Insisto en mi
razonamiento del año pasado: “La felicidad no se puede comprar, pero siempre
podemos comprar vino, viajar o disfrutar de la familia y de los amigos para
conseguirla. "Mis vinos de 2016" es la suma de un buen montón de
momentos felices. Muchos de los vinos que aquí voy a nombrar son de un nivel
importante, otros no tanto, pero todos ellos me hicieron muy feliz por su
calidad, por disfrutarlos con quien los disfruté y en el lugar en el que lo
hice.”
El listado no tiene
un orden cronológico, ni tampoco un orden de preferencia, ya que me resulta
complicado establecerla. Estos son mis vinos, mis momentos, de 2.016:
1) 1982 GAIUN MARTINENGA. BARBARESCO. MARCHESI DI
GRESY
Dedicado a Paco,
Esteban, Mario y Vicente.
Este vino representa
a la perfección el viaje al Piemonte que hice en octubre con mis amigos Paco,
Esteban, Mario y Vicente. Bebimos grandes vinos. Comparamos Barolos y
Barbarescos desde los 70 a la actualidad, arrasamos la Enoteca Grandi Vini de
Alba, comimos trufa, pasta, y todo lo que nos pusieron en un plato. Diversión
sana y desmesurada. De todos los vinos que bebimos –que no fueron pocos- he
escogido este por su finura, su elegancia, su perfume misterioso, a monte
umbrío, mojado, y sin embargo seductor. Fueron cuatro días inolvidables, desde
el primero hasta el último.
2) BREZE 2011. SAUMUR. CLOS ROUGEARD
Los vinos del Loira
me encantan. El nivel que hay, en términos generales, es excepcional. Tanto en
blancos como en tintos. Sin embargo, Clos Rougeard es especial. La finura y
complejidad de sus vinos supera la gran mayoría de vinos que he probado de la
región. Este Breze 2011 es una de esas joyas de chenin blanc que te cautivan
simplemente hundiendo la nariz en la copa. Lo bebí una noche de noviembre en Ca Pepico, con mis amigos, y lo volveré a beber porque tengo una botella en casa
;-)
3) LES POYEUX 2011. SAUMUR CHAMPIGNY.
CLOS ROUGEARD
Si antes hablaba de
la chenin blanc de Clos Rougeard ahora le toca el turno a esta maravillosa
cabernet franc. Una uva que quizás -e injustamente- esté a la sombra de la cabernet
sauvignon, pero que bien trabajada produce unos vinos tan serios como aquéllos,
pero con mayor frescura. Les Poyeux 2011 era uno de esos vinos: complejo,
minado de matices, y sin embargo muy fresco.
4) FINO LA BARAJUELA 2013. JEREZ. LUIS PEREZ
Jerez, siempre Jerez.
En mis entradas de
años anteriores siempre han abundado los vinos de Jerez. Este año también
podría ser así, sin embargo me voy a centrar en un solo vino: La Barajuela
2013. Lo realmente importante es la evolución que empieza a haber en Jerez con
la aparición de los vinos sin encabezar. Es el culto al suelo, al trabajo de
viñedo. Un palomino fino con hechuras de grandísimo vino que mejorará con los
años. La Barajuela es el vino más serio de los que he probado, pero en esta
línea hay muchos otros que van a marcar, posiblemente, el futuro del Marco de
Jerez, sin olvidar, por supuesto, los vinos más tradicionales.
5) GRAND CRU RESERVE. BRUT BLANC DE BLANCS. AVIZE. DE
SOUSA
Dedicado a Paco y
Esteban.
El mejor champagne
que me he bebido en un tren. Sólo mis amigos Paco y Esteban pueden comprender
el por qué. Comprado en una pequeña tienda de Sevilla, tras regresar de
Vinoble. El vino es lo de menos, lo aseguro, y eso que estaba muy bien. Pero la
merienda que nos metimos con jamón, lomo ibérico y este champagne, más las
risas que nos echamos fue impagable. Luego la cosa se complicó bastante… pero
eso es una historia bastante más larga que quedará en nuestros recuerdos para
siempre.
6) EXTRA BRUT BLANC DE BLANCS 2005. OGER. CLOS CAZALS
Dedicado a Esteban.
No hay vino que sepa
mejor que el bebido en el viñedo donde ha nacido. Eso mismo es lo que me
sucedió con este vino que bebí en un nuestro viaje a Champagne con mi amigo
Esteban. En Champagne apenas hay closes, algo que precisamente íbamos
comentando cuando pasamos por delante de este clos sin saber que era nuestro
destino final. Beber esta maravilla in situ, con dos generaciones, que además
nos agasajaron con un ágape y con casi todos los vinos de su bodega, ha sido
una de las grandes experiencias vinícolas del año.
