Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

lunes, 29 de febrero de 2016

Le Temps des Vendanges, Bàcaro... Sitios que no te puedes perder en Toulouse (2ª parte)



Continuamos en Toulouse disfrutando de la ciudad y de nuestra afición, en esta ocasión comentamos la comida y cena en dos lugares que aconsejo no perderse:



Tienda y bistrot localizado en el nº 9 de la Place Estrapade, en el barrio de Saint Cyprien, cruzando el río Garona, muy cerca del centro de exposiciones y museo Les Abattoirs. Es la primera opción que tenía anotada en mi lista de visitas. Amandine y Eric Cuestas dirigen este local de carácter familiar desde 2002. Eric nos guardaba la mesa situada bajo los magnums de la tienda.


En la pizarra figuran 3 primeros platos a elegir y 3 segundos, aparte de la tabla de quesos o charcutería y de los postres. Pienso que se acierta eligiendo cualquier plato, los que nosotros degustamos eran apetitosos, sustanciosos (pressé d'oreilles de goret y salade de radis noir, sauté d'agneau aux épices, boulgour et légumes...). Un plato de quesos es imprescindible para nosotros, trabajan con el afinador de Lyon, Maison Janier. Delicioso el queso de un pequeño pueblo del Vallée d'Ossau.

En cuanto a mi objetivo principal, y recordando el primer vino degustado a nuestra llegada a Toulouse, en Le Tire Bouchon, elijo de entre las numerosas botellas de los estantes Les Hauts de Bonaguil Canta Maniac 2013. Un rosé algo espumoso, naturalmente sin sulfitos añadidos. Realizado con la estimable ayuda de Alain Castex, vigneron de Banyuls. Así indica la etiqueta y así confirma nuestro vecino comensal de la mesa de al lado, el elaborador de la cuvée, el propio Stéphane Deligny, ¡casualidades de la vida! El amable Stéphane nos informa que se trata de sauvignon y gamay y de nuevo sauvignon y gamay, todo prensado y con remontados. También piensa que el 2014 es mejor. Nosotros notamos frutos rojos, carácter mineral y especiados en un vino para beber a cualquier hora del día. Canta Maniac recuerda el nombre de la cuvée Canta Mañana de Castex.


Tenía dudas sobre qué vino tomar a continuación. Eric Cuestas me ofreció una botella que parecía sacada de mi pensamiento y gusto: Terroiristes L.14 de Robert y Bernard Plageoles (Gaillac). Se trata de un ensamblaje de nebelescol, piquepoul gris, marocain gris, morrastel, mourtes, jurançon noir, prunelart blanc, prunelart noir, verdanel, duras y mauzac vert, todas ellas variedades locales fermentadas en conjunto. Con menos de 5 mg/l de SO2 libre y 25 total. La etiqueta, casi de culto, en el wine bar Terroirs de Londres cuelga enmarcada, está realizada por Louise Sheeran.

El vino, carafé (servido en decantador), se muestra desde el primer momento floral, con aromas que recuerdan las fresas silvestres, parece un poulsard. Es turbio, ligero, pero profundo. ¡Qué bien entra!


Por último, degustamos una copa dulce de Mauzac Roux 2014, de la misma bodega, invitación de la casa, y tras un vistazo por las dos enormes estanterías laterales de la tienda elegí algunas botellas para llevarme, el magnum de L'Anglore aux Foulards Rouges, Roulpapille, una cabernet de Didier Chaffardon, y un ejemplar de Racines Blanc de Claude Courtois, ¡vaya regalos me hago!

Además de tienda física y bistrot (precio botella más sólo 6 €, creo recordar), Le Temps des Vendanges también es tienda de vinos on line, de hecho a fecha de hoy he recibido perfectamente mi último pedido, vinos de Philippe Valette, Yvon Métras, Valentin Valles y Daniel Sage.

Como tienda únicamente virtual existe otra dirección en Toulouse muy a tener en cuenta, Vin nouveau de Franck Bayard. No desaprovechamos la ocasión para contactar con él (mediante la información de Eric Cuestas) y aumentar el peso de nuestra maleta con el preciado líquido.



