Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

domingo, 6 de julio de 2014

Vinos bajo el cielo de Ruzafa



Uno de los momentos más agradables de beber vino es reunirse con los amigos y compartir esta maravillosa afición. Con esa idea nos acercamos a Valencia, en concreto a uno de sus barrios más emblemáticos, Ruzafa. En el corazón de este barrio, muy cerca del Mercado Municipal, teníamos una cita en casa de nuestros amigos con su grupo de enópatas para disfrutar de los vinos y platos aportados por cada pareja. Resultó una vez más un fabuloso fin de semana en Valencia.

Vayamos al grano. En vísperas del gran día nos disponemos a cenar un grupo reducido, hay que agudizar los sentidos. Los vinos degustados:

Tío Pepe en Rama 2014. Resalta la aromaticidad de las levaduras de la flor. Boca fresca con apuntes salinos. Quinta edición en rama, embotellado directamente de la bota, la etiqueta indica el 24 de abril. En este 2014 realizaron una selección de entre más de 600 botas de las soleras fundacionales Tío Pepe Constancia y Tío Pepe Rebollo. Puro zumo de flor indica su enólogo. Buena definición.

Vieux Savagnin 2003 Arbois Pupillin, Houillon-Overnoy. Botella con lacre amarillo, savagnin. Un vino ouillé, sin velo, vinificado en barricas de 600 litros. Sin filtración y sin SO2 añadido. Complejo, intenso, persistente, expresivo. Notas de frutos secos, especias, cítricos… Seco, en perfecto equilibrio acidez/alcohol. Una vivacidad increíble y enorme longitud, con gran potencial de guarda. Sorprendente también por venir de una añada tan particular, la canícula no le afectó. Lástima que se presente en botellas más pequeñas, de 50 cl., y en número muy limitado. Solo por este vino del Jura vale la pena recorrer cientos de kilómetros. ¡Me declaro jurassien!

Frutas rojas, bosque húmedo, tierra mojada, mentolados, taninos suaves… fresco y equilibrado. Albarello 2008 de José Luis Mateo García (Quinta da Muradella - Monterrei), un vino que me trajo recuerdos muy agradables del viaje por tierras gallegas.

Viña Tondonia 1964. Una gran añada riojana y una de nuestras bodegas preferidas. En nariz predomina la madera antigua, con multitud de matices. En boca se muestra menos expresivo. De cualquier modo, a quién no le apetece probar un vino de esta vejez, en este caso de un año en el que no habíamos nacido ninguno de los presentes, y de una bodega mítica, que se lo pregunten a los neoyorkinos. Por cierto, el vino se mantenía mejor que yo.

Caramba con Mario y Nuria, las dos botellas que han traído son el tremendo savagnin ouillé y este rioja. ¿Qué hacéis viviendo tan lejos? O soy yo el que vive lejos.

Terminamos esta primera velada con un oporto Noval Vintage Silval 1998, extremadamente joven, dando importancia a la fruta.

Las botellas de la primera noche

Al día siguiente, repetimos escenario pero siendo siete parejas las asistentes, la noche promete.

Empezamos de nuevo con nuestro conocido Tío Pepe de González Byass para seguir con Manzanilla Pasada Barbiana, saca del pasado diciembre, totalmente en rama y en tamaño Magnum. Se trata de una selección especial realizada por el enólogo Salvador Real de las bodegas Delgado Zuleta, producida y embotellada especialmente para Armando Guerra y su Taberna der Guerrita. De ahí la traemos.

Una manzanilla que más que pasada podríamos llamar media, debido a su tiempo en criaderas durante unos 6 años. Frescura y salinidad. Cerramos los ojos y nos trasladamos a Sanlúcar, a Bajo de Guía: marea baja, aroma de algas, brisa de poniente sanluqueño. Las 300 unidades ya están agotadas, no me extraña, esperaremos a la nueva saca de octubre para hacer un nuevo encargo a Er Guerrita. En magnum gusta mucho más.


Se abre un nuevo vino, ahora a ciegas, todos acertamos el tipo de vino, una joya así sólo puede ser un amontillado. Amontillado VORS Muy Viejo Del Duque de González Byass: frutos secos, avellanas, maderas nobles, complejidad, concentración, carácter, ¡una bestia! Uno de los grandes vinos de la velada. Para saborearlo, un tartar de salmón. ¡Qué más se puede pedir!

En reuniones así no pueden faltar los vinos jerezanos, vinos singulares capaces de ofrecer joyas únicas en el mundo.