7) LA CUVEE DU PÉPÉ. JEAN FRANÇOIS GANEVAT
Dedicado a Pepe
Ferrer.
El Jura es uno de
esos paraísos perdidos y desconocidos para mucha gente. No saben los que se
pierden, aunque hay veces que es mejor vivir en la ignorancia... He bebido
muchos vinos del Jura y en breve beberé bastantes más. Ganevat es uno de los
grandes, no sólo del Jura sino de todo el mundo del vino. Puedo asegurar que
todas sus cuvees son excelentes, pero La Cuvee du Pépé es uno de esos vinos que
se quedan clavados en el corazón. Nuevamente en Ca Pepico, el Jura en Valencia.
8) CUVEE LES
REISES 2012. POULLY-FUISSÉ. ROBERT DENOGENT
Dedicado a Vicente Casquel.
Les Reises ha sido uno de mis vinos de cabecera del
año. Es uno de los chardonnays que sorprende por su relación calidad precio. Todo
en su sitio, perfectamente colocado, muy redondito, con sus pipitas que siempre
te llevan a la Borgoña. La chardonnay es la uva con mayor facilidad de
adaptación en el mundo, pero conseguir una gran chardonnay es otra historia.
Esta lo es, aunque en la Borgoña posiblemente resulte más fácil.
9) ET POURTANT. MACON.
PHILIPPE VALLETE
Dedicado a Vicente Espinosa, por descubrírmelo, y a
mi grupo de Cata Garrigues con el que me lo bebí en una cata.
Este es un vino debe ser decantado un par de horas
como mínimo. Después este Macon se convierte, prácticamente, en un Meursault. Ese
perfume tan reconocible de Meursault… Increíble su evoluci ón. A Philippe
Vallete no le dejaron incluir este vino dentro de la DO Macon por no cumplir
con sus requisitos. A pesar de ello Philippe sacó este vino fuera de la DO… Y
sin embargo… (Et pourtant).
10) LES FEUSSELOTTES 2013. PREMIER CRU. CHAMBOLLE-MUSIGNY. DOMAINE CECILE TREMBLAY
En Mayo organicé una cata de pinot noir con mis
amigos. Hubo muchos y variados, todos ellos de las diferentes zonas de la
Borgoña. De todos los vinos que bebimos este vino me robó rotundamente el corazón. Cierto es que resulta fácil que cualquier Premir
Cru de Chambolle-Musigny te impresione (curiosamente no hay grands crus), pero
la elegancia y finura, características propias de este vinazo, estaban tan
marcadas que me recordaron la urgencia de regresar a la Borgoña.
11) CHERUBIN
2007. JURA. DOMAINE DE L’OCTAVIN
Dedicado a Vicente, Mª Cruz, Paco y Esteban.
Jura otra vez. No es una casualidad…
Vaya fin de semana de vinos naturales que vivimos en
Barcelona de la mano de Vicente y Mª Cruz. Bar Brutal, El Anima del Vi, La Granja Elena, La Volatil… Todos los vinos bebidos fueron excelentes, pero este
Vin Jaune es, posiblemente, el mejor que haya bebido nunca. Esa grappa fina
–que dice mi partner- era tan delicada que te subía al cielo, aunque tuviera la
sensación de estar pecando del placer que ofrecía.
12) GRAN FONDILLON RESERVA 1964. ALICANTE. CULEBRÓN
Dedicado a Andrés,
Rafa y Paco.
Fondillón, rey de
vinos. Vino de reyes. ¿Si el Fondillón fuera francés otro gallo nos cantaría?.
¿Cómo es posible que hayamos dejado en el olvido este vino de ultra tumba y a
la vez de aromas y sabor celestial? ¡Ay, esta España nuestra, esta España mía! Mi
amigo Andrés decidió rescatarlo del olvido en otra noche mágica y divertida,
que sólo pueden comprender los mentados y un servidor.
Esta es una pequeña
selección de los vinos que he bebido en 2016, pero ha habido muchos otros vinos
y con ellos grandes momentos. No quiero olvidarme de ninguno ni de nadie, así
que gracias a todos aquellos con los que he compartido un vino en el 2016, porque
seguro que fue un momento feliz.
Juan Luis Vanrell
Fotografía y texto
Juan Luis Vanrell
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