Sana costumbre la que hemos adoptado estos últimos años: acercarnos en otoño a la comarca del Priorat. Una escapada a estas tierras, aunque sea corta, nos desconecta de la ciudad y sus ruidos. Sobre todo si nos alojamos en una bella y acogedora casa como Cal Compte, en Torroja del Priorat. Unamos a ello el paisaje, los paseos entre los viñedos, alguna visita siempre interesante a algún vitivinicultor, buen vino, comida casera y una magnífica compañía entre amigos y tenemos el pack completo.
Si en recientes ocasiones habíamos disfrutado de emocionantes visitas como por ejemplo a Terroir al Límit, en esta oportunidad nos citamos con Bixente Capfrain, el enólogo y responsable de Bodegas Mas Alta. Tiempo hacía que deseaba visitar esta Bodega situada en el pueblo La Vilella Alta , sus propietarios son cinco empresarios belgas, alguno de ellos importante distribuidor de grandes vinos en su país. El asesoramiento corre a cargo de Michel Tardieu, enólogo-consultor experimentado principalmente en el Ródano. Casualmente hacía escasos días que había acudido a una cata degustación realizada en Monvinic y dirigida por este famoso enólogo, donde nos exponía su filosofía y convencimiento de la idónea utilización del raspón en la vinificación aportando frescura, vivacidad y equilibrio frente al alcohol. De hecho, se estaba experimentando su utilización cada vez en mayor proporción en Bodegas Mas Alta.
En esta casa elaboran diversas botellas, siendo destinadas actualmente a la exportación en un 95%, principalmente a Bélgica: Els Pics, Artigas, Cirerets, La Basseta , La Creu Alta. En todas destacan las dos variedades más importantes del Priorat, la Garnacha y la Cariñena. El Cabernet Sauvignon tiende a ser sustituido, pero la Syrah presenta muy buenos resultados. También elaboran el blanco Artigas (Garnacha Blanca, Macabeo y Pedro Ximénez).
Como menciono, Bixente, de origen francés, el verdadero pilar de la bodega y de los trabajos día a día, nos recibió y atendió muy amablemente. Recorrimos las distintas parcelas en las que trabajan, elevadas pendientes, viñas centenarias, otras más jóvenes plantadas en antiguos bancales, impactantes imágenes de los viñedos y bellas panorámicas.
Nos enseñaron las instalaciones de la bodega: doble mesa de selección, encubado por gravedad, depósitos de hormigón, barricas de roble francés… Seguimos la visita catando de diversas barricas, espléndidos los blancos de la añada recién vendimiada y sobre todo, la barrica de Serine (como se denomina la Syrah en el Ródano), espectacular su expresividad. Y terminamos con la cata-degustación de distintas botellas.
Todo el tiempo aprendiendo de Bixente, en una conversación fluida y entretenida, nos llevamos un grato recuerdo, del recibimiento y de los vinos.
Compramos una botella de La Creu Alta 2007 (Mazuela y Garnacha de viejas viñas y una punta de Cabernet Sauvignon), potente y elegante, es el vino que más nos impactó de la cata en la visita. La disfrutamos esa misma noche cenando muy a gusto en Cal Compte, junto a la chimenea. De un color subido casi negro, intenso, brillante e impenetrable, densa lágrima que tinta la copa, fruta negra muy madura, moras, balsámicos, eucaliptos, suaves especiados, con estructura, buena acidez, agradable textura. Final de fruta dulce concentrada, notas licorosas. Largo y persistente, con gran intensidad frutal. Gran vino.
Cenas caseras en Cal Compte y para comer, nos aconsejaron una dirección, el restaurante La Cooperativa en Porrera. Productos cercanos y de calidad en elaboraciones tradicionales con toques personales y actuales. También venden vino, disfrutable a buenos precios en mesa. Entre la extensa selección de botellas del Priorat, optamos por recordar un vino de Terroir al Límit, su blanco Pedra de Guix, en este caso 2010: floral, cítrico, fruta blanca, fruta de hueso, con tensión, envolvente y muy largo. Disfrutable y con larga vida. Seguimos coincidiendo mis amigos y yo en que es el blanco del Priorat que más nos gusta, desde su primera añada. Tuvo buena compañía: estofado de verduras con quinoa, lentejas con chopitos, empedrat de bacallà…
La noche anterior habíamos tenido la suerte de ser convidados por nuestros amigos de la zona a unas copas del extraordinario Les Manyes 2010 Terroir al Límit: Garnacha 100% a la altura de las mejores del sur de Francia. Finos especiados, balsámicos, frescos frutillos rojos, notas terrosas, notas de piel, todo ello en retronasal con un intenso y larguísimo postgusto. Excelente vino, excelente añada.
Con los postres, entre los que destacan las trufas de chocolate negro y el pastel de frutas, optamos por unas copas del Vi dolç natural Nus 2009 de Mas d´en Gil: notas de fruta roja, naranja confitada… nada empalagoso.