Tampoco pueden estar ausentes los vinos de Champagne. Primero, una muestra de la Côte de Blancs, Frank Bonville Blanc de Blancs Prestige Grand Cru. Acompañó unas fresquísimas gambas, rápidamente consumidas, como el champagne.

El segundo champagne es el Brut Nature George Laval. Vincent Laval elabora en Cumières, a escasos 5 Kilómetros de Epernay, este Premier Cru fermentado en barrica. Sus etiquetas llevan el nombre de su padre. Finas burbujas, fruta blanca madura, levadura, manzana asada, vinoso… 50% chardonnay y el resto pinot noir y meunier a partes iguales. Proviene únicamente de la añada 2009, aunque usualmente mezcla dos cosechas en esta cuvée. La etiqueta indica siempre el degüelle, octubre 2012 para nuestra botella. Se trata de una bodega de pequeña producción, posee poco más de 2 hectáreas. Su cuvée Hautes Chênes es su vino estrella. Uno de los grandes.

Varios platos degustamos elaborados por los asistentes: ajoarriero, canapés de salmón ahumado con cítricos confitados, mejillones con laurel en falso escabeche caliente… Paco (Paco Cinillas) nos sorprendió con el dominio de su barbacoa adaptada para cocinar con humo empleando diferentes maderas naturales: carrasca, roble, naranjo… Impresionante el timbal de patata y pulpo con ajoaceite ligero y espolvoreado con merkén, una especia picante de origen chileno, desconocida por mí hasta ahora. Los aromas ahumados del pulpo y el picante que quedaba en la boca, sin llegar a invadir en ningún momento la garganta, eran limpiados perfectamente por el joven Chablis 1er Cru aportado por el cocinero.

Seguimos. La zona del siguiente vino fue rápidamente identificada, aunque no era tan fácil, el noroeste de España. Gorvia 2008 Quinta da Muralleda, un vinazo de José Luis Mateo García, a partir de dona branca.

Otra botella a ciegas, no lleva etiqueta, bueno, la que lleva colgada es escondida. Huele claramente a moscatel y a maceración larga. Es Benimaquía Tinajas 2012, un vino naranja (macerado durante tiempo en sus pieles). Un gran trabajo el que realiza Rafa Bernabé en sus Viñedos Culturales. Viñedos en este caso de la Marina Alta alicantina. Sin adición de sulfuroso. Nariz franca, paso fresco por boca, nos gustó más su nariz que su boca.

Me alegro de que el siguiente vino no fuera degustado a ciegas, había que disfrutarlo sabiendo de qué se trataba, bien lo sabía nuestro amigo Mario. Coulée de Serrant 2005 de Nicolas Joly, una de las parcelas más famosas del mundo. Complejo y elegante, se mostró expresivo desde el principio y mejoró constantemente. Mezcla de aromas frutales, fruta blanca y amarilla, notas florales, miel, extraordinaria sensación en boca, seco, puro, tenso, con toque cítrico, profundo, de largo final. Una chenin espectacular, no había ninguna duda en la mesa.


Llega el gran tinto de la noche. Ahumados, fruta negra y roja, notas especiadas, buena acidez. Una shiraz, que no syrah, aunque yo llegué a pensar en Côte-Rôtie. Nombre latino para una famosa botella sudafricana, Columella 2006 de Eben Sadie (20% de monastrell que casi no apreciábamos). Nos gustó mucho.

Pasamos al dulce. Trimbach Gewurztraminer Vendange Tardive 2002, una delicia alsaciana de 75 cl. Elegante, equilibrado en dulzura y acidez proporcionando amplitud y largura en boca. En nariz, notas de miel, pétalos de rosa, membrillo, confitura, especias… muy bueno. Unos 80 g/L de azúcar residual.

Varios extra-ball aparecieron durante la noche, entre ellos, el austriaco Grüner Veltliner Beerenauslese 2000 Weingut Spielauer, con un elegante y moderado dulzor. Tampoco se me olvida el exquisito bizcocho de almendras que lo acompañó, fino y esponjoso.

Mi última copa la destiné a disfrutar de nuevo con el Amontillado VORS, un vino de sabor casi infinito para una noche que nos pareció corta.

Un fantástico fin de semana, buenos vinos, buena comida y mejor compañía. A veces pienso que con reuniones así no iríamos nunca a los restaurantes. Pero también tuvimos la oportunidad de visitar alguno, casualmente coincidimos con la décima edición de la semana Cuina Oberta, una buena idea que celebran en Valencia desde hace años.

Saludos a nuestros amigos Nuria, Mario, Isabel, Salva, Maria José, Esteban, Asun, Paco, Pilar, Paco, Amparo y Juan Luis.

Vicente


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