouillé. Mi mujer reconoce rápidamente estas botellas, bromea con que es fan de Pupillin.

En mis notas leo: "Buenísimo desde la primera copa, sin necesidad de utilizar decantador para que respire. Notas de frutos secos, cítricos maduros... Retrogusto magnífico. Puro placer".

Un vino equilibrado. Y un gustazo con los platos del Bistrot à Vins y Cave à Manger donde lo consumimos, Magnum, no lejos de la Place des Carmes en Toulouse. Fue un gran fin de semana, para repetir: Le Tire Bouchon, Le Temps des Vendanges, Bàcaro...

2.- Britannia Creek 2014, Yarra Valley, Patrick Sullivan


En Singapur...

El vino del viaje, asemeja agua de manantial vitaminada, para combatir el calor de Singapur. Fresco, muy buena acidez, notas frutales de melocotón, orejón y lichi. Es cristalino, limpio, puro, con un punto mineral, punto calizo, también algunos recuerdos a frutos secos y notas de miel. Es complejo, cada una de las cinco variedades presentes aportan sus características: sauvignon, chenin, muscat, semillon y chardonnay. Delicioso.

Esta botella la compramos en Burnt Ends. Tras comer en este magnífico restaurante especializado en carnes a la brasa de extraordinaria calidad, nos llevamos este vino de su bodega para disfrutarlo en el hotel. El chef de Burnt Ends es australiano, Dave Pynt; también el sommelier, Andrew Cameron, a quien puedo considerar el introductor del vino natural en Singapur.

Los vinos de Patrick Sullivan siempre están entre mis preferidos. Otro de sus increíbles vinos lo disfruté mucho más cerca, junto a mis amigos y gracias a José Luis Llorens de la tienda Bodegas Santander en Valencia.


3.- Harddèche 2013

En Lyon...

Vino de Jean-Marc Brignot y Anders Frederik Steen, cabernet sauvignon y carignan del Domaine du Mazel, el domaine de Gérald et Jocelyne Oustric, en Ardèche, como habéis adivinado por el nombre de la cuvée. El vino estaba en un momento tremendo, como dirían mis amigos franceses: SUPER CANON !!


Disfrutado en el bar à vins Le Vin des Vivants. Uno de mis rincones preferidos de esta ciudad. Y hay unos cuantos: Ô Vins d'Anges, Vercoquin, Restaurant Café Sillon...

4.- Nana-Tsu-Mori Blanc de Noir 2014, Hokkaido, Takahiko Soga

En Tokio...


En el downtown, zona con abundantes tabernas japonesas, las llamadas izakayas. Una destaca, Nimousaku, donde su propietario Hidaka san nos ofreció esta botella de pinot noir con algo de botritis de la isla de Hokkaido. ¡Cuánto nos gustó! Precioso color, brillante, atrayentes aromas frutales, leve fragancia de podredumbre noble, acidez agradable, delicado, de rico sabor y final prolongado. Delicioso.

No os extrañe tanto que incluya un vino japonés entre mis preferidos del año, durante nuestro viaje probamos varios vinos de 5 ó 6 vignerons japoneses, todos vinos de gran calidad. Los de Eishi Okamoto también están entre los inolvidables. Su domaine, Beau Paysage, se encuentra en la zona de Yamanashi, al pie del majestuoso Monte Fuji.

5.- Not for highway use (2014), Pierre Beauger


También en Tokio... Sauvignon blanc de Pierre Beauger, un vino indescriptible, de fantasía, un OVNI (objeto vinícola no identificable). Sus vinos siguen sorprendiéndome. Degustado en Le Verre Volé à Tokyo.

Una noche de risas, fotos, selfies y extraordinarios vinos, acompañados por Shisanku Katsuyama san, pionero del vino natural en Japón abriendo el primer bistrot bar de vinos en el año 1993 en Tokio. También presentes el chef del local y el propietario, Ryotaro Miyauchi san, quien trabajó durante 7 años en Francia.

El vino de Pierre Beauger es uno de los vinos del año, pero también destacaría la siguiente botella que disfrutamos en el mismo bistrot: Pourbis (2014) de Aurélien Lefort, también de Auvergne (Auvernia) y de limitadísima producción.


6.- Pétillant Naturel Noir de Noir, Lucy Margaux, Anton Van Klopper

En Yokohama... Ya sabéis de mi afición por los pet'nat. Pinot noir de una de mis bodegas preferidas en el mundo, localizada en Adelaide Hills. Estaba muy muy vivo, fresco, divertido, jugoso y con deliciosos aromas de cerezas, fresas y fruta escarchada. Su fermentación se realiza en recipientes de cerámica de forma ovoidal.


