Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

viernes, 7 de septiembre de 2018

RAW WINE BERLIN 2018 - The artisan wine fair



Cuando me enteré de que la 4ª edición de la RAW Wine Fair en Berlín se celebraba por primera vez en primavera, decidí acudir y revivir buenos momentos, los propios de la RAW que ya experimenté en Londres y los que ofrecía la ciudad de Berlín, que no visitaba desde hacía mucho.

El lugar destinado a este importante salón internacional de vinos fue el bonito Markthalle Neun, mercado localizado en el barrio de Kreuzberg, construido a finales del XIX y reabierto desde 2011. El evento tuvo lugar los días 13 y 14 de mayo, domingo y lunes, como es habitual en la RAW.

RAW es una de las más importantes ferias de vinos naturales que se celebran en el mundo. Creada y organizada por Isabelle Legeron, actualmente se sigue celebrando anualmente en Londres y se ha extendido en los últimos años a Berlín, Nueva York, Los Ángeles y este año se celebrará también en Montreal.

Durante los dos días de celebración recorrimos numerosas mesas, centrándonos sobre todo en los productores alemanes y austriacos, pero sin olvidar otros de gran interés. Probamos vinos de EEUU, de Sudáfrica, Suecia, Francia, España, Polonia, Georgia, Grecia...

De entre decenas y decenas de elaboradores presentes y cientos de referencias donde elegir, nuestro recorrido, contado resumidamente, fue el siguiente:



Trabajan en la zona vinícola de Rheinhessen, situada al oeste del río Rin. Fue la primera mesa que visitamos. Cultivan sus 16 hectáreas según los principios de la biodinámica. Empezamos degustando la sidra que elaboran, Cidre Sàndor 2017, 7% de graduación alcohólica, creo que es su primera sidra, y al poco probamos su Pétillant Naturel, 11%, añada 2016, elaborado a partir de variedades que oigo por vez primera (bacchus, huxelrebe y ortega). Muy buenos, tanto la sidra como el pet nat.


Del resto de la mesa nos encantó su Rosé, también 2016, (merlot, pinot noir, portugieser y dornfelder), luego nos enteramos que se trata de una botella bastante buscada por los aficionados a esta bodega. Ahora también por mí. A los dos días, en el Ottorink, el bar de vinos más antiguo de Berlín, tuve la oportunidad de beber unas copas del Müller-Thurgau 2016 en formato magnum, me pareció colosal.



En la mesa continua probamos los vinos de los jóvenes hermanos Brand, 5ª generación que ha retomado la bodega familiar localizada en Bockenheim, en la región de Pfalz (Palatinado). Cuentan con 18 hectáreas.

Nos sorprendieron muy gratamente. Estupendos el Pet Nat Rosé 2017, pinot noir y portugieser, y el Pet Nat de silvaner y pinot blanc. También el resto de vinos: Wilder Satz 2017, blanco coupage de chardonnay, müller thurgau y sylvaner; Wildrosé 2017, elaborado a partir de la variedad blauer portugieser y pinot noir, que como su nombre indica, se muestra salvaje y de nuestro gusto; su tinto, Flora 2016, nos descubrió una variedad desconocida por mí hasta entonces, dornfelder. Son vinos frescos, frutales, secos y de baja graduación alcohólica.




Hemos bebido varias veces algunos de los vinos de esta bodega localizada en Franconia, y cada vez nos gustan más. Disponen de 6 hectáreas. En esta ocasión, de entre los vinos que traían, destacó para mi gusto su Wilde Heimat 2015, silvaner cultivada en parcelas más altas, vinificada en contacto con las pieles y utilizando barrica, aunque no se note la madera en ningún momento. He de decir que nos gustan todos sus vinos. A los pocos días tras la feria, en uno de mis lugares favoritos en Berlín, Motif Wein, localizado en Neukölln, tuvimos la suerte de disfrutar con su Bat-Nat 2016, un pet nat de schwarzriesling (meunier), de color rojo, sumamente fresco, buena acidez y definitivamente delicioso.