Y no me resistí a probar La quinta essència dels llops, aguardiente de vino de diversas bodegas, todas relacionadas con René Barbier. Finamente aromático, ligeros toques de hierbas. Muy interesante. (38% de graduación).
Nos agradó tanto este local, de decoración desenfadada, que reservamos mesa para el día siguiente, acompañando esta vez los platos con dos atrayentes botellas: Laurel 2010 y Nit de Nin 2010. Conversando con el encargado de sala y copropietario, y dada su anterior profesión, surgió la pregunta de un maridaje musical para estos vinos, Jazz fue la respuesta. Nos convenció.
Laurel 2010: 80% Garnacha, 20% Syrah. Mucha fruta, madura, negra, balsámicos, recuerdos a pegamento, carnoso y amplio, con cuerpo, taninos maduros. Con potencia y volumen, sabroso. Acompañó fantásticamente, como anotó nuestro amigo Guillermo, el plato de Fricandó (guiso de ternera).
En 2004, la enóloga Ester Nin comenzó a trabajar junto a Daphne Glorian y, además de participar en otros proyectos, desarrolló su apuesta personal Nit de Nin, aprovechando los mismas instalaciones en Gratallops que para el Clos Erasmus (la antigua bodega de Alvaro Palacios).
Laurel es el hermano pequeño de Clos Erasmus (Bodegas Clos i Terrases), el prestigioso vino de Daphne Glorian, una de los cinco precursores del resurgimiento del Priorat a finales de los 80. Su esposo, el norteamericano Eric Solomon, es un importante importador de vinos.
Nit de Nin 2010: 60% Garnacha y 40% Cariñena de viejos viñedos de Porrera. Elaborado atendiendo los principios de la biodinámica. Violetas, monte bajo, boca fresca, mentolados, fruta silvestre, con nervio. Elegante, equilibrado, listo para ser bebido. Exquisito. Como anécdota, creo que era día flor. Siendo Laurel un buen vino, nos gustó aún mucho más el estilo de éste.
Por cierto, además de los vinos de la zona, no se me olvidan otras botellas que tuvimos la oportunidad de degustar durante ese fin de semana: Foradori 2008 DOC Teroldego Rotaliano de Elisabetta Foradori, fantástico; As Tornas dos Pasas Escolma 2008, un sensacional tinto de Ribeiro; el siciliano Nero di Lupo 2010 de Cos, calidad y personalidad; y sobre todo, el Clos des Rosiers 2009 Monopole del Domaine Chantal Rémy, traído por nuestros amigos Juan Luis y Amparo de su estancia en Morey-Saint-Denis, un vino delicado, floral, casi aéreo, de fresca acidez, seductores frutillos rojos... delicioso.
Una escapada de fin de semana muy bien aprovechada. Volveremos.
Vicente
NOTA: la primera fotografía está realizada por Juan Luis (El ojo público) desde una de las terrazas de Cal Compte.
Otro buen artículo. El próximo año me apunto.
ResponderEliminarGracias Guillem. La verdad es que un fin de semana lejos de la ciudad y su contaminación, respirando sano y oliendo esas fragancias de uva haciéndose vino y criándose en las salas de las bodegas visitadas, reconforta enormemente. Bien lo sabes tú. Un abrazo.
EliminarVicente, muy buen artículo. Nosotros nos apuntamos también. La verdad es que me produjo mucha nostalgia por volver al Priorat y disfrutar de sus vinos y paisaje.Un abrazo.
EliminarHola César, me alegra saber que el artículo te trae buenos recuerdos de las experiencias que has vivido en otras muchas ocasiones. Un abrazo. ¡Tenemos ganas de veros!
EliminarComo si lo hubiera vivido. He leído la entrada en tres dimensiones. El año que viene esperemos poder repetir.
ResponderEliminarHola Juan Luis, para ir haciendo tiempo, tengo reservada una botella de Planassos 2006, de Fredi Torres, para cuando vengáis a casa el próximo mes. Una de las únicamente 598 que salieron al mercado.
EliminarNos juntamos por fin con nuestros amigos para degustar esa botella de la bodega Saó del Coster, Planassos 2006, el vino de Fredi “Fresquito” Torres. 100% Mazuelo de viñas viejas localizadas en Gratallops.
ResponderEliminarToques especiados, balsámicos. Bayas rojas, notas de licor de chocolate con cerezas, cacao, tabaco, también flores (violeta, lavanda). Magnífica acidez que le aporta mucha frescura. Es vertical y persistente en boca. Sabroso, se podría degustar sin comida. Muy, muy buen vino.
Un Priorat en una línea distinta, de gran finura y frescor, sin excesos de maduración. Uno de los vinos españoles que más nos ha gustado de entre los bebidos últimamente. Comprado en vinoartesano.com