jueves, 28 de mayo de 2015

Recorriendo la Touraine desde Tours, castillos y vinos



Tours es una agradable ciudad que destaca por su bella catedral, Saint-Gatien, donde se observan distintos estilos góticos, desde el primitivo al flamígero, su fachada es impactante. También destacan en esta ciudad las casas medievales del siglo XV, localizadas en el entorno a la Place Plumereau, su casco viejo. Además, Tours es el lugar ideal desde el que desplazarse para recorrer la Touraine, región bañada por numerosos y espectaculares castillos reflejo de la época renacentista.

De Tours hacia el oeste

Desde Tours, cuna de Honoré de Balzac (1799-1850), hacia el suroeste, encontramos Chinon, el pueblo dominado por su fortaleza real y ligado a la figura de François Rabelais (1494-1553), el autor de Gargantúa y Pantagruel. Aquí fue también donde en 1429 Juana de Arco reconoció y convenció al delfín de Francia de su misión contra los ingleses.

En esta zona impera la cabernet franc. Muy conocidos son los vinos de Chinon, de Bourgueil y de Saint-Nicolas de Bourgueil.

Un local que destacaría en Chinon es la Cave Voltaire, en la calle del mismo nombre, es un bar de vinos y tienda cuyo propietario Patrice Claire inauguró hace 8 años. Una parada aquí vale la pena. "Ici, les papilles font de la résistance", indica el rótulo sobre la puerta. En nuestro caso disfrutamos de un espumoso para beber en cualquier momento del día y elaborado a poca distancia de la ciudad: To bulle or not to bulle, gracioso juego de palabras para una chenin refrescante, fruta muy natural, 2 mg de sulfuroso y sin azúcar añadida. En su etiqueta indica: "Vin issue d'une agriculture poètique". El domaine se denomina Alcofribas, como el seudónimo utilizado por Rabelais.


No lejos de Chinon, encontramos el bello castillo de Azay-le-Rideau, y hacia el nordeste, de vuelta a Tours, los castillos de Langeais y Villandry, famoso este último por sus jardines.

Restaurante Casse-Cailloux (Tours)

De regreso a Tours, os apunto una dirección donde cenar muy a gusto, Casse-Cailloux, un pequeño restaurante de ambiente familiar, regentado por Hervé Chardonneau, en cocina, y su pareja Teresa, en sala. Se caracteriza por los productos frescos de temporada del mercado y una carta completísima de vinos de la zona, como a mí me gusta. En nuestro caso elegimos Vouvray Sec 2013 de Vincent Carême, chenin de notas cítricas y larga acidez, y Nuits d'Ivresse 2012 de Catherine et Pierre Bréton, AOC Bourgueil, cabernet franc sans soufre ajouté. Un homenaje que nos dimos con el vino más emblemático del domaine, última botella del restaurante que guardaba Teresa.

 

De Tours hacia el este

Si comentaba algunos de los lugares al oeste de Tours, hacia el este también abundan los sitios interesantes. Nada más salir de Tours nos topamos con dos famosos pueblos con nombre de vino, Vouvray y Montlouis-sur-Loire.

Nuestra idea era visitar algunos de los castillos más famosos de la zona y realizar un picnic en condiciones, así que, panes de la boulangerie Hardouin y una selección de quesos de uno de los mejores afinadores, Rodolphe Le Meunier. Todo ello comprado en Les Halles de Tours, un mercado muy completo que contaba además con dos tiendas de vinos donde por ejemplo podías encontrar todos los champagnes de Egly Ouriet, ¡caramba!

No fue difícil encontrar un lugar donde realizar el picnic, en nuestro caso unas mesas dispuestas para ello cerca del Castillo de Chambord. Para acompañar los excelentes quesos íbamos bien provistos: un pétillant rosado elaborado en Azay-le-Rideau sin sulfitos añadidos, Red is Dead de Le Sot de l'Ange, domaine de Quentin Bourse, y un romorantin de Philippe Tessier, otro de mis nombres preferidos, La Portée Dorée 2011 AOC Cour-Cheverny, la appellation donde únicamente utilizan esta variedad. El primero, comprado en Angers, en À boire et à manger, te abre el apetito; el segundo, comprado en La Cave Insolite, la tienda de François Chidaine en Montlouis-sur-Loire, una visita que no nos faltó, lo que pide es queso de calidad para acompañar. Momentos felices al aire libre.