Botella degustada en nuestra estancia en Japón, en concreto en un pequeñísimo bar de vinos ubicado en Yokohama y que dado su tamaño pienso que cuenta con la mejor selección de vinos por metro cuadrado que he podido ver hasta el momento, de acuerdo a mi gusto. Sabatora es su nombre, pero para encontrarlo mejor fijaros en las botellas vacías que tienen sobre el suelo en su entrada a modo de decoración, pues el nombre está rotulado sólo en japonés.

Y dada mi afición, de entre los numerosos pétillants naturels que he abierto en el último año nombraré otro también fantástico: Bullette dans ta tête, gamay de Vincent Marie, domaine No Control, en Auvernia. Esta vez disfrutado más cerca, en casa.


7.- Vent Y Tourne 2013, Patrick Desplats

En París...

Gamay, cabernet sauvignon y pineau d'aunis. Anjou. Vino delicioso de uno de mis vignerons preferidos, Patrick Desplats. Disfrutado en el 20º distrito, en la rue Ménilmontant, donde se localiza Le Lapin Blanc, bistrot dirigido por Claire y Gaelle. Cocina casera y vinos naturales. En nuestra última estancia en París, nos acercamos con gusto para saborear su menú, formule midi, de precio ajustadísimo.


8.- Ageno 2011, Emilia Romagna, La Stoppa - Elena Pantaleoni

También en París...

Hacía tiempo que no bebía este vino, creo recordar que la última vez fue un 2007. Acompañando los platos de uno de los lugares de París donde se come de maravilla, el restaurante del chef Giovanni Passerini, este 2011 se mostró tan bello al beberlo como su color. Malvasia de candia, ortrugo y trebbiano.


9.- La Combe, Jean-Marc Brignot

París... Un extraordinario vino del Jura, de uno de los grandes, a quien conocimos no hace mucho en su residencia actual, en la preciosa y tranquila isla de Sado, en Japón. La botella, mejor dicho, dos botellas, las disfrutamos en un par de visitas a La Cave Paul Bert. Bar de vinos, pequeño, con buen ambiente y donde preparan varios platitos para acompañar la excelente selección de botellas.


10.- La Grande Journée 2012, Jean-Yves Péron

París da para mucho... Altesse en maceración. Bebido con sumo placer, en la Cave Septime, bar de vinos al que tenemos especial cariño. Es enano, el local antiguamente lo ocupaba un reparador de zapatos, aún se puede observar el rótulo, Cordonnerie. Y es acogedor, nos gusta la música que suena, su ambiente, los platillos que preparan y... la tremenda selección de vinos. Tres botellas más de distintos vinos cayeron cenando aquella noche, pero después del grandioso vino de Jean-Yves era casi imposible superarse.


11.- La Cuvée du Pépé Chardonnay 2008, Jean-François Ganevat

En Valencia se localiza uno de mis restaurantes preferidos, en éste y otros planetas: Ca Pepico. Un lugar para comer muy bien y beber de maravilla. De mi última visita y entre los distintos vinos que abrimos, aunque sea difícil de elegir sólo uno debido a la calidad de los demás, me quedo con esta botella de Jean-François Ganevat. Magnífico. Sans Ouillage, 7 años bajo velo de flor. Ganas tenemos de volver a visitar este restaurante.


12.- Chérubin 2007, Domaine de l'Octavin

En Barcelona, en La Volátil, un lugar en el que estamos muy a gusto. En la última visita del pasado año, en éste ya hemos vuelto, destacó un vino por sus características, Chérubin 2007 de Alice Bouvot y Charles Dagand, domaine de l'Octavin. Fue en esa añada 2007 donde utilizan por primera vez una botella de 75 cl de capacidad en lugar de la famosa clavelin de 62 cl, debido a que su vino dejó de estar clasificado de forma oficial aún siendo un Vin Jaune. Tampoco puede aparecer esta palabra en su etiqueta. Envejecido durante 7 años bajo velo de flor (sans ouillage), se trata de un vino delicado, sutil, puro, extraordinario, de enorme frescura y preciosa acidez... tanto mejor en botella de 75 cl, por la cantidad a disfrutar.


Hasta aquí la lista de mis 12 vinos del 2016. Posiblemente es el año en que mejor he bebido: varios vinos de Tom Shobbroock, de Gareth Belton, Kenjiro Kagami, Stanko Radikon, Claude Courtois, Samuel Boulay, Jean-François Chéné, Daniel Sage, Aurélien Lefort, Eric Pfifferling, Valentin Valles, Nicolas Renaud, Renaud Bruyere et Adeline Houillon, Emilie et Alexis Porteret, Clos Rougeard... Vinos extraordinarios, cualquiera de ellos podrían incluirse en mi lista de doce vinos disfrutados durante el pasado año.

