martes, 26 de diciembre de 2017

En Copenhague (1ª parte): Spisehuset, Rødder & Vin, Vin de Table, Gaarden & Gaden, Ancestrale, 108...



Copenhague es una importante ciudad para visitar por los enamorados del vino natural. De hecho, es más fácil aquí encontrar vinos naturales que vinos convencionales. Pienso que la selección de botellas en restaurantes y tiendas denota muy buen gusto. Tanto en esta bonita ciudad como en la vecina Malmö, donde prorrogué mi viaje, el número de consumidores amantes de los vinos sin aditivos es amplio y tienen la fortuna de disfrutar de esta sensacional oferta.

Las visitas a museos, castillos, tiendas de vinos, restaurantes y los largos paseos, ocuparon principalmente el tiempo durante nuestra estancia. Intentaré resumirlo:

Spisehuset (fotografía de cabecera)

El día de nuestra llegada nos acercamos hasta Meatpacking District, distrito del barrio donde estuvimos acomodados, Vesterbro, para cenar en el restaurante que elegí como primera visita en la ciudad.

Spisehuset destaca por la excelente materia prima utilizada en su cocina, con productos de temporada de origen biodinámico o ecológico. Sus proveedores son pequeños y cercanos. El bonito restaurante, cuya cocina está abierta al comedor, se localiza en un antiguo edificio de ladrillo vista característico de la zona, recuerdo de la pasada actividad de la industria de la carne.

Tenía reservada mesa para dos, pero mi sorpresa fue coincidir con un fantástico evento al que nos apuntamos. Si bien la selección de vinos del local es más que buena, esa noche un espontáneo y espectacular pop up había sido organizado. El menú degustación del chef Niclas Grøjøh Møller iba a ser maridado con los vinos elegidos y llevados por el sommelier Solfinn Danielsen, propietario de la tienda de vinos Rødder & Vin, tienda localizada en el barrio de Nørrebro y que ya tenía previsto visitar lo antes posible.




La velada resultó todavía mejor de lo esperado, deliciosos platos y fantásticos vinos: gewürz de Bruno Schueller; Pétillant naturel de Thierry Hesnault; chardonnay de François Dhumes; otro pet nat, también de Dhumes; un vino de velo de Thierry Hesnault... Entre la maravillosa selección, he de destacar las copas que degustamos de una botella muy difícil de ver, Domaine de Peyra Vieilles Vignes L04, vino de Stéphane Majeune, que ya no se elabora y que es uno de los mejores vinos que yo he probado en mi vida. Así se lo comenté al sommelier. ¡Emocionante gamay de Auvergne! Charlando con Solfinn, le mostré la lista de restaurantes que tenía preparada para visitar en los próximos días. Me recomendó uno más, para uno de los días que aún tenía en blanco, y también me aconsejó varios restaurantes de Malmö, donde sí que no tenía prácticamente nada apuntado.



Bar de vinos inaugurado a finales de 2015 y localizado en Nørrebro, uno de los barrios más interesantes. Reservamos previamente, así lo hice en todos los restaurantes visitados.

Nos explicaron la carta escrita en danés, disponían de varios platos ligeros como entrantes y también dos principales, estos últimos eran en esa ocasión un risotto con espárragos y un plato de carne. Para beber, me enseñaron la bodega, bien surtida, finalmente opté por varias copas: Phil' en Bulles de Philippe Tessier; Venskab L15 de Nicolas Renaud y Eric Pfifferling, un vino con el que me volvía a encontrar, y Les Marcottes L14 de Marie et Vincent Tricot. Este último sobresalía en esta ocasión. Auvergne es una de mis zonas preferidas.



Desde diciembre del 2016 y también en la zona de Nørrebro, se localiza esta tienda de vinos de nombre Vin de Table. La selección de vinos naturales es excepcional. Disfruté de mi visita, mirando las múltiples botellas de las estanterías, charlando con dos de los socios que regentan el local, Espen Idland y Christopher Melin, muy amables, y por supuesto llevándome algunas joyas. Amme de Samuel Boulay y Nacarat de Claude y Etienne Courtois, fueron los primeros dos regalos que me hice. A los que añadí dos sidras, una danesa y otra sueca. Aquí da gusto comprar.





Este bar de vinos estaba en la misma calle donde nos hospedamos, en el barrio de Vesterbro, así que uno de los días en que no estaba lleno de clientes entramos sin necesidad de reservar. De todas formas, tenía apuntada su visita, y me alegro. Me permitieron visitar su bodega de vinos y elegir sin problemas cualquier botella para abrir y consumir un par de copas. ¡Un puntazo! Dos elegí: un tinto de Christian Tschida y Ô Galarneau! de Mai et Kenji Hodgson, buenísimo cabernet franc, creo que 2015. Y sumé dos copas más de botellas que ya habían sido abiertas, Buteo Grüner Veltliner 2015, vino austriaco de Michael Gindl, que no conocía hasta entonces, y Frileuse de Puzelat, Clos du Tue-Boeuf, vino que siempre me apetece beber. Para comer, un menú compuesto de 5 platos, tamaño pequeña ración, que varían con frecuencia, y que nos pareció delicioso. No faltó el ruibarbo como ingrediente en uno de los platos, ¡me encanta!




La tienda de Solfinn Danielsen, a quien como he comentado conocí antes de mi visita, en el restaurante Spisehuset, ocupa un pequeño local localizado en el barrio de Nørrebro. Conforme te vas acercando a su dirección vas percibiendo que se trata de un lugar especial para el aficionado al vino. Varios amigos y visitantes conversaban bebiendo alrededor o sentados en el banco que la tienda ofrece en su puerta. En este lugar destaca el buen ambiente, tranquilo, distendido, divertido y comunicativo.

Dentro del local, su principal estantería, es desde que la vi mi librería de vinos preferida. La selección de botellas dispuestas sobre los estantes abarcaba mis principales deseos: vinos de Schueller, Beauger, Tricot, Coutelou, Sage, Riffault, Gounan, Péron... ¡Una maravilla! También tenía algunos vinos italianos, y españoles, como los de Manuel y Lorenzo Valenzuela de Barranco Oscuro, vinos granadinos de mi gusto.


Embobado como estaba mirando las botellas, Solffin no dudó en abrir una nueva botella para compartir entre los asistentes: Vous n'auriez pas une idée de nom pour cette cuvée là? Pinot gris de Pierre Beauger, ¡añada 2011! Fantásticos momentos para el recuerdo degustando esta botella. Gracias Solffin.

No me fui sin la compra de otra botella que me regalé para mi colección particular: Pourquoi aller chercher ailleurs ce qu'on ne trouve pas sur place? Pinot noir de Pierre Beauger. Para mí más que un vigneron, un extraterrestre capaz de elaborar néctares naturales desde Auvergne.

Mis notas apuntadas ese día: "My favourite wine library!  Wonderful place! The paradise! Rødder & Vin!"





Este restaurante nos lo recomendó Solffin, y me alegro de haberle hecho caso. Os cuento porqué.

Situado entre el puente de Inderhavnsbroen, también llamado Kyssebroen (puente del beso) y el canal de Christianshavn, a pocos pasos de donde se encuentra el famoso Noma del chef René Redzepi, restaurante que cerró este año y que volverá a abrir en una nueva ubicación con un renovado concepto a comienzos de 2018. El 108 se inauguró en julio de 2016, se trata de un nuevo proyecto de Redzepi, con el chef Kristian Baumann dirigiendo la cocina.

Habíamos reservado previamente mesa para dos. Como llegamos un rato antes, hicimos tiempo en The Corner, local también del 108 y situado en una esquina de su edificio, un antiguo almacén rediseñado con el estilo escandinavo. The Corner es un café-bar comunicado con el restaurante, sirven desayunos, comidas y en horario de tarde-noche disponen de aperitivos para comer y también la opción de vinos por copas. Al ver la carta, tuve clara mi elección: un par de copas del Rose 2015 de Tom Shobbrook, Barossa Valley, ¡delicioso! Sus variedades son syrah, mourvèdre y riesling.


Ya en el amplio comedor del restaurante, uno de los chef de cocina, de habla española, nos atendió para detallarnos los distintos platos de la carta. ¡Tremenda amabilidad!

La cena fue muy agradable, platos deliciosos, sabrosos y una botella que elegí entre las numerosas referencias de la carta de vinos, un vino de una de mis bodegas prefereidas, Lucy Margaux, en Adelaide Hills: Noir de Florette de Anton van Klopper. ¡Qué maravilla!

Leo mis notas escritas el día de la visita:

"...and one bottle of one of my favourite wineries in the world, Lucy Margaux, Noir de Florette (L15), pinot noir. Delicious dinner at 108. From the first dish, Norvegian scallop, to the last, rhubarb marineted in quince tea with frozen ethelflower"


Castillos...

Dos excursiones cercanas realizamos desde Copenhague, ambas en tren. La excusa, dos impactantes castillos: el de Frederiksborg, construido junto al lago de Hillerød, a unos 30 kilómetros de la capital, y el de Kronborg, también conocido como el Castillo de Hamlet, localizado en dirección norte, en la costa frente al estrecho de Oresund, y a escasos 45 minutos de distancia en tren desde Copenhague. Pienso que ambas visitas valen la pena.

Continuo contando el viaje en una próxima segunda parte. Salud y hasta pronto.

Vicente




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comments are moderated and will not appear until the author have approved them.