El
2015 ha sido un año fructífero, en viajes y en recuerdos. Nuestro recorrido por
el Valle del Loira y nuestras estancias en Madrid, Londres y París, son
vivencias que no olvidaremos mi pareja y yo, y menos si hay un vino relacionado con cada uno
de los momentos disfrutados. El vino no sirve para olvidar, sino para recordar.
Y eso es lo que acostumbramos a hacer cada enero, recordar los buenos momentos
y los mejores vinos que hemos disfrutado.
He
aquí mis 12 vinos seleccionados entre los muchos bebidos en ese 2015 recién
terminado, el orden es simplemente cronológico:
1.- Melon le Rouge-queue
2011, Philippe Bornard
Variedad blanca que
recibe este nombre debido al color rojo de su tallo, algunos elaboradores la
consideran muy cercana a la chardonnay.
Los vinos de Philippe Bornard me gustan bastante, desde sus pétillants a su vino dulce Vin de Pagaille. Esta botella llevaba dentro un vino redondo, equilibrado. De los mejores que he probado de este vigneron del Jura, afincado en Pupillin, junto a Arbois. Comprado online en Petites Caves, una de las tiendas donde suelo encargar vinos.
2.- Champagne Substance, Anselme Selosse
Los vinos de Philippe Bornard me gustan bastante, desde sus pétillants a su vino dulce Vin de Pagaille. Esta botella llevaba dentro un vino redondo, equilibrado. De los mejores que he probado de este vigneron del Jura, afincado en Pupillin, junto a Arbois. Comprado online en Petites Caves, una de las tiendas donde suelo encargar vinos.
2.- Champagne Substance, Anselme Selosse
Los
vinos de esta bodega son como el grial en Champagne. Cada vez que abrimos
uno es muy fácil incluirlo en cualquier selección de los vinos del año. De
Substance se elaboran únicamente 3000 unidades al año. Chardonnay de Avize, proviene
de una solera de 1986. Anselme Selosse es un enamorado de la tierra y los vinos
de Jerez.
3.- Racines Blanc LT 11, Claude Courtois
Decía que el orden de
esta relación de vinos es meramente cronológico, pero si fuera enumerada por
gusto bien podría esta botella encabezar la docena de vinos. Disfrutado cenando
en Tours, en L'Hédoniste, con la mejor compañía del
mundo y en víspera de nuestra visita a la familia Courtois. Floral, silex,
piedra de río, oleoso... Complejidad a cada sorbo. Consta de varias variedades,
chardonnay, sauvignon y unas 9 ó 10 más.
La visita a Les Cailloux du Paradis y conocer a Etienne y Claude Courtois era una
ilusión que tenía desde hacía años. Una experiecia muy grata compartir vinos y
charlar con ellos.
4.- Dense avec Un
Tranche 2011, Philippe Jambon y Benoît Camus
La
mejor gamay probada hasta la fecha o, quién sabe, tal vez fuera el momento. En
cualquier caso, inolvidable. Floral, frutal, notas de naranja sanguina,
sedoso... Una selección de Philippe Jambon, elaborado por Benoît Camus. Una
añada que me gusta mucho en Beaujolais.
Degustado
en Brighton, en el restaurante-bistrot Plateau, en una escapada desde Londres.
También aquí compramos el siguiente vino que comento.
5.- Gris Noir LT 13, Domaine
Lucci
¡Qué
maravilla! Un descubrimiento para mí esta bodega australiana instalada en
Adelaide Hills, Lucy and Margaux, regentada por Anton van Klopper. La variedad
de este vino es la pinot gris. Macera un
tiempo en sus pieles (skin contact) y nos da sensaciones entre un orange wine y
un rosado. Fresco como para beber a tragos, y seguir buscando vinos de este
elaborador.
6.- Novello 2013, Tom
Shobbroock
Otro
de los elaboradores australianos cuyos vinos me entusiasman. Instalado en
Barossa Valley. De esta botella, aún no sé de qué variedad o variedades se
trata. ¿Sangiovese tal vez? Qué importa. Un vino precioso, al abrirlo y olerlo
se diría que estábamos en medio de un campo de flores. Vertical,
fresco y largo.
7.- Clos Rougeard 2006, Foucault
La cabernet franc del
Loira se está convirtiendo en una de las variedades que más alegrías me da,
sobre todo bebiendo los vinos de Gérard Marula, pura fruta, el cabernet
L'Incrédule de Didier Chaffardon, personalidad a rebosar, o este de los
hermanos Foucault, en cuyas manos la cabernet franc es sinónimo de elegancia.
Desgraciadamente, uno de los dos hermanos, Charly, ha fallecido recientemente.