Como siempre, el vino es para recordar, nunca para olvidar. Hasta pronto.

Vicente

lunes, 30 de enero de 2017

"MIS VINOS DE 2016" por Juan Luis Vanrell



Insisto en mi razonamiento del año pasado: “La felicidad no se puede comprar, pero siempre podemos comprar vino, viajar o disfrutar de la familia y de los amigos para conseguirla. "Mis vinos de 2016" es la suma de un buen montón de momentos felices. Muchos de los vinos que aquí voy a nombrar son de un nivel importante, otros no tanto, pero todos ellos me hicieron muy feliz por su calidad, por disfrutarlos con quien los disfruté y en el lugar en el que lo hice.”

El listado no tiene un orden cronológico, ni tampoco un orden de preferencia, ya que me resulta complicado establecerla. Estos son mis vinos, mis momentos, de 2.016:

1) 1982 GAIUN MARTINENGA. BARBARESCO. MARCHESI DI GRESY

Dedicado a Paco, Esteban, Mario y Vicente.

Este vino representa a la perfección el viaje al Piemonte que hice en octubre con mis amigos Paco, Esteban, Mario y Vicente. Bebimos grandes vinos. Comparamos Barolos y Barbarescos desde los 70 a la actualidad, arrasamos la Enoteca Grandi Vini de Alba, comimos trufa, pasta, y todo lo que nos pusieron en un plato. Diversión sana y desmesurada. De todos los vinos que bebimos –que no fueron pocos- he escogido este por su finura, su elegancia, su perfume misterioso, a monte umbrío, mojado, y sin embargo seductor. Fueron cuatro días inolvidables, desde el primero hasta el último.

2) BREZE 2011. SAUMUR. CLOS ROUGEARD

Los vinos del Loira me encantan. El nivel que hay, en términos generales, es excepcional. Tanto en blancos como en tintos. Sin embargo, Clos Rougeard es especial. La finura y complejidad de sus vinos supera la gran mayoría de vinos que he probado de la región. Este Breze 2011 es una de esas joyas de chenin blanc que te cautivan simplemente hundiendo la nariz en la copa. Lo bebí una noche de noviembre en Ca Pepico, con mis amigos, y lo volveré a beber porque tengo una botella en casa ;-)

3) LES POYEUX 2011. SAUMUR CHAMPIGNY.
CLOS ROUGEARD

Si antes hablaba de la chenin blanc de Clos Rougeard ahora le toca el turno a esta maravillosa cabernet franc. Una uva que quizás -e injustamente- esté a la sombra de la cabernet sauvignon, pero que bien trabajada produce unos vinos tan serios como aquéllos, pero con mayor frescura. Les Poyeux 2011 era uno de esos vinos: complejo, minado de matices, y sin embargo muy fresco.

4) FINO LA BARAJUELA 2013. JEREZ. LUIS PEREZ

Jerez, siempre Jerez.

En mis entradas de años anteriores siempre han abundado los vinos de Jerez. Este año también podría ser así, sin embargo me voy a centrar en un solo vino: La Barajuela 2013. Lo realmente importante es la evolución que empieza a haber en Jerez con la aparición de los vinos sin encabezar. Es el culto al suelo, al trabajo de viñedo. Un palomino fino con hechuras de grandísimo vino que mejorará con los años. La Barajuela es el vino más serio de los que he probado, pero en esta línea hay muchos otros que van a marcar, posiblemente, el futuro del Marco de Jerez, sin olvidar, por supuesto, los vinos más tradicionales.

5) GRAND CRU RESERVE. BRUT BLANC DE BLANCS. AVIZE. DE SOUSA

Dedicado a Paco y Esteban.

El mejor champagne que me he bebido en un tren. Sólo mis amigos Paco y Esteban pueden comprender el por qué. Comprado en una pequeña tienda de Sevilla, tras regresar de Vinoble. El vino es lo de menos, lo aseguro, y eso que estaba muy bien. Pero la merienda que nos metimos con jamón, lomo ibérico y este champagne, más las risas que nos echamos fue impagable. Luego la cosa se complicó bastante… pero eso es una historia bastante más larga que quedará en nuestros recuerdos para siempre.

6) EXTRA BRUT BLANC DE BLANCS 2005. OGER. CLOS CAZALS
        
Dedicado a Esteban.