Restaurante en funcionamiento desde hacía 4 semanas a fecha de nuestra visita. Localizado en el nº 9 de la rue du Pont Guilhemery. Disponen de una enorme barra cuadrada en el centro del animado local y varias mesas alrededor. Para los vinos nos atiende Manuel, tienen una amplia carta pero me centré una vez más en los vinos de la zona, y lo más naturales posible. Tras comentar algunas de las referencias me decido por dos botellas, tenía sed, Lestignac Blanc 2013 y Maximus 2014 de Nicolas Camarans. El primero, tensión y frescura, es una mezcla de sauvignon, semillon, muscadelle y ugni blanc elaborado por Mathias et Camille Marque (Château Lestignac) en Bergerac. El segundo vino se trata de la variedad tinta fer servadou, conocida en Aveyron como braucol, redondo y fácil en boca, afrutado, huele a palo de rosa, también a raspón. Maximus está bien, pero el vino que más me sorprendió, muy gratamente, fue el blanco de Lestignac.



De comer, mientras degustamos el aperitivo de mantequilla con algas, optamos por una selección de 5 platos incluido postre dentro de un menú que denominan Transversal, también es posible elegir distintos platos de la carta a modo de tapas.

En resumen, buena cena, buena música, carta extensa de vinos, gran ambiente, encuentro con recientes amistades (Fabien, Eric...) y apuntes para nuevas visitas (restaurant Solides).

El último día durante nuestra estancia en la ciudad recorrimos tres de sus más importantes mercados, Marché de Saint-Aubin (al aire libre), Marché des Carmes y Marché Victor Hugo, en cuyo primer piso, donde se encuentran algunos restaurantes, nos despedimos con uno de los platos tradicionales de la región, el famoso cassoulet.

Hasta pronto Toulouse.

Vicente

domingo, 28 de febrero de 2016

Tiendas, bistrots y restaurantes de Toulouse: Le Tire Bouchon y Magnum. Para repetir una y otra vez (1ª parte)



Toulouse, atravesada por el río Garonne y el Canal del Midi, es una tranquila y conocida ciudad del suroeste francés a mitad de camino entre el Mediterráneo y el Atlántico. Una ciudad de tono rojizo debido al característico color de sus edificios más antiguos, de ladrillos vista.

Varios lugares destacan: Place du Capitole, Catedral de Sainte-Etienne, mercados, plazas, puentes... Y el tipo de local en el que yo disfruto sobre todo, pequeño, familiar, con oferta de producto artesano, de elaboración casera y un sinfín de vinos, vinos naturales: 


Bistrot y cave localizado en el número 23 de la Place Dupuy. En funcionamiento desde hace 23 años. Philippe Lagarde lleva esta pequeña pero importante tienda de vinos convertida en bistrot al mediodía. Su esposa Laurence elabora un delicioso menú que podemos acompañar con cualquier botella de entre las múltiples referencias del local.

De primeros elegimos la soupe de letucce, crème fraîche y semillas de girasol y la cocotte de canard y parmentier, muy buenos. De segundos, unos sabrosos raviolis caseros rellenos de verduras y el agneau blanc, con castañas, boletus... De postre, souflé Grand Marnier y Mascarpone de café. Poseen pocas mesas, unas tres en la planta y dos o tres más abajo, así que mejor reservar.

Para beber, en nuestro caso fueron 2 botellas. Mis preferencias eran vinos de la zona, lo más naturales posible, a partir de ahí me dejé llevar por los ofrecimientos de Lagarde, un acierto asegurado:


Una chardonnay, Les hauts de Bonaguil 2012, de Hélène Bassas y Stéphane Deligny. Al principio algo reducido, iba mejorando en el decantador, un blanco complejo, sin sulfitos añadidos, prometía mucho, seguro que al día siguiente estaba fantástico, pero no quedó. Se trata de una pequeña producción, tal vez unas 2000 botellas, y además ésta es la cuvée más simple, ¡caramba! Nos cuentan que Stéphane es arquitecto de profesión, diseñó y decoró precisamente el restaurante donde cenaríamos al día siguiente, Bàcaro. La casualidad hizo que además coincidiéramos con este elaborador comiendo en Le Temps des Vendanges. Ya os cuento.


