Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

sábado, 21 de febrero de 2015

Evelyne y Pascal Clairet, Julien Labet, Jean-Baptiste Menigoz, Raphaël Monnier, Étienne Thiebaud, Didier Grappe, Philippe Bornard... Vinos del Jura



Tissot, Macle, Overnoy o Ganevat son nombres sobradamente conocidos entre los amantes del vino. Sólo nombrarlos nos recuerdan grandes vinos del Jura. Sus botellas son y serán anheladas y su fama es merecida. Han contribuido enormemente a la divulgación del vino de la zona, y también a la curiosidad por conocer la región, su gastronomía y sus pueblos y paisajes. Pero hoy me apetece hablar de otros vignerons del Jura cuyo talento también destaca, la mayoría de ellos con una larga e importante experiencia en su trabajo, otros con una historia más reciente y que empiezan ya a ser conocidos.

Comentaré algunas de sus botellas recientemente degustadas:


Domaine Didier Grappe

Vigneron instalado desde 2001 en Saint-Lothain, cerca de Poligny, a 15 kilómetros al suroeste de Arbois. Trabaja 4 hectáreas de viñedo, un tamaño adecuado, siempre prevaleciendo el respeto a su entorno. Didier Grappe diría que realiza el vino que a él le gusta beber y a mí me parece una descripción perfecta.

CLASH. (La foto de cabecera, claro). Un espumoso sorprendente. Méthode traditionnelle. La sensación vinosa en un principio en nariz se convierte en un vino fácil de beber y muy digestivo, muy agradable. Acompañó perfectamente una copiosa raclette. Notamos sensaciones frutales, manzana reineta, pera... Aún sabe mejor si además su etiqueta muestra un tributo musical y rebelde, "London Calling" in the Jura.

Savagnin 2007 Côtes du Jura. Vino non ouillé, es decir, sin rellenar del todo las barricas favoreciendo la crianza tradicional bajo el velo de flor de la zona. Nada más abrirlo pide un Comté a gritos. Nariz compleja, notas de frutos secos, nueces. Buena acidez, finura en boca. De carácter oxidativo. Al rato aparecen notas cítricas y mantequilla. Cada vez nos gusta más.

Evelyne y Pascal Clairet, Domaine de la Tournelle

Agricultura biodinámica, 6 hectáreas, situados en Arbois desde 1991. Trabajan de la forma más natural posible, tanto en el campo como en bodega.

L'uva 2012. Uva arbosiana. Cómo me agradan los vinos como éste, fresco como un zumo. En nariz se notan uvas, fresas, frutillos rojos. Estupendo ploussard. Se acaba sin darse cuenta. Un vino glouglou, dirían mis amigos franceses. Empleo de maceración carbónica. 11% de graduación alcohólica. AOC Arbois.

En la contraetiqueta indica: "L'uva no contiene más que uva y mucha atención. Vinificado y embotellado sin azufre añadido, no filtrado. Vin de copain."

Fleur de Savagnin 2011. Segunda botella que abrimos de esta bodega y de nuevo un placer. Ahumados, nuez moscada, fruta (manzana, confitura de albaricoque), salino, algo láctico pero sin excederse, apuntes de miel. Buena acidez, tensión. Vino ouillé, es decir, con rellenado de las barricas evitando la formación del tradicional velo de flor de la zona. Crianza de 18 meses. Appellation Arbois Contrôlée.

Para más información: Domaine de la Tournelle

Julien Labet, Domaine Labet

Localizados en Rotalier, en el extremo sur del Jura en una región localmente denominada Sud-Revermont. Domaine Labet lo forman una familia de vignerons que trabajan aproximadamente 13 hectáreas repartidas en 45 parcelas, destacando en sus suelos las margas (una mezcla de arcilla y piedra caliza).

Julien, el mayor de los tres hermanos, comenzó a trabajar junto a su padre Alain en 1997. Posteriormente inició su propia línea en 3 hectáreas del domaine familiar trabajando sin aditivos y, siempre que fuera posible, sin SO2. Hoy en día, tras la reciente jubilación de los padres, los tres hijos dirigen todo el domaine. Mantienen la técnica del ouillage, siendo Alain Labet uno de los pioneros en introducirla en la zona buscando una mayor expresión del terroir.

En chalasse chardonnay 2012. ¡Gran vino! Flores y frutas amarillas, elegante nariz y no digamos su textura. Con cuerpo, con peso y estructura. Mejora al tiempo y aguanta perfectamente. Terminado al cabo de unos días, encontramos notas que recuerdan a cítricos confitados, salinidad, yodo, sutil miel, arcilla y piedra.