Hasta ahora tres bodegas alemanas de gran nivel. Algún productor alemán más presente en la feria nos faltó probar. Stefan Vetter, en la zona de Franconia, también destaca. Una botella para nosotros dos de su Sylvaner 2015 la degustamos con entusiasmo comiendo en S.Bart, un pub-restaurante de vinos que visitamos en el barrio de Kreuzberg en días posteriores a la feria.



Localizados al este de Austria, en Oggau, cerca del lago Neusiedler, en la zona vinícola de Burgenland, al límite con Hungría, donde trabajan 18 hectáreas cultivadas según los principios de la biodinámica. Es una de las bodegas austriacas que más fama ha adquirido desde hace unos pocos años. Se lo merece.


En su mesa estaban presentes las tres únicas elaboraciones de una añada que había resultado climatológicamente difícil pero sin embargo bien resuelta con un tinto, un rosado y un blanco, mezcla cada uno de ellos de distintas uvas que suelen ir destinadas a diferentes vinos. Así, su Weiss 2016, variedades grüner veltliner, weissburgunder (pinot blanc), gewürztraminer y welschriesling, es la mezcla de las elaboraciones destinadas hasta entonces a los vinos Timotheus, Theodora, Emmeram y Mechthild. Este blanco me pareció fascinante, por su complejidad y disfrute a partes iguales.



La actual generación de esta bodega localizada en la región de Burgenland la componen las hermanas Susanne y Stefanie Renner, quienes elaboraron su primera añada en 2015. Cuentan con 13 hectáreas. Había probado en una ocasión uno de sus vinos y al conocer que estaban presentes en esta feria, tenía marcada su mesa en mis anotaciones como visita imprescindible. Verdaderamente sus vinos me encantan, blancos, tintos, tremendo Zweigelt 2016, y también su Rosé Waiting for Tom 2017 (blaufränkisch y zweigelt). In a hell mood 2017, pet' nat de pinot noir, en un 75%, y chardonnay, me pareció fantástico.




Seis meses de maceración en contacto con sus pieles, añadas 2013 y 2015, grüner veltliner y pinot blanc (weissburgunder), de viñas de más de 45 años, éstas son algunas de las características de su vino estrella, de nombre Sol, nombre también de la antigua parcela de la que procede. Un gran vino. Su bodega, bodega familiar, se localiza en Weinviertel, al norte de Viena. Trabaja 10 hectáreas, certificación Demeter. Las variedades utilizadas en su mayoría son blancas.



Varias bodegas austriacas más visitamos, la selección era espléndida. Degustamos los vinos de Meinklang, bodega de la zona de Burgenland, en realidad una granja dedicada a la obtención de cereales de escasa producción, cultivo de huertos frutales, hierbas silvestres y por supuesto de viñas; también los vinos de Alexander Koppitsch, quien elabora en Neusiedl am See, Burgenland; tres bodegas localizadas en Styria, al sureste del país, casi en la frontera con Eslovenia, me refiero a tres maestros de la variedad sauvignon blanc, entre otras, como son Weingut Strohmeier, Weingut Maria & Sepp Muster y Weingut Werlitsch, y cuyos vinos compaginan intensidad, complejidad y elegancia; no dejé de probar los vinos de Claus Preisinger, vinos con clase, también en la zona de Burgenland...

Algunos me faltó probar entre los austriacos, espero que haya otras oportunidades. De Johannes Zillinger, quien cultiva según principios biodinámicos y cuya bodega familiar se encuentra en la zona de Weinviertel, noreste del país, tuve la ocasión de probar a los pocos días su Pet' nat Revolution, añada 2017, variedades grüner veltliner y riesling. Me gustó mucho. Fue en Motif Wein, tienda de vinos y degustación localizada en el popular barrio berlinés de Neukölln.

Realmente la selección y nivel de los vinos alemanes y austriacos me impresionó.













También quisimos dar un paseo por el resto del mundo vinícola sin salir del bonito mercado en donde se celebra la RAW de Berlín. De entre las numerosas referencias ofrecidas probamos las siguientes:

La mesa con los vinos sudafricanos de Testalonga era de las más visitadas, los vinos de Craig & Carla Hawkins, Swartland, los bebemos en casa y también los catamos en ferias internacionales como esta. Su pet' nat I wish I was a ninja 2017 era de los pocos vinos suyos que aún no había bebido nunca y aproveché para saborearlo y refrescar boca y garganta, es decir, que no lo escupí.

Ambyth, la bodega californiana de Phillip Hart & Mary Morwood Hart, la conocemos por la RAW de Londres, pero nos paramos delante de su mesa para catar sus vinos y confirmarnos de nuevo que nos gustan.

Un descubrimiento para mí en esta feria han sido los vinos polacos de Dom Bliskowice, J'16, variedad johanniter, su vino insignia, y R'16, riesling.

De Esencia Rural, la bodega de La Mancha, hemos bebido varios de sus vinos en los últimos y recientes años, pero aún no había tenido la oportunidad de charlar un rato con su autor Julián Ruiz Villanueva. Ha sido en Berlín, rato que me ha servido para catar sus vinos y a la vez usar relajadamente nuestro idioma por un momento y dejar de pensar en inglés o en francés. De Sol a Sol Tinaja Airén 2016 (173 días de maceración pelicular) y el Rancio Cencibel 2013, ambos con menos de 10 mg/L de sulfuroso total y sin ningún aditivo añadido, destacaban para mi gusto.

Domaine de Kalathas y su vitivinicultor y propietario Jerôme Charles Binda. Es una bodega que conozco a través de sus publicaciones en instagram y tenía ganas de probar sus vinos. Se localiza en la isla griega de Tinos, en las Cícladas. Pappou!, Sante Obéissance, Notias... Vinos elaborados a partir de variedades locales y endémicas.











Quiero remarcar mi visita a las mesas de Côme Isambert y Fruktstereo, donde disfruté mucho con las sidras que elaboran. 


Elaboradores de sidras de manzanas, sidras de peras (perry) y también de vino. Trabajan en el sur de Suecia, en la región de Escania. Toda la fruta, recogida por familiares y amigos, proviene de pequeñas granjas e incluso de jardines de casas particulares. Elaboran a pequeña escala, sin ningún tipo de aditivo, con la única intervención de sus levaduras propias y naturales. Experimentan continuamente y con éxito. Las etiquetas son divertidas, pero su contenido es aún mejor. Degustamos Yellow Cidermarine 2016, Plumenian Rhapsody 2016 (40% manzanas Cortland, 40 de ciruelas Victoria y 10% de pinot noir), Frukt-Stereo 2017, Ciderday Night Fever, F.W.A Straight outta Grönby y Britney's Pears (perry). ¡Una selección bestial! ¡Viva la cider revolution!



Manzanas, peras, chenin, grolleau, cabernet y gamay; estos son los ingredientes que utiliza Côme Isambert en sus vinos y sidras. Provienen de cultivos del Valle del Loira y de Normandia a los que no se suma aditivo alguno durante su elaboración ni en ningún momento.

Nos sorprendió el Crémant de Loire 2013, nos gustan los espumosos y éste de chenin está increíble. Permanece cinco años de crianza sobre lías. Probamos después su botella, aún sin etiquetar, de chenin + poire, nos encantó.

A continuación, las dos elaboraciones que realiza en colaboración con Fruktstereo: Tour de Fruit y 50 Percent. El primero, Tour de Fruit 2017, es una mezcla de manzanas provenientes de Normandía y chenin del Loira botritizada, prensado conjuntamente. Se elabora como un pet nat, fermentación en botella durante 5 meses, y ha sido recientemente degollado. Me pareció algo único. Para la elaboración de 50 Percent 2017 utilizan distintas variedades de peras y manzanas de Normandía y se mezclan con membrillo, fermentación en botella durante 5 meses y degüelle también reciente, en marzo de este año. Graduación de 6,5 % y menos de 6 g/L de azúcar residual. Sólo puedo decir que no duden en beberlo allá donde lo encuentren. Get rich or drink Cider! (650 botellas).