No hay vino que sepa mejor que el bebido en el viñedo donde ha nacido. Eso mismo es lo que me sucedió con este vino que bebí en un nuestro viaje a Champagne con mi amigo Esteban. En Champagne apenas hay closes, algo que precisamente íbamos comentando cuando pasamos por delante de este clos sin saber que era nuestro destino final. Beber esta maravilla in situ, con dos generaciones, que además nos agasajaron con un ágape y con casi todos los vinos de su bodega, ha sido una de las grandes experiencias vinícolas del año.

7) LA CUVEE DU PÉPÉ. JEAN FRANÇOIS GANEVAT

Dedicado a Pepe Ferrer.

El Jura es uno de esos paraísos perdidos y desconocidos para mucha gente. No saben los que se pierden, aunque hay veces que es mejor vivir en la ignorancia... He bebido muchos vinos del Jura y en breve beberé bastantes más. Ganevat es uno de los grandes, no sólo del Jura sino de todo el mundo del vino. Puedo asegurar que todas sus cuvees son excelentes, pero La Cuvee du Pépé es uno de esos vinos que se quedan clavados en el corazón. Nuevamente en Ca Pepico, el Jura en Valencia.

8) CUVEE LES REISES 2012. POULLY-FUISSÉ. ROBERT DENOGENT

Dedicado a Vicente Casquel.

Les Reises ha sido uno de mis vinos de cabecera del año. Es uno de los chardonnays que sorprende por su relación calidad precio. Todo en su sitio, perfectamente colocado, muy redondito, con sus pipitas que siempre te llevan a la Borgoña. La chardonnay es la uva con mayor facilidad de adaptación en el mundo, pero conseguir una gran chardonnay es otra historia. Esta lo es, aunque en la Borgoña posiblemente resulte más fácil.

9) ET POURTANT. MACON. PHILIPPE VALLETE

Dedicado a Vicente Espinosa, por descubrírmelo, y a mi grupo de Cata Garrigues con el que me lo bebí en una cata.

Este es un vino debe ser decantado un par de horas como mínimo. Después este Macon se convierte, prácticamente, en un Meursault. Ese perfume tan reconocible de Meursault… Increíble su evoluciA  Philipen breve beberin situ cible su evolucias como mba Borgoña. El año que vporques vinos del Jura y en breve beberin situ cón. A Philippe Vallete no le dejaron incluir este vino dentro de la DO Macon por no cumplir con sus requisitos. A pesar de ello Philippe sacó este vino fuera de la DO… Y sin embargo… (Et pourtant).

10) LES FEUSSELOTTES 2013. PREMIER CRU. CHAMBOLLE-MUSIGNY. DOMAINE CECILE TREMBLAY

En Mayo organicé una cata de pinot noir con mis amigos. Hubo muchos y variados, todos ellos de las diferentes zonas de la Borgoña. De todos los vinos que bebimos este vino me robó rotundamente el corazón. Cierto es que resulta fácil que cualquier Premir Cru de Chambolle-Musigny te impresione (curiosamente no hay grands crus), pero la elegancia y finura, características propias de este vinazo, estaban tan marcadas que me recordaron la urgencia de regresar a la Borgoña.

11) CHERUBIN 2007. JURA. DOMAINE DE L’OCTAVIN

Dedicado a Vicente, Mª Cruz, Paco y Esteban.
Jura otra vez. No es una casualidad…

Vaya fin de semana de vinos naturales que vivimos en Barcelona de la mano de Vicente y Mª Cruz. Bar Brutal, El Anima del Vi, La Granja Elena, La Volatil… Todos los vinos bebidos fueron excelentes, pero este Vin Jaune es, posiblemente, el mejor que haya bebido nunca. Esa grappa fina –que dice mi partner- era tan delicada que te subía al cielo, aunque tuviera la sensación de estar pecando del placer que ofrecía.

12) GRAN FONDILLON RESERVA 1964. ALICANTE. CULEBRÓN

Dedicado a Andrés, Rafa y Paco.

Fondillón, rey de vinos. Vino de reyes. ¿Si el Fondillón fuera francés otro gallo nos cantaría?. ¿Cómo es posible que hayamos dejado en el olvido este vino de ultra tumba y a la vez de aromas y sabor celestial? ¡Ay, esta España nuestra, esta España mía! Mi amigo Andrés decidió rescatarlo del olvido en otra noche mágica y divertida, que sólo pueden comprender los mentados y un servidor.

Esta es una pequeña selección de los vinos que he bebido en 2016, pero ha habido muchos otros vinos y con ellos grandes momentos. No quiero olvidarme de ninguno ni de nadie, así que gracias a todos aquellos con los que he compartido un vino en el 2016, porque seguro que fue un momento feliz.

Juan Luis Vanrell


Fotografía y texto Juan Luis Vanrell