Información en la contraetiqueta: "Parcela de 0,23 hectáreas, viñas plantadas en 1950 y 1985, selección masal. Terreno de arcillas y margas azules. Exposición sur, altitud 240 metros. Vino ouillé, nature. AOC Côtes du Jura"

Raphaël Monnier, Domaine Ratapoil

Raphaël Monnier, profesor de historia y geografía, inicia sus pasos profesionalmente creando su domaine de 3 hectáreas en 2009, hasta entonces elaboraba vino para consumo personal. Viñedo en Arbois, bodega en Arc-et-Senans.

Le Ratapoil 2012. Ensamblaje de antiguas variedades del Jura (enfariné, petit besclan, geuche...) vinificadas en maceración carbónica, sin aditivos. Lo noté rústico, pero con aromas claramente tendentes a frutos rojos. Preferible beberlo joven. De todas formas compraré de nuevo otra botella de este vino, para comparar, y algunas otras más que elabora. Os contaré.

Jean-Baptiste Menigoz, Domaine Les Bottes Rouges

También profesor y también elaboraba su propio vino para consumo personal. En un domaine de poco más de 3 hectáreas, cerca de Arbois, Jean-Baptiste Menigoz elabora distintas cuvées, siendo 2012 oficialmente su primera añada. Dos de ellas he probado.

Gibus Trousseau 2013 Arbois. Frutos rojos y especiados en una añada complicada. Alguna nota similar al cuero y muy ligero, muy bebible, para qué complicarse, se bebe como agua de frutas, se disfruta como vino. Vino de trago.

La Pépée Pinot Noir 2013 Arbois. Muy floral, de color aún más ligero que el anterior, con mayor acidez y más notas especiadas. Me gusta su nariz. Algo de carbónico en boca, solo al principio, es un conservante natural excelente. De todas formas, me gustó más el trousseau.

El 2013 es una añada complicada en el Jura, si en 2012 la cosecha fue floja, en 2013 sufrieron problemas de mildiu y granizo. Y mejor será no pensar en los graves problemas del reciente 2014 donde la mosca drosophila Suzuki, de origen asiático, ha destrozado una importante parte de la producción de la región. En cambio, la de 2011 fue una añada de excelente calidad.

Étienne Thiébault, Domaine des Cavarodes

Joven vigneron instalado en Cramans, en 2007, a pocos kilómetros de Arbois. Trabaja unas 4,5 hectáreas. Agricultura biodinámica y mínima intervención en bodega. Los tintos los vinifica en foudres, los blancos en barricas.

Savagnin Pressé 2011 Côtes du Jura. Ouillé. Acidez, fino amargor, nuez verde, piel de cítricos, flores secas, rico posgusto. Me gusta más en boca. La aireación le sienta bien, también al tinto que ahora os comento.

IGP Vin de Pays de Franche-Comté Rouge 2013. Ensamblaje de diez variedades, algunas antiguas de la zona como enfariné, mézy, portugais bleu, argan, gueuche, también las conocidas meunier y gamay, además de pinot noir, poulsard y trousseau. Muy interesante. Varias de las parcelas son más que centenarias y algunas de las variedades se creían ya desaparecidas.

Bonito color, casi rosado, incita a beberlo. Cierta rusticidad silvestre, con notas animales al principio dejando paso a aromas de campo, de tierra. Fruta ácida, pequeños frutos negros, cassis... Trago absorbente. Percibimos también notas especiadas. Sans sulfites ajoutés. Grado alcohólico 10,5%.

El viñedo del Jura ha disminuido de una extensión de 20.000 hectáreas hace unos 150 años a unas 2.000 actualmente. La filoxera, las dos grandes guerras y el éxodo rural con la llegada de la industrialización han sido las causas. La enfariné, prácticamente desaparecida, es una variedad tinta que a mediados del XIX ocupaba más de 1.000 hectáreas en el Jura. Con el tiempo se dio más importancia a las cinco variedades con más calidad que son las representativas hoy en día, las autóctonas trousseau, poulsard o ploussard y savagnin, y la chardonnay y pinot noir, largo tiempo establecidas en la región.

Pierre Overnoy en el libro "La parole de Pierre" habla de la importancia que suponía la enfariné por su aporte de acidez en las añadas cálidas, acidez debida sobre todo al ácido málico. Overnoy explica, dentro de un proceso más complejo, que esa mayor cantidad de ácido málico era de gran ayuda para quien trabajase sin adición de dióxido de azufre (SO2) al conseguir que la maloláctica no finalizara antes que la fermentación alcohólica evitando problemas.

Philippe Bornard

Philippe Bornard, instalado en Pupillin, muy cerca de Arbois, heredó el viñedo de su padre y trabajó durante años para la cooperativa vinícola del pueblo hasta que, aconsejado por uno de sus vecinos, Pierre Overnoy, inició su propio camino en 2005.