También probamos los tintos Côme Isambert Grolleau-Cabernet Franc 2015 y el Cristal Closed 2015. Una mesa completísima.


Decenas de vinos probados en los dos días de feria y muchas más decenas de vinos que espero probar en otras oportunidades. La oferta de la RAW es extensa y sumamente interesante. Fueron dos días de diversión y disfrute, también aprendizaje y descubrimiento de nuevos productores y vinos, todo ello en un marco elegido con muy buen gusto como el bonito Markthalle Neun situado en Kreuzberg.

Hasta la próxima ocasión.
Vicente

© elvinoquebebo.com




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martes, 4 de septiembre de 2018

Bares y tiendas de vinos naturales en Berlín: Jaja, Cordobar, Motif Wein, Naturales Weinbar...



La primera vez que visité Berlín me sorprendió por la modernidad de su arquitectura, por su transporte modélico, la calma de sus calles, la multiculturalidad de sus barrios, la imponente exhibición de sus museos, la enorme extensión de espacios verdes dentro de la ciudad y la corta distancia en la que se encuentran grandes lagos y bosques. Ahora, 15 años después, aunque me sigue estremeciendo pensar en la división de la ciudad y sus habitantes durante la temible época del muro, por suerte cada vez más lejana, pienso que mantiene las mismas características que he citado, o más bien han mejorado. Durante toda nuestra estancia, días del pasado mes de mayo, disfrutamos mucho de esta ciudad, según nuestros gustos, acompañados siempre por un sensacional clima primaveral casi veraniego. Además, coincidimos en esos días con una de las ferias de vinos más importantes, la RAW Wine, versión Berlín, celebrada en Markthalle Neun, un bonito mercado construido a finales del XIX.

Os relato nuestro particular recorrido en cuanto a bares y locales especializados en vinos naturales.



Inaugurada en 2014 en el barrio de Prenzlauer Ber, situado en la zona de lo que sería la antigua RDA. Se trata de una pizzería, sí, pero con horno tradicional, y trabajan con masa fresca que dejan reposar más de 24 horas. Las pizzas son de estilo napolitano, la salamissima que pedí, algo picante, me gustó. Acompañó bien el Rosé 2016 de Gut Oggau, mezcla de variedades zweigelt y rösler. Además de los vinos naturales de esta bodega austriaca disponen también, entre algunos otros, de los de Christian Tschida.


Entre la transitada estación de Kottbusser Tor y Oranienplatz, en una tranquila calle del barrio de Kreuzberg, Dresdener Strasse, se encuentra este bar de vinos que es el más antiguo de la ciudad. Lo regenta Andreas Rink, nieto de Otto Rink, de ahí el nombre del local.




Velas en las mesas, luz tenue, bonito bar con numerosas botellas expuestas del Palatinado, región nativa del propietario. Ofrecen varios vinos por copas que si quieres te los dan a probar previamente para asegurarte de tu elección. Nosotros optamos por unas copas de Müller-Thurgau 2016 de Weingut Schmitt en magnum, delicioso, y también una botella que deseaba beber, creo que la última que les quedaba, y que muy amablemente me buscó Andreas: GinTonic 2015 de Milan Nestarec, el elaborador checo. Estoy de acuerdo con el autor de este vino, this is my GinTonic! Tremendo y elegante sauvignon blanc en contacto con las pieles. Creo que mi favorita entre sus cuvées. Para comer, platos sencillos pero bien gustosos: una selección de quesos, ensalada de espárragos y plato de roast beef en su punto perfecto. Estuvimos muy a gusto cenando en este lugar.



