Blog de un aficionado al vino. Un paseo simple a través de mis aficiones, un punto de vista personal en un instante determinado. Siempre dispuesto a aprender, disfrutar y compartir.

viernes, 30 de marzo de 2012

“LA MÚSICA DEL VI” (7ª edición)



La Música del Vi”, el evento organizado bianualmente por Vila Viniteca, donde las numerosas bodegas representadas en la tienda muestran sus novedades y vinos más singulares, cumplió su 7ª edición el pasado lunes 26 de marzo y contó con más de 140 bodegas participantes y unos 4000 visitantes.

Mi recorrido vinícola empezó puntualmente entrando a las 11 horas en ese bello edificio de la Llotja de Mar de Barcelona. Así comenzaron, en mi caso, más de 7 horas de cata, un recorrido vinícola que iniciamos con las bodegas alsacianas presentes. 

Domaine Bott-Geyl, bodega situada en Beblenheim, siguen los principios de la agricultura biodinámica. Poseen 75 parcelas en 14 hectáreas repartidas por 7 comunas, de las cuales 5 Grands Crus. Jean-Christophe Bott y Valérie Bott-Cartier nos presentaron 8 de sus vinos, desde los más frutales Pinot d´Alsace Métiss 2009 (assemblage de Pinots: Blanc, Auxerrois, Gris y Pinot Noir vinificado en blanco) y el Pinot Gris Les Élements 2009 (con un poco de azúcar residual) hasta los enormes Grand Cru Schlossberg 2009 (Riesling de un terreno principalmente granítico), GC Mandelberg 2009 (Riesling en este caso en un suelo calcáreo) y Grand Cru Sonnenglanz 2008 (terreno pedregoso), catado tanto en la versión Gewürztraminer como Pinot Gris, éste último fue el que más me entusiasmó, notas más sutiles y delicadas y con mayor complejidad.

Si los vinos de Bott-Geyl nos sorprendieron gratamente, los siguientes, los del Domaine Marc Kreydenweiss, bodega  localizada en Andlau (Alsace) y también biodinámicos, resultaron ser, según nuestro criterio, una de las mesas más atrayentes del día. Nos emocionó su Riesling Grand Cru Kastelberg 2008, potente y equilibrado, complejo y largo, (Grand Cru alsaciano de terreno de esquistos azúl-violáceo que comprende un total de cinco hectáreas, de las cuales poseen escasamente una); también emocionante su enorme Pinot Gris GC Moenchberg 2006, con algo de botritis, nariz expresiva hacia la fruta madura, el membrillo, la pera y la nuez y una boca pura, equilibrada, plena de mineralidad. De este Grand Cru Moenchberg (Moench = monje, berg = montaña), poseen únicamente 0,67 hectáreas. 

Muy agradables, la familia Kreydenweiss (creo que presente casi toda ella) se percataron de nuestro entusiasmo por sus vinos y ante mi observación sobre sus bonitas etiquetas nos informaron que cada una está diseñada por un artista de la zona, quien debe intentar reflejar la imagen del vino degustado. Me confesaron simpáticamente que el artista ha de saber apreciar y entender sus vinos y que si no entiende nada de vinos, le enseñan, y además, son pagados mediante botellas. Interesante intercambio, estoy seguro de que los diseñadores beberán muy bien.

Un Domaine que conocía lejanamente y que tendré muy en cuenta a partir de ahora (hace unos pocos años, en Alsacia, observé que tenían una gran reputación como pequeños productores). Vinos de gran mineralidad, ¡esquistos en la copa y bellas etiquetas en las botellas!   

No nos despedimos de la familia Kreydenweiss sin probar uno de los vinos que elaboran en el Valle del Ródano: Ka 2009 (AOC Costières de Nîmes), viejas viñas de Carignan en suelo de cantos rodados, fruta fresca en nariz y en boca. Como mínimo ¡sorprendente! 

Seguimos por una casa que aprecio mucho, Domaine Marcel Deiss, inolvidable su trato cuando los visité en Bergheim hace tres años. No traían en esta ocasión su delicioso vino Altenberg de Bergheim GC,  pero degustamos un espléndido Grasberg 2007 1er Cru (Riesling, Pinot Gris y Gewürz), cítrico, complejo y largo; y el también complejo Gruenspiel 2007 1er Cru (Riesling, Pinot Noir y Gewürz). Ambos de viñedos en complantation, mezcla de variedades plantadas juntas en el mismo viñedo y que favorece el desarrollo de las viñas también al mismo tiempo. Jean-Michel es pionero en este concepto, vinos de expresión del terroir en lugar de vinos de cépages, tal y como dominan en la zona. También observar que para el Domaine, ambos son Premier Cru, una clasificación inexistente en Alsace. Nos despedimos de esta casa degustando su Vendanges Tardives Gewürstraminer 2004, quería dejar los vinos dulces para la fase final de la jornada, pero una cosa tan rica hay que aprovecharla al instante, no sea que se agote al cabo de unas horas.