No es la primera vez que comento vinos de este vigneron, conocido y valorado entre los aficionados. Es el elaborador de "Ça va bien" (espumoso de savagnin), "Tant Mieux" (burbujas rosadas), "Point Barre" (ploussard), "Les Marnes" (savagnin), "Les Chassagnes" (savagnin ouillé), Vin de Pagaille... En fin, todos los vinos que hemos probado nos han gustado. El último que hemos disfrutado, su melon à queue rouge, es una delicia.

Melon le rouge queue 2011. El nombre de esta variedad blanca se debe al color rojo de sus tallos, algunos elaboradores la consideran una variante o prima de la chardonnay.

Placer desde el primer instante, equilibrio de fruta, acidez y alcohol. Rico, perfumado. Un vino redondo. Pensábamos comprobar cómo seguía al día siguiente, pero no llegó, estas botellas con la simpática etiqueta del zorrillo se acaban enseguida. Por cierto, parece ser que el animalito de la etiqueta se orienta hacia la derecha en los tintos y hacia la izquierda en los blancos.


Siete vignerons nombrados pero no los únicos. Faltaría hablar, otro día, de Jean Etienne, Antoine et Marie-Florence (Domaine Pignier), Kenjiro Kagami (Domaine des Miroirs), Céline y Steve Gormally (Domaine Les Dolomies), Fabrice Dodane (Domaine de Saint Pierre), Emilie y Alexis Porteret (Domaine des Bodines), Jean-Pascal y Péguy Buronfosse (Domaine Buronfosse), Alice Buvot y Charles Degan (Domaine de l'Octavin), Jean-Marc Brignot, Adeline Houillon y Rénaud Bruyère... La lista es larga. Jura no para.

Hasta la próxima.

Vicente

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miércoles, 11 de febrero de 2015

País, carignan, carménère... Los vinos chilenos de B.Cuvelier, Ostertag, Clos des Fous, Louis-Antoine Luyt y otros viñateros



Hacía tiempo que no consumía vinos chilenos, tampoco los he frecuentado mucho, pero hace ya unos meses, en la inauguración de Monvínic Store, me ofrecieron uno que me sorprendió muy gratamente. Su frescura no la relacionaba con Sudamérica, pero sí, se trataba de Cuvée del Maolee 2010 de Baptiste Cuvelier (Valle del Maule, centro del país): frutos rojos, laurel, pimientas, cueros, rosas, de carácter silvestrado, frutillos del bosque, con cierta rusticidad. Un vino que hizo que me interesara y descubriera el meritorio trabajo que algunos vitivinicultores estaban realizando en Chile en los últimos años.

Desde entonces hemos disfrutado de distintos vinos de éste y otros viñateros:

Baptiste Cuvelier

Cuvée del Maule 2009 Cauquenes y Cuvée del Maolee 2010 Cauquenes

En febrero de 2010 un terremoto de gran magnitud, uno de los más fuertes de la historia, devastó varias regiones chilenas. Además de otras graves consecuencias, destrozó la mayor parte de las cosechas. Tras el desastre, Baptiste Cuvalier, enólogo francés establecido en Cauquenes, una de las zonas más cercanas al epicentro, realizó un vino con las pocas barricas que se habían salvado, un coupage a partir de cabernet sauvignon, carménère, merlot, carignan, cinsault y país: Cuvée del Maule. El éxito de este vino le llevó a repetir coupage, en proporciones más o menos parecidas, para la cosecha de ese terrorífico 2010 (Cuvée del Maolee). Recordemos que las vendimias en esta zona se producen entre febrero y abril de cada año.

El 2010 es más floral y especiado, más fresco y abierto, parece que ha cambiado de estilo respecto al 2009. Con más cuerpo este último, pero sin que se noten en ningún caso sus 14,5 grados de alcohol.  

Bodega Montsecano

Creada en 2003 por el fotógrafo Julio Donoso junto a otros amigos, entre ellos el vigneron alsaciano André Ostertag. Trabajan con la variedad pinot noir en un viñedo de unas 7 hectáreas cultivado bajo principios biodinámicos aunque sin etiquetarse como tales.

Montsecano Pinot Noir 2012 DO Casablanca

Hemos disfrutado mucho este vino. De color más intenso que un pinot borgoñés. Mucha fruta roja, sabor especiado, acidez y frescura. Notas florales y terrosas, cerezas, guindas, cuero. En esta bodega no existen las barricas, utilizan cubas de hormigón de formas ovoidales. Viñedo localizado cerca de Las Dichas en la comuna de Casablanca y a escasos 12 kilómetros del mar. La altitud es de 300 a 500 metros.