Lo
abrimos en Valencia, en una reunión de grandes amigos. Con notas animales al
principio, no quisimos airearlo, se abrió en copa mostrando su complejidad,
frutos rojos, matices terrosos, tanino elegante, acidez extraordinaria... Se acabó
rápidamente. Por cierto, en esta ocasión acompañó deliciosamente un tumbet, el
plato mallorquín.
8.- Cette fois je crois que j'ai une idée de nom
pour cette cuvée... Lot 12, Pierre Beauger
Un
OVNI tras otro son cada uno de los vinos que hemos disfrutado de este vigneron
de Auvergne. Sus sauvignon blanc o esta pinot gris, de la que parece tener
cierta idea para darle un nombre, son una fantasía. Disfrutado con mi pareja, al
igual que tantos otros vinos, en el restaurante Le 6 Paul Bert en París. En mis
anotaciones del momento leo: vino inusual, indescriptible, maravilloso. No ha
sido el último vino que hemos probado de Pierre Beauger, pero sí sigo
sorprendiéndome. OVNI: objeto vinícola no identificable.
9.- Épona 2013, Patrick Desplats
París,
bonita tienda de vinos, caviste especializado en vino natural, quesos de leche
cruda, pan artesanal, sardinas de añada, mantequilla también de leche cruda, atención
amable y esta botella del Loira, chenin 85% y pinot d'aunis 15%, otro vinazo
sans sulfites ajoutés. París. ¡Qué más pedir!
Patrick
Desplats, Pat, trabajó anteriormente junto a Sébastien Dervieux, Babass. Hoy en
día, desde Anjou y por separado, siguen sin utilizar ni un miligramo de SO2.
10.- Isidore L09, Didier
Chaffardon
Mi pareja y yo somos
fans de los vinos de Chaffardon. Desde que los probamos en el viaje por el
Loira y en concreto en uno de mis rincones preferidos, Les Becs à Vin, el bar de Orleans, pruebo todas las botellas que encuentro: MM2, Douze heures Angevignes,
Les Écoliers, L'Ailé Faon Rose d'un Jour...
Isidore
2009 la compré en París, en la tienda Crus et Découvertes, era la última botella
que les quedaba. Una suerte probar Isidore, la cuvée insignia de la casa, con
unos añitos: meloso, fruta madura dulce, acidez que compensa, notas semejantes
a pera, manzana, membrillo, miel, cera, riquísimo en boca. Una chenin
grandiosa. A los dos días, en una última copa, siguió espectacular.
11.- Tavel Vintage 2011,
L'Anglore, Éric Pfifferling
Sirva
este delicioso rosé para recordar las numerosas botellas de este vigneron que
hemos bebido durante el 2015: Chemin de la Brune, Véjade, Nulle part ailleurs,
Lirac, Terre d'ombre y también Venskab, la elaboración compartida con Nicolas Renaud.
Hacía
dos años que guardaba esta botella, a ver qué tal resultaba. La conclusión es que
todavía ganó con el tiempo: flores, rosas y claveles, frutos rojos, notas
cítricas, refrescante, percibimos ligeros especiados, recuerda a un caramelo de
fresa, de miel. Un vino criado en foudres con aproximadamente un 60% de
grénache, 20% de cinsault y el resto carignan y uva blanca clairette. El viñedo
es cultivado en complantación.
12.- Les Manyes 2009,
Terroir al Límit
"Laurel,
comino, lavanda, pétalos de rosas, finos especiados, frutillos rojos,
elegancia, suavidad, seducción... Grace Kelly, Rita Hayworth, una femme
fatale". ¿La mejor garnacha que se elabora en España? - Es probable, al
menos a nosotros es la que más nos ha gustado de todas las que hemos probado.
Como
veis, en esta lista del año no puedo dejar de nombrar esta botella disfrutada
en Cal Compte, Torroja del Priorat, en un fin de semana entre amigos igual de
apasionados por los vinos.
Buenos
recuerdos acumulamos en este 2015. Viajes, encuentros, visitas y también
pedagógicas catas en las que he tenido la suerte de participar, como la de las
botellas viejas de Jerez, con Álvaro Girón, o la cata de los vinos
seleccionados por Andrés Conde, sin olvidarme de una de las ferias más
importantes a la que se puede acudir, la RAW.
Un
año en el que en mi copa ha abundado el vino natural. Y que siga.
Vicente
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Coincidimos en tres, pero hemos bebido juntos unos cuantos más. Eso me gusta mucho ;-)
ResponderEliminarJajaja, sí, unos cuantos más. Y los que caerán.
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