Mucho se ha escrito y mucho he oído sobre los tintos gallegos, se dice que representan el futuro del vino español, yo iría más lejos, estoy convencido de que ya forman parte del presente más exitoso. En muchos puntos de España están surgiendo excelentes vitivinicultores sumándose a los ya existentes y elaborando de una forma responsable en conexión con la naturaleza y alejados de modas. En Galicia, además, su clima generalmente atlántico y sus microclimas favorecen la obtención de tintos frescos, característica coincidente con los gustos actuales basados, afortunadamente, en una menor extracción, buena acidez, poco empleo de la madera y dando un importante valor a la recuperación de uvas autóctonas potenciando la originalidad frente a la globalización del vino.
Numerosos ejemplos de calidad podemos encontrar dentro, o fuera, de sus cinco denominaciones: Ribeira Sacra, Ribeiro, Rías Baixas, Monterrei y Valdeorras. Si desde hace años destacan por sus blancos (albariño, godello, treixadura, torrontés, doña blanca…), de los que me gustaría hablar en una próxima ocasión, ahora se suma el merecido prestigio de sus tintos.
A continuación citaré las botellas que hemos disfrutado durante las últimas semanas, vinos de nuestro gusto, de fuerte personalidad y de disfrute. Una muestra de algunos de los tintos producidos en esta región:

En realidad, se trata del mismo vino, pero con diferente etiqueta, que El Pecado de Raúl Pérez, enólogo que ha contribuido enormemente a impulsar los vinos de todo el noroeste español colaborando, como en este caso, con viticultores de la zona y realizando pequeñas producciones con un carácter siempre innovador.

Ribeira Sacra, donde domina la uva tinta, es la denominación estrella de la zona. Sus suelos graníticos o pizarrosos en laderas escarpadas de escandalosas pendientes, a orillas del Sil y el Miño, obligan a un duro trabajo que está dando muy buenos resultados.





El viñerón José Luis Mateo García, un enamorado del viñedo, del terruño, realiza desde hace años una importante labor en la comarca de Monterrei, trabajando con viejas cepas de bajos rendimientos y recuperando variedades locales. Entre las distintas referencias que elabora destacan también sus varietales de caíño y de albarello (brancellao), siempre de escasa producción.
No se me olvidan otros productores de calidad: Adegas Algueira o Dominio do Bibei en Ribeira Sacra; Casal de Armán, José Merens y, por supuesto, Coto de Gomariz, en Ribeiro; Adega Pedralonga en Rías Baixas… Y bastantes más que intentaré conocer, artesanos que elaboran tintos frescos, finos e intensos, originales, de viejas cepas, de variedades casi olvidadas, vinos auténticos con una clara apuesta por la expresión del terruño.
Cómo no, recuerdo Deep Purple y su “Hush” o su “Smoke on the water”, pero al hablar de Galicia no puedo evitar recordar los 80, los años de la movida musical. En aquel entonces también teníamos puesta la mirada hacia esta región: Siniestro Total, Os Resentidos, Golpes Bajos… Ahora, de nuevo, nos llega la frescura y originalidad de la zona, esta vez en forma de vino. Disfrutemos.
Cómo no, recuerdo Deep Purple y su “Hush” o su “Smoke on the water”, pero al hablar de Galicia no puedo evitar recordar los 80, los años de la movida musical. En aquel entonces también teníamos puesta la mirada hacia esta región: Siniestro Total, Os Resentidos, Golpes Bajos… Ahora, de nuevo, nos llega la frescura y originalidad de la zona, esta vez en forma de vino. Disfrutemos.
Vicente