Le Tour 2014, de l'Ostal, de Louis y Charlotte Pérot. Un tinto joven, 100 % malbec, llamada auxerrois en la región, en Cahors. El mismo vigneron diseña sus etiquetas, cambiándolas cada año, su anterior profesión era la de librero.

El vino, parece mosto de frambuesa por su bonito color, tiene algo de gas carbónico, también acidez y sabor a fruta, nos gustó mucho beberlo. Me sorprendió gratamente esta malbec.

Este sitio resultó el lugar ideal donde comenzar nuestro recorrido por la ciudad. Constatamos algunas direcciones, me recomendaron otras, me ayudaron a organizar un par de reservas en sitios imprescindibles, rollo vino, y charlamos con Philippe y Fabien, uno de sus clientes asiduos, de esta afición tan apasionante de la que siempre se aprende algo más. Muchos vinos, vignerons y bistrots nombramos durante la conversación: Jean-Marc Brignot, Overnoy, Courtois, Desplats, Beauger... sin faltar la historia de Eric Callcut y sus anhelados vinos. También mencionamos amigos o conocidos comunes, el mundo del vino no es tan grande.

Comimos y bebimos tan a gusto como en casa, Le Tire Bouchon siempre será el lugar de partida en todas nuestras próximas visitas a Toulouse.



Al mediodía en Le Tire Bouchon y por la noche en este bonito y pequeño local situado en el número 5 de la rue de Perchepinte, no lejos de la Place de Carmes. Buena música de fondo, barra lateral, algunas mesas altas con taburetes y una enorme estantería en la otra pared  lateral repleta de botellas, es gracioso ver entre ellas una foto del actor protagonista de la serie de televisión de los ochenta Magnum. Disponen de tapas y varios platos que van cambiando frecuentemente. Quisimos probar algunos de estos últimos:

Sashimi de boeuf Aubrac (raza bovina) à la japonaise. Macerada en sake, con láminas de ajo, jengibre, cebolleta y sésamo. Magnifique!

Oeufs mollets, espuma topinambour, foie gras, truffe et noix. El topinambour en combinación con las nueces asemeja también el sabor de la trufa. Un plato exitoso.

Céviche de rascasse (pescado), mangue, coco y piment végétarien (no picante). Muy refrescante, pensaba que este plato iría mejor al principio, pero no, éste era su momento.

De postre, tabla de 4 quesos de la famosa fromagerie Xavier, situada junto al mercado de Victor Hugo. Destacó la porción de Saint-Nectaire, queso de leche de vaca de la zona de Auvergne (Auvernia).

¿Qué os parece? Nosotros estamos deseando probar nuevos platos en la próxima visita.

Otra pareja que trabaja juntos, Jérôme Rey en las mesas sirviendo, y con grandes conocimientos de vino, y su mujer cocinando así de bien. Llevan 5 años en este local, llamado Le Vinea al principio, pero muchos más años en la profesión.

Para beber, difícil elección, viendo que no disponían de muchos vinos de la zona, se me abrió un amplio abanico: vinos de Philippe Jambon, de Meyer, Binner, Ganevat, Métras, Eric Pfifferling... No me pude resistir a elegir dos botellas en lugar de una.


Bourgogne Blanc 2012 de Jean-Marie Fourrier. Ganas tenía de probar esta chardonnay, sus pinot noir son una delicia. Servido en erlenmeyer de 2 litros de capacidad. Notas cítricas, acidez, potente y fino a la vez, va mejorando. Proviene de una sola barrica.

Savagnin 2011 (lacrado amarillo) de Houillon-Overnoy. Ouillé. Buenísimo  desde la primera copa, sin necesidad de utilizar decantador para que respire. Olfato de frutos secos, nueces, cítricos maduros... Retrogusto magnífico, puro placer. Es equilibrado. Además de un gustazo para estos platos. No es la primera vez que probamos los vinos de esta casa, mi mujer reconoce rápidamente estas botellas, bromea con que es fan de Pupillin. 


El precio de las botellas es el marcado en ellas, esto como tienda, servidas y consumidas en el local suma 8 euros. No acabaron aquí los detalles de esta velada, me llevé una botella de Xavier Caillard, su tinto, el blanco es casi imposible de encontrar. Acepto detallazos.

Definitivamente, Toulouse vale la pena. Continuamos...

Vicente