Está también en Kreuzberg, frente a un canal que me encanta bordear paseando, Landwehrkanal. Dirigiendo este restaurante se encuentra uno de los creadores de Industry Standard, famoso restaurante en el barrio de Neukölln cerrado hace pocos meses; de los mismos fundadores era Wild Things, otro bar de vinos naturales, cerrado recientemente, aunque éste sí tuvimos la oportunidad de visitarlo en las fechas de nuestro viaje en la segunda mitad del pasado mayo.   

Wagner Cocktail Bistro posee una buena terraza en la entrada, y en la fachada de la puerta destaca un luminoso letrero de neón estilo vintage con el nombre del local.

No llegamos a probar los cocteles pero disfrutamos con la cena, platitos frescos, como por ejemplo el de salmón curado, colinabo y rábano picante. Una botella del Sekt Rosé de Strohmeier, degüelle enero del 18, completó muy satisfactoriamente nuestra visita a este restaurante.



Localizado en el barrio de Mitte. Restaurante fundado a finales del 2013, debe su nombre a una famosa victoria futbolística de la selección austriaca contra la alemana en el mundial de Argentina en 1978, en la ciudad de Córdoba. Como curiosidad, si acudes al lavabo, podrás escuchar el audio del partido y fácilmente oirás cantar el gol de la victoria.

Platitos y vinos austriacos y alemanes. También ofrecen algunos platos principales, nos pareció estupendo el de pollo (poussin, morels and bread beals), no tanto el de cerdo (pork from Potsdamer Sauenhain). El vino elegido, el fresco cabernet franc de Christian Tschida, Sonja 2016, muy bebible, era lo que buscaba.



De nombre Drink naked cuando yo lo visité, al poco tiempo cambió su nombre por el de Rocket Wine Berlin. Se trata de una tienda de vinos que ocupa un pequeño local en el barrio de Mitte. Tienda y Tasting room, donde probamos por ejemplo un vino del Mosela verdaderamente fresco y diferente, riesling en su mayoría, y que desconocía hasta entonces: Little Bastard, cosecha 2017, elaborado por Jan Mattias Klein.

Jeff, de origen canadiense y propietario del lugar, nos aconsejó alguna dirección de interés para visitar. Muy amablemente también se prestó a guardarnos, hasta el día previo a mi vuelta, la última botella que le quedaba del Brutal de Alex Prüfer, vigneron de origen alemán establecido en Languedoc, domaine Le Temps des Cerises. No disponía de nevera en la habitación del hotel y quería llevármela para casa. Ya bebida en la fecha en que escribo estas líneas, se trata, como esperaba, de una cinsault realmente deliciosa.



Weinhandlung es la palabra en alemán equivalente a tienda de vinos. Viniculture se localiza en Charlottenburg y ofrece una importante selección de vinos naturales españoles, por supuesto también alemanes, austriacos y franceses, entre otros. Se trata de un buen sitio para comprar y cargar la maleta.

Naturales Weinbar (fotografía de cabecera)

Bar de vinos naturales situado en Neukölln, a un paso de Landwehrkanal, mi canal preferido, muy cerca del Wagner Cocktail Bistro que he mencionado anteriormente. Su propietario, Pablo, español establecido en Berlín desde hace varios años, lo inauguró en septiembre de 2017. Me alegra mucho su decisión, vale la pena visitar su bar, un lugar muy agradable. Ofrecen distintos vinos por copas, especialmente españoles. Y para comer o picar: tortilla española, morcilla ibérica, salmorejo, conservas gallegas, quesos españoles, franceses y alemanes, ensaladas y otros platos, como lomo a la sal, y también algunas especialidades alemanas o de otros países.


En nuestro caso, a modo de aperitivo, disfrutamos con un plato de jamón ibérico y unas copas del ancestral La Traviesa L2016, varietal vijiriega, de Barranco Oscuro, Granada. Aparte de los vinos de Manuel y Lorenzo Valenzuela, encontraremos aquí botellas de Esencia Rural, La Microbodega del Alumbro, Bodega Patio, Viña Enebro, Sexto Elemento... Y también de Patrick Bouju, Tricot, Jean-Pierre Robinot, Laurent Barth, Jean Ginglinger, Julien Meyer... Hay que volver.