Acabamos el bloque alsaciano con la Maison Trimbach, otra gran bodega que visité en Ribeauvillé. Probamos su Cuvée Frédéric Emile Riesling 2005 y su Cuvée des Seigneurs Gewürstraminer 2004. No estaba el fabuloso Clos St. Hune, aunque no importó, deliciosos los dos cuvées ofrecidos. 

Estuvimos comentando que con lo degustado y disfrutado hasta ese instante ya había valido la pena entrar al evento.

Fuimos en busca del Blanc de Blancs de Salon, sin embargo tuvimos que esperar, abrían una botella a las horas en punto. No pasaba nada, degustamos un magnífico Rosé de Bollinger y su monstruoso Grand Année 2002. Bollinger, una gran casa que realiza unos Champagnes del más alto nivel.

Nos acercamos a Roberto Voerzio, no me gustó demasiado su Barolo 2006 Magnum, sé que era muy joven pero tánico a tope dejándote las encías marcadísimas. Mucho mejor y sobre la fruta el Barbera d´Alba 2007 Magnum.

Una visita a Daphne Glorian y una copa, antes de que se nos olviden, de los escasos y magníficos Laurel 2009 y Clos Erasmus 2009.

Seguimos con una cata muy completa de las mencías del Bierzo de Descendientes de J.Palacios, entre otros, Corullón 2008 y La Faraona, Moncerbal y Las Lamas 2009, siendo éste último el que más me gustó en esta ocasión. Alvaro Palacios nos ofreció L´Ermita 2009, a mí y a decenas de copas más. Se trata sin duda de un gran vino, tengo en cuenta su juventud (infanticidio), de su precio prefiero no hablar.

A continuación, nos presentamos delante de una de las bodegas que más me interesan del Priorat: Mas Alta, situada en La Vilella Alta. Un gran proyecto promovido por cinco socios belgas. El enólogo es Bixente Ocafrain y el asesoramiento lo realiza Michel Tardieu, reputado enólogo de la Maison Tardieu-Laurent.

Había probado La Basseta 2005 anteriormente en una feria de vinos del Priorat celebrada en VinacotecaSiguió pareciéndome sedoso y elegante, fruta negra, balsámico, taninos fundidos… El top de la casa, La Creu Alta 2005 (garnacha y cariñena), otro monstruo, intenso y largo. Probamos también sus 2008 y otros vinos de esta bodega: Artigas Blanc, Els Pics, Artigas y Cirerets 2008, todos muy interesantes. Otra de las mesas de la jornada.

Y esta vez sí, probamos el Grand Cru Blanc de Blancs 1999 de Salon, lo más cercano a la perfección en un chardonnay espumoso, cremosidad y elegancia.

Antes de realizar un break, viajamos a Mallorca, 4 Kilos 2009 y Gallinas y Focas 2009 y 2010 en primicia, éste último mezcla de Manto Negro y Syrah, todo fruta y frescura. La bodega se denomina 4 Kilos Vinícola debido a la inversión inicial en pesetas realizada en 2006.  

Y por fin, nos fuimos a comer, pero no salimos del edificio, mis amigos insistieron en subir a la sala donde estaban expuestos los quesos de La Teca. Extraordinaria organización con la presencia de los propios elaboradores llegados desde distintos puntos para ofrecer y presentar sus excelentes productos. ¡Genial idea! ¡Vaya festival de degustación de quesos!    

Realizamos una procesión de mesa en mesa: Gouda desde Holanda; los quesos de cabra Bauma del Berguedà; queso Mahón de Son Mercer de Baix; desde Pravia, el asturiano afuega´l pitu de Rey Silo; las mozzarellas y otros quesos italianos de Mozzakimozza; una representación de la Maison Jean d´Alos de Bordeaux, afinadores de gran prestigio internacional; los extremeños quesos de Torta de Finca Pascualete desde Trujillo… Y muchos más de la gran selección existente en La Teca, quesos artesanos de leche cruda que crean adicción, ¡estáis avisados! Pero lo que más ilusión me dio fue conocer personalmente a la familia que elabora unos quesos de cabra divinamente afinados: Mare Nostrum de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), ¡deliciosos!

