Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

miércoles, 13 de enero de 2016

"MIS VINOS DE 2015" por Juan Luis Vanrell



La felicidad no se puede comprar, pero siempre podemos comprar vino, viajar o disfrutar de la familia y de los amigos para conseguirla. “Mis vinos de 2015” es la suma de un buen montón de momentos felices. Muchos de los vinos que aquí voy a nombrar son de un nivel importante, otros no tanto, pero todos ellos me hicieron muy feliz por su calidad, por disfrutarlos con quien los disfruté y en el lugar en el que lo hice.

El listado tiene un orden cronológico, sin orden de preferencia, ya que me resulta complicado establecerla. Estos son mis vinos, mis momentos, de 2.015:

1) SUBSTANCE. Avize. Jacques Selosse

El mejor champagne que he bebido nunca.

Diferente a cualquier otro. Equilibrio perfecto entre la acidez y la sutileza de sus notas aromáticas donde predominan los recuerdos a calabaza asada. Muy elegante. Lo bebí en la Taberna Laredo el viernes previo a la cata por parejas de la Vilaviniteca.

Vicente, Paco y Mario, gracias. Los cuatro sabemos que esa noche la recordaremos toda la vida. Y también sabemos que no será la última, pues nos quedan por delante muchísimas más.

2) LES PETITES COULEES 2013. Savennières. Clément Baraut.

Loira. Vino natural. Palabras casi inseparables.

En el Loira, de la mano de mi amigo Vicente, bebí excelentes vinos de chenin blanc, sin embargo este fue especial por complejidad y por matices. Mucho más que uno de los múltiples vinos de placer del Loira. El viñedo es uno de los grandes referentes del mundo vinícola.

Una joya de vino que repetí en versión magnum en otra noche mágica del mes de junio.


3) LA BOTA DE PALO CORTADO nº 17. Saca de enero 2009. Jerez de la Frontera. Equipo Navazos.

Jerez, Jerez y Jerez. Siempre Jerez.

Aroma enorme. Salino, yodado, maderas nobles delicadamente protegidas por mágicos barnices. Notas perfectamente ensambladas para lograr un vino complejo, elegante y sobre todo espectacular. Sólo hundir la nariz en la copa eriza el vello.

Este vino lo bebí en la “reboda” de Nuria y Mario, con todo el Nucleo Duro, y si mal no recuerdo lo trajo Juan Ferrer. ¡¡¡¡Vaya día!!!!


4) CLOS ROUGEARD 2007 Saumur Champigny Clos Rougeard.

Cabernet franc.

No hubo forma de encontrar este vino en el Loira. Agotado en todas las tiendas que preguntamos, y no fueron pocas. Después de beberlo lo comprendí. Festival de frutos rojos. Placer excelso de un vino, que a pesar de ello era realmente complejo.

Vino que trajo Vicente en una cata de junio con Mario, Esteban, Paco y Salva.

5) AUSLESE 1982. Wehlener-Sonnenuhr. Weinhaus Hans Beth.

Hay veces que los vinos te encuentran, que aparecen en tu camino como por arte de magia.

Este vino llevaba más de 30 años esperando a que mi amigo Esteban y yo entráramos en una pequeña y turística tienda de un pueblecito del Mosela y lo rescatáramos de una cutre vitrina. La riesling es una de las uvas que mejor envejecen y Wehlener-Sonnenhur uno de los grandes viñedos del Mosela. El resto lo podéis imaginar…

En ese viaje bebimos muchos y muy buenos vinos, que aún sin nombrarlos quiero recordar, incluida la visita que hicimos a Haart.


6) PRADO ENEA 2006. GRAN RESERVA. Haro. Bodegas Muga.

Uno de los grandes vinos que disfrutamos en el viaje a La Rioja, en el mes de octubre. Espléndido vino que me trae a la memoria una mañana lluviosa entre viñedos, que cerramos con una cata de Riojas clásicos y modernos.

María, Pablo, Amparo’s, Vicente, Rosana, Pepe, fue un viaje realmente “encumbrado”.

7) ENTRE CIEL ET TERRE BRUT. Françoise Bedel.

Es un buen champagne, desde luego, pero la razón de su presencia aquí es el motivo por el que fue abierto. Con este vino celebré con Esteban y Pakito, más la gente de Fierro, mi tercer lugar en el Premio Planeta 2015. Además, su nombre responde a lo acontecido, “entre el cielo y la tierra”, pues ahí me quedé, a las puertas.

8) CUATRO CORTADOS. Jerez de la Frontera. González Byass.

Como dice mi amigo Esteban, este “no es un vino para calmar el ansia de la sed, es más bien un vino para alimentar el alma”. Así es, no se puede definir mejor.

Es difícil saber la antigüedad de su solera, al parecer anterior a la batalla de Trafalgar (1805)!!!! Apenas quedan unas cuantas botellas en el mundo y los que estuvimos en la cata magistral impartida por Pepe Ferrer pudimos probar unas gotas de historia. Es un vino yodado, oscuro, concentrado y potente. Un vino que aún cuando se acabe no morirá nunca.

Pitu Roca lo definió como “lágrimas saladas vestidas de cobre, espinas de yodo”… El último suspiro del hombre…

Lo disfruté en Fierro de la mano de Pepe Ferrer y Eva Pizarro, acompañado de mis amigos Paco, Esteban, Pakito y Mario.

9) LES MANYES 2009. Torroja del Priorat. Terroir al Límit.

Gracias Joaquín.

La cata de garnachas y cariñenas y/o de Priorats y Montsants se presumía apasionante. ¡Y vaya si lo fue! Había vinos importantes como un Espectacle que estuvo impresionante. Todos los vinos fueron de gran nivel, sin embargo Les Manyes 2009 nos dejó sin palabras. El sinfín de matices, su textura, su sutilidad, su elegancia… Todo tan bien colocado… A ciegas lo podía haber enviado, sin rubor, a algún grand cru de la Borgoña.

Este es uno de los vinos que Paco, Esteban, Julio, Vicente, Joaquín, Asun, Mª Cruz, Yolanda, y yo no olvidaremos nunca, tampoco el fin de semana que pasamos en el Priorat…


10) MARGUEIRA 2001. Barolo. Luigi Pira.

Enópata, de la mano de Juancho Asenjo, nos ofreció una cata de barolos muy interesante. Los vastos conocimientos de Juancho sobre los barolos y su capacidad para relacionar los diferentes vinos del mundo entre sí y también con la historia hizo de la cata una noche memorable. Entre aquella selección de barolos destacó, en mi opinión, este Margueira 2001. Estaba en su punto. Tengo que volver al Piemonte.

Gracias Juancho, gracias Juan y Rebeca.

11) CREAM PIÑERO. Jerez de la Frontera. Juan Piñero.

Más Jerez. No, no es una casualidad. Simplemente, calidad.

Este cream me ha sorprendido muy gratamente, tanto que lo he repetido en varias ocasiones. Y no sólo a mí, pues todo aquel que lo ha probado ha quedado impresionado. En mi opinión es la expresión de lo que debe ser un cream. Fresco y dulce, no empalagoso, con recuerdos a pasas y frutos secos, pero con la complejidad de un buen oloroso.

Este vino fue uno de los que bebimos en noviembre en la “Cata Garrigues”, con María, Salva, Guillermo, Arturo, Pepe, Enric y Nestor.

12) BERBERANA 1960. GRAN RESERVA. Bodegas Berberana.

He bebido muchos riojas “viejunos”, aunque nunca los suficientes.

De todos los riojas clásicos y “viejunos” que he bebido, este Berberana de 1960 es uno de los que más he disfrutado. A pesar de llevar 55 años en el interior de una botella, se mostró excelso. Muy buena acidez. Aterciopelado. Recuerdos de fruta escarchada y una inagotable muestra de cueros, brandys y maderas nobles. También me volvió a recordar cómo se asemejan los riojas, los barolos y los borgoñas con el tiempo.

Uno de los muchos y grandes vinos que bebo todos los meses en la “Cata del Mar” con Andrés, Paco y Rafa en Marinetta Mía.

13) UNA SEMANA EN TENERIFE CON ESTEBAN Y PACO.

También fueron muchos y buenos fueron los vinos que bebimos en Tenerife, tanto canarios como de otras partes del mundo. Alguno de esos vinos podría haber estado en esta lista, sin embargo prefiero incluir un momento. El dueño de la casa que alquilamos nos dejó un vino manchego de regalo: Viña Alambrada (¡¡¡Tela!!!). Ahí estuvo hasta el último día. Esa noche sólo nos quedaba un vino: La Cueva del Contador, que había traído Esteban. Paco y yo nos conchabamos y decidimos darle el cambiazo, haciendo creer a Esteban que el Viña Alambrada era La Cueva del Contador. Cuando éste probó el vino, su cara fue un poema. Improperios varios y la convicción de que el vino (lo que debía ser un vinazo en toda regla y que realmente lo fue) había salido con defecto y estaba malo. Paco y yo aún nos estamos riendo. Gracias a los dos por muchos motivos.
      
Esta es una pequeña selección de los vinos que he bebido en 2015, pero ha habido muchos otros vinos y con ellos grandes momentos. No quiero olvidarme de ninguno ni de nadie, así que gracias a todos aquellos con los que he compartido un vino en el 2015, porque seguro que fue un momento feliz.

Juan Luis Vanrell



Fotografía y texto Juan Luis Vanrell


4 comentarios:

  1. Bonita selección. Me pillaría algunas cajas de 12.

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    1. Una caja de cada vino ;-)))

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    2. Precioso balance del año vinícola pasado. Estoy todavía confeccionando el mío, y como siempre tengo una vergüenza tremenda, todavía no se si hacerlo publico. ya veremos. :-) Felicidades Juanlu

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  2. Gracias a ti por formar parte de muchos de esos momentos, Juan

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