Realizan un segundo vino, Refugio, cuya uva proviene de Lo Ovalle, también en el Valle de Casablanca.

Clos des Fous

Expresar el terroir en zonas extremas de Chile, vinos en altitud, en la costa frente al Pacífico, o en el sur. Zonas frescas todas ellas. Este es el objetivo principal de Pedro Parra (un "terroir hunter"), François Massoc (enólogo), Albert Cussen (empresario) y Francisco Leyton (viñatero). Su primera añada comercial fue la del 2010.

Clos des Fous 2011 Grillos Cantores Alto Cachapal Cabernet Sauvignon. Viñedo de 22 hectáreas al sur de Santiago, en una zona fría. Cabernet fresco, recto, nada sobremadurado, fruta roja.

Clos des Fous 2012 Subsullum Pinot Noir. Balsámicos, mentolados, notas vegetales, especiados... Creo que me gustó más el anterior.

Gracias a los chicos de Monvínic Store he probado otros vinos chilenos, como la botella de carignan de la Bodega Villalobos, del Valle de Colchagua. Otro gran descubrimiento para mí.

Pero el vigneron que mayor influencia e inspiración ha producido entre otros viñateros es Louis-Antoine Luyt.  


Louis-Antoine Luyt

Aprendió su oficio con los Lapierre, máximo exponente del vino natural, y en 2006 inició su aventura vinícola en Chile creando su domaine Clos Ouvert en el Valle del Maule, en Cauquenes, 350 kilómetros al sur de la capital.

En 2010, durante el terrible terremoto, perdió la mayoría de su producción quedando su bodega devastada y corriendo grave peligro él y su familia. La situación extrema no le hizo abandonar y continuó su trabajo. Desecha el uso de sulfitos en la vinificación de sus vinos, emplea las levaduras indígenas, realiza una viticultura ecológica adoptando ciertos principios biodinámicos y apuesta por una agricultura de secano.

Varios de sus vinos hemos abierto últimamente, en todos ellos se empleó la maceración carbónica y la crianza se realizó en barricas de roble viejo o en cubas durante ocho meses:

Empedrado 2012 Carignan Trequilemeu. En esta línea de vino Luyt utiliza en sus etiquetas la vistosa imagen de los carteles informativos de los antiguos autobuses de Santiago de Chile. En ellas indica la variedad y la zona de donde procede.

Clos Ouvert La Grande Vie Dure 2013. Carménère 100%. La grand vidure era el nombre de la carménère en el Bordelais en el siglo XVIII, siendo la petit vidure la cabernet.

Huasa de Pilen Alto 2013 Cauquenes. Viñas de 220 años en la provincia de Cauquenes. La uva es país, de la que hablaré enseguida. Huasa se refiere a la mujer del huaso, el granjero chileno.

Pipeño Portezuelo 2013 Valle Biobio. Formato 1 litro. En este caso desarrolla un trabajo de négociant con campesinos, quienes elaboran de la forma más tradicional chilena. La cosecha es prensada y despalillada sobre una zaranda (un tamiz) y seguidamente vinificada en lagares abiertos. Para la guarda se utilizan grandes pipas, de ahí lo de pipeño para definir estos vinos.

Son vinos honestos, sinceros, con cierta rusticidad a veces, algunas notas vegetales y terrosas, campestres. Son vinos de pueblo, de campesino, ese es su encanto. Y sobre todo, muy lejos de los vinos sobremadurados, concentrados como la mermelada y con excesos de madera, características habituales de los vinos comerciales e industriales.

El País de Quenehuao 2010

Quenehuao es otro de los lieux-dit, como Pilen Alto o Trequilemeu. Suelo de granito y arcilla. Arado a caballo. País es la uva introducida en Chile por los misioneros españoles en el siglo XVI. Se piensa que es la listán prieto localizada en Canarias, llamada misión en California. La variedad país era fuertemente denostada en Chile hasta que Louis-Antoine demostró que se podían hacer con ella vinos de más calidad.

El País de Quenehuao 2010 fue realizado junto a Marcel Lapierre empleando la técnica de la maceración carbónica a la manera tradicional del Beaujolais. En la etiqueta observamos su nombre.

Me hacía ilusión abrir esta botella. Fue mi preferida. Fruta jugosa, fresca, gran acidez, vertical, fácil de beber. Se perciben notas mentoladas y especiadas. Vino de los Andes indica en el corcho. Cepas de 300 años de antigüedad.

Y hasta aquí esta pequeña mirada hacia Chile, un país que nunca sufrió la plaga de la filoxera debido principalmente a sus barreras naturales.

Seguiremos bebiendo vinos chilenos.

Vicente

Me permito añadir uno de los vídeos de la bodega, apasionante: