Los vinos rosados suelen ser sinónimo de alegría, de fiesta,
de días calurosos… En España tienen generalmente mala reputación, se tiende a
considerarlos simples, cabezones y se acostumbra a servirlos muy fríos. En Francia, donde también los hay malos, su consumo
es alto, siendo además el máximo productor. Por supuesto, encontramos
rosados que podemos disfrutar olvidándonos del dolor de cabeza, recibiendo más
sensaciones de las esperadas, y válidos
para cualquier estación del año. Como siempre, la materia prima y el buen hacer
del elaborador es fundamental.
No es la primera ocasión que hablo sobre los rosados que me gustan. Tres vinos nos están acompañando este caluroso
verano,
dos excelentes rosés y también un rosado. Los tres muy distintos entre sí, y
del resto.
Vin Rosé Pinot Gris
2010, Le Clos du Tue-Boeuf
Un rosé de Jean-Marie y Thierry Puzelat (Le Clos du
Tue-Boeuf), referentes en la zona del Loira con sus vinos naturales.
Pinot gris vinificado como un tinto, en maceración
durante 2 semanas, que presenta en copa un color más bien amarronado en lugar
de tonalidades rosadas y que nos hace desconfiar del posible placer que nos
pueda transmitir. ¡Juega al despiste! Atrayente y sorprendente nariz dominada
directamente por la fruta, zumo de uva con sus pieles y aromas casi de tinto
borgoñés por momentos; de sabor largo, vertical, persistente, acidez
equilibrada, fresco y con estructura para acompañar toda una comida. Muy
placentero, estarás deseando abrir otra botella, al menos a mí me pasa.
Vino de fruta de gran pureza, aquí no encontrarás ni
compotas, ni dosis elevadas de alcohol (11,5%), ni excesos de sulfuroso. No es
un vino natural, es sobrenatural.
Botella degustada en el bar de Núria y Benoît, el primer bar
de vinos naturales abierto en Barcelona, L´Ànima del Vi.
Canta Mañana 2012, Le Casot des Mailloles
Ghistaine Magnier
et Alain Castex
De color rosado salmón. Notas dulces, tarta de frutas,
perfume de rosas, licor de frutos rojos, piel, potencia aromática. Madurez
equilibrada por su acidez y mineralidad. Un néctar delicioso. Un vino de sol
que sabe comportarse fresco en boca. Sabroso y persistente.
Ghistaine Magnier et Alain Castex y su Domaine Casot des Mailloles,
una pareja de vignerons apasionados y un paisaje bellísimo, pocas hectáreas, trabajo
a mano o a caballo, rendimientos bajos y vinificación de forma artesanal en un
antiguo y pequeño garaje de Banyuls-sur-Mer.
En la etiqueta indica “No sulfites”, no lleva la mención
“contient des sulfites” obligatoria para
toda botella con un nivel superior a 10 mg por litro. Pocas veremos así.
Impresionante.
Casot es el nombre lugareño para las pequeñas y antiguas
construcciones de piedra repartidas por el viñedo como lugar de descanso y
refugio de las inclemencias del tiempo.
Musikanto 2012,
Viñedos Culturales – Bernabé Navarro
Muy interesante el proyecto que realiza en Villena el
viñerón (sí, con ñ) Rafa Bernabé, tratando de recuperar variedades autóctonas
de forma artesanal reflejando el terruño con el máximo respeto hacia el
entorno.
Musikanto es como llaman los búlgaros a los músicos
callejeros. Rafa Bernabé dedica este vino a sus vendimiadores quienes se
divierten con música y cantos durante los recesos.
De color rosa pálido. Frutos rojos, maduros, con suficiente
acidez y frescura. Piel cítrica. Mineralidad calcárea. Persistencia media. Muy
agradable de beber.
100% garnacha peluda. Elaborado y criado en tinajas de 450 litros . Levaduras
del propio viñedo, vinificado sin adición de sulfuroso, estabilización natural
(el frío de la calle), no clarificado, no filtrado.
Un rosado fresco y rico, elaborado por primera vez en el
2011. Curiosamente 12,5 de alcohol en esta segunda añada, siendo 14,5% en la
primera. Independientemente del grado alcohólico, en mi casa no coincidimos
totalmente, mi pareja prefiere el 2012 y yo el del año anterior. En todo caso,
para beber a litros y calmar la sed.
Hasta la próxima canción.
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