Tras reponer fuerzas, reanudamos nuestra ruta de cata, ahora por la primera planta, intentamos poner orden y comenzar de nuevo por los blancos. Tomamos una copa de As Sortes 2010 de Rafael Palacios en Valdeorras, uno de los mejores vinos blancos que se pueden disfrutar en España. Seguidamente una corta charla con Emilio Rojo mientras degustamos su Ribeiro Emilio Rojo 2011, un vino con tanta personalidad como su elaborador. Y nos encontramos con, en mi opinión, una de las mejores bodegas de Cava que existen, por no decir directamente la mejor, Recadero. Excelentes espumosos en toda su gama: Turó d´en Mota 2002 (Xarel.lo 100%, añada probada en primicia), Brut de Brut Nature Gran Reserva 2004, Reserva Particular Gran Reserva 2002… Y su blanco Aloers 2010 (Xarel.lo en su mayor parte y Macabeo y Parellada) que ya aparece en la etiqueta con la certificación biodinámica demeter.

Y al fondo en la última sala estaba la bodega Abel Mendoza Monge de San Vicente de la Sonsierra. Mientras Abel departía con otro grupo de catadores, a nosotros nos atendió Maite, su esposa. De esta bodega riojana conozco todos sus tintos, presentaban entre otros, los magníficos Graciano y Tempranillo Grano a Grano 2009. Yo caté sus blancos, que no conocía aún y me sorprendieron muy gratamente, como el 5V 2011 (5 varietales: Malvasía, Torrontés, Viura, Tempranillo Blanco y  Garnacha Blanca) y los monovarietales Malvasía 2011 y Tempranillo Blanco 2011. Me gustan sus vinos.

Volvimos a bajar a la sala principal y busqué la garnacha blanca del Empordà de Masía Serra, aunque también elaboran tintos, quería probar Ctònia 2010. No me defraudó.   

Vimos la mesa de Clos des Fées de Hervé Bizeul, imperdonable no acercarse. Al igual que hace 2 años, volvió a gustarme más el Clos des Fées 2010 que su top La Petite Sibérie 2010 (Garnacha), es raro porque sin saberlo mis gustos suelen coinciden con las botellas más caras, pero en este caso, eso que me ahorro. También me gustó De battre mon coeur s´est arrêté 2010, juventud y fruta. Y cómo no, su grenache blanc vieilles vignes Clos des Fées 2011. 

Dimos un rápido paseo entre las mesas del Ródano. Me regalé una copa de Chévalier de Stérimberg 2009 de Jaboulet, muy joven, es normal, recuerdo una botella del 2005 como uno de los mejores blancos que he bebido. Después, el pedazo de syrah Hermitage 2009 de la Maison Tardieu Laurent y acabamos el espectacular Ródano dándonos el gustazo con una excelente casa: Domaine de Marcoux y su Châteauneuf-du-Pape 2009. He de comprarlo.

A las 6 de la tarde y aunque seguían entrando visitantes, opté por finalizar la jornada con algunos dulces.

Probamos los vinos de Château Climens, una prestigiosa casa de Barsac, que no pude visitar en mi viaje a Bordeaux. Si el Cyprès de Climens 2007 estaba escandaloso, qué decir del Château Climens 2000, bueno sí, que en esta ocasión no escupimos ni una gota. También me enteré que trabajaban únicamente con Sémillon.

Recta final con Equipo Navazos. Impresionante La Bota de Palo Cortado Nº 34 y sin palabras para La Bota Nº 33 de Dulce Color “Bota No”, vino rarísimo, literalmente arrope con una acidez bestial, valió la pena probarlo, muy curioso, tiñó la copa por completo y tuve que buscar otra copa limpia para finalizar, ahora de verdad, con los vinos de Dirk van der Niepoort. Tras catar el Vintage 2007, Niepoort me ofreció una copa del Senior Tawny (7 años de crianza en madera), me gustó su frescura. También lo pienso comprar.

La idea inicial de llevar un orden de cata (espumosos, blancos, tintos y dulces) resultó imposible y menos abarcarlo todo. Nos dejamos muchas bodegas que nos gustan (Artadi, los vinos de Telmo Rodríguez, Domaine Jean-Jacques Confuron…). Algunas porque las habíamos catado recientemente o las cataremos pronto, y otras porque se nos pasaron torpemente y no tuve tiempo para más.   

No sólo empleamos las 7 horas catando, también saludamos y charlamos con numerosos amigos y conocidos, y por supuesto con los bodegueros, de los que aprendemos continuamente. De todas formas, nos despedimos con las marcas del catador: los dientes tintados y el dedo índice, que sujetaba todo el rato la copa de cata, manchado a media altura a causa de las gotas que resbalan a veces por el exterior del cristal. Dentro de dos años comenzaremos de nuevo limpios, jeje.

¡Enhorabuena a los organizadores y a los bodegueros!

Vicente

Dedico este largo post a mi amigo Juan Luis, quien no pudo asistir este año.

Llamándose este fantástico evento “La Música del Vi”, os dejo con unos minutos musicales:





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