Wild Things (cerrado actualmente) 


Se nota que tuvieron tiempos mejores y muy buenos, nosotros pudimos visitar este bar de vinos pero estando ya en sus últimos días en activo. Aún así disfrutamos del momento, con unas copas del Riesling 2016 de Weingut Schmitt, de la zona de Rheinhessen. Vino que elegimos entre las diez opciones ofrecidas. Picamos algún platito para acompañar. Es una lástima cuando cierran un bar que ofrece esta filosofía, la del vino natural, precisamente en una zona muy en boga, la del barrio de Neukölln, donde han abierto varios bares de vinos naturales. Brindemos por Wild Things.



Abierto desde agosto de 2017. Comimos en este pub restaurante localizado en Kreuzberg, siguiendo una buena recomendación de Jeff (Rocket Wine). Según he leído, el propietario es el chef de origen australiano Lee Thompson. Comida sin pretensiones, sencilla pero sabrosa, muy apetecible, como por ejemplo el sándwich de bacon, mejor dicho bacon bap. Muy bien atendidos por el sommelier Victor Hausladen, le comenté que para beber deseaba algún  vino austriaco o alemán; entre los ofrecidos, el elegido, Sylvaner 2015 de Stefan Vetter, de Franconia, fue un acierto. Comimos en la terraza, junto a la puerta, en un hermoso día luminoso y primaveral, casi veraniego.



En Motif Wine creo que encontré mi lugar en Berlín; rodeado de vinilos, buena música, fantásticos vinos y buen rollo. También presentan una programación de conciertos en directo y sesiones de DJ. Se localiza en Neukölln, el barrio de moda. Óscar, de origen mejicano y establecido en Berlín desde hace unos años, es su propietario y responsable. No es su primer proyecto en el que el vino natural sea el protagonista, pero en este caso la mezcla con la música, otra de sus pasiones, suma una proposición muy atrayente.


Teníamos mesa para cenar en Jaja, así que a modo de aperitivo probamos un par de copas y planeamos volver a los pocos días. Pet nat Revolution L01/17 de Johannes Zillinger,  gruner veltliner y riesling, nos encantó. El segundo vino lo hemos bebido en varias ocasiones, Fledermaus 2017, silvaner y müller-thurgau de 2Naturkinder, la bodega de Melanie Drese y Michael Völker, en Franconia.


En nuestra segunda visita, sábado tarde noche, disfrutamos junto a una tabla de quesos de una serie de vinos fantásticos: Bat-Nat 2016, delicioso pet nat de 2Naturkinder, éste sí que no lo había probado hasta ahora, schwarzriesling (meunier); Tout pète, otro pet nat, del domaine les Dolomies, Céline & Steve Gormally, en Jura; Restrited, un vino de Dom Bliskowice, vino natural polaco, que había catado esa misma semana en la RAW Wine Berlín, un riesling fresco que me sorprendió; The Artist formely known as Peach, L16, como jugo de melocotón fermentado, cabernet sauvignon y syrah elaborado por Anders Frederik Steen, Ardèche; y finalizamos con unas copas del Magnum Riesling 2016 de Bianka & Daniel Schmitt, Weingut Schmitt, Rheinhessen, una de las bodegas estrella descubiertas en este viaje. La selección de vinos de Óscar es extraordinaria.




Acudí a esta tienda de vinos y tasting room gracias al consejo de mi amigo Karl, importador de vinos y elaborador de las mejores sidras que he probado. Aún no llegan a España, pero sí a Dinamarca, Alemania, EEUU y, entre otros países, a su lugar de origen, Suecia. Fruktstereo es su marca, pueden tomar nota si lo desean.

Jaja 


Dirección que tenía apuntada como imprescindible y que no me defraudó en absoluto; de hecho, aprovechando que abrían en domingo, elegimos cenar de nuevo aquí a los pocos días de nuestra primera visita para despedirnos de la ciudad a nuestro gusto. Se localiza también en Neukölln, muy cerca de Motif Wine, en una calle perpendicular a la de la tienda (Weserstrasse es la calle de Motif Wein y Weichselstrasse la de Jaja).

Juilia Giese y Etienne Dodet, pareja franco-alemana, se trasladaron desde París inaugurando este restaurante bar de vinos en 2016.


Ofrecen algunos vinos por copas, nosotros elegimos Kleine Heimat 2016, silvaner de 2Naturkinder, siempre un acierto, y Holy Chapel 2016, pinot blanc de los hermanos Daniel & Jonas, Weingut Brand, Pfalz (Palatinado), otra de las bodegas que me encantó de entre las probadas en la RAW Wine Berlín celebrada pocos días antes.


No faltó una botella a la que le eché el ojo de entre las numerosas mostradas en las estanterías, no hay carta de vinos, en este caso francesa, Le Pinot Ctambule de Tony Bonard, una pinot noir cosecha del 2015 dotada de una bellísima acidez y que acompañamos con el sabroso plato de Beef tartare, oyster sauce and parmesan.


En nuestra segunda visita a este restaurante comenzamos con las dos últimas copas que disponían de una garnacha del sur de Francia, Collectif Anonyme; también una copa de Rot 2016 de Weingut Schmitt, perfecta para acompañar el platito de Chicken livers and morels on toast, y una botella especial para el resto de la cena, Blaue Libelle (Libélula Azúl) Sauvignon Blanc 2016 de Andreas Tscheppe.

Creo que sumando ambas visitas probamos casi todos los platitos de su carta, todos frescos y ricos, como la Mozzarella de búfala con fresas y guisantes

En el restaurante se escucha alemán, pero es fácil comunicarse en francés, inglés e incluso en español; Yailen Muñoz Díaz, la chef responsable de elaborar los platos que combinan tan bien con este tipo de vinos, es de origen cubano. Muy buen fichaje.






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Hay varios puntos característicos que componen la imagen de la ciudad: Alexanderplatz y su torre; el edificio del Reichstag (recomiendo la visita a su cúpula, diseñada por Norman Foster); la Puerta de Brandeburgo; Potsdamer Platz; el río Spree, su disposición embellece aún más la ciudad, facilitando los paseos, bien bordeándolo o navegándolo; la Isla de los Museos, donde sigue impresionándome la Puerta de Ishtar y también la Puerta del Mercado de Mileto, ambas en Pergamon Museum; la belleza de Nefertiti, exhibida en Neues Museum; otros museos, como la Gemäldegalerie, Museo Berggruen y Sammlung Scharf-Gerstenberg (a estos dos últimos más pequeños recomiendo no perderse su visita); los restos del espeluznante muro, convertido ahora en la East Side Gallery; la visión impactante de la Kaiser-Wilhem-Gdächtniskirche, iglesia semiderruida y conservada sin restaurar para recordar las consecuencias de la guerra...

Otro símbolo propio de la ciudad puede ser la simpática figura del Ampelmännchen, o los numerosos Osos Buddy dispuestos por algunas plazas y calles.

Típicas son las salchichas alemanas, y entre ellas la currywurst, muy habitual en los puestos callejeros. Hablando de comida rápida, barata y muy calorífica, también gozan de gran popularidad los Döner Kebab (Tadim, junto a Kottbusser Tor, y el Imren Grill de Boppstrasse 10, ambos en Kreuzberg, fueron los locales que yo visité; en ellos podéis pedir también los lahmacuns, pizza turca).

Pasamos unos felices días en Berlín.

¡Hasta la próxima!

Vicente

© elvinoquebebo.com








Pergamon Museum



Museo Berggruen



Sammlung Scharf-Gerstenberg



Gemäldegalerie

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