En cuanto al castillo de Chambord, obra impulsada por el rey Francisco I, es el más grandioso de todos, la vista panorámica desde sus terrazas o su doble escalera de caracol, que se supone diseñada por Leonardo da Vinci, son sus puntos más destacables. La escalinata está construida de manera que las personas que suben y bajan no puedan encontrarse.

Otros castillos, de imagen impactante, son el de Cheverny, utilizado como modelo por Hergé para las aventuras de Tintin, o el de Clos-Luzé, muy cerca del de Amboise y donde Da Vinci pasó sus últimos años, en el parque que le rodea se exponen maquetas de sus proyectos, algunos militares, y enormes telas colgadas entre los árboles representando varias de sus pinturas más famosas y jugando con la luz natural simulando la técnica del sfumato que empleaba en sus pinturas. Leonardo se instaló aquí en 1516 invitado por Francisco I. Otra visita imprescindible es el castillo de Chenonceau, construido sobre el río Cher, no perderse un vistazo a sus cocinas de la época.


Château de Chenonceau


Nos despedimos de Tours de la mejor manera posible, cenando en L'Hédoniste, su propietario Jacky Serre inauguró este restaurante y cava de vinos en el 2007. Sabía, consultando su página web, de su extraordinaria selección de vinos, entre otros, los de Claude Courtois, de los vinos que más aprecio, pero descubrí además que se come muy muy bien, ¡deliciosa la velouté de panais aux Saint-Jacques poêlées et brunoise de Granny Smith! Como en el restaurante anterior, podíamos elegir entre entrée+plat, plat+desert o menu complet.

De beber, Jacky nos dió a probar algunos vinos que tenía por copas, por si nos decidíamos por alguna botella, todos muy interesantes, pero ya os podéis imaginar cuál fue nuestra elección:

Vin de Soif 2013 de Claude Courtois, con unas 19 variedades tintas, es un vino de sed, tal como indica su nombre, fresco y con ciertas notas de pimienta.

Y la estrella de la noche, Racines Blanc 2011 de Claude Courtois, un vino para recordar, floral y muy mineral (silex, piedra de río...), notas lácticas, mantequilla, oleoso... Notamos sauvignon y chardonnay, pero hay unas nueve variedades más.


Terminamos la cena en L'Hédoniste con unas copas gentileza de la casa: Sous le soleil... 2008 del Domaine Ombre et Soleil, localizado en los Pyrénées Orientales. Un Vin Doux Naturel, un VDN de nariz amontillada, aunque por momentos nos recordaba más a Madeira que a Jerez. En todo caso, de tremenda complejidad en aromas y muy bueno, garnacha 100%. Graduación de 16,5 %, únicamente 2 mg de SO2 al embotellar. Christophe Guittet, el vigneron, aconseja en su etiqueta un acorde musical: "Bag's groove" de New Gary Burton Quartet. ¡Fantástico!

Comentábamos que estábamos disfrutando de la cena con unos magníficos vinos, algunos de uno de nuestros vignerons preferidos, precisamente en un restaurante de la zona a pocos kilómetros de Sologne, donde la familia Courtois trabaja sus pocas hectáreas en Les Cailloux du Paradis. No habíamos realizado ninguna visita a ningún vigneron durante nuestro viaje, ante la numerosa oferta de buenos vitivinicultores de la zona no nos habíamos decidido por ninguno, algo que teníamos que subsanar. Siempre he pensado que de elegir un único vigneron al que visitar en todo el Valle del Loira ese tenía que ser Claude Courtois, así que, animados también por nuestro nuevo amigo Jacky, al día siguiente nos dirigimos hacia el viñedo de la familia Courtois. Una de las visitas de las que mejor recuerdo guardaré.

Vicente

Las fotografías nº 1, 2, 5, 8, 9 y 10 fueron realizadas por mi amigo Juan Luis Vanrell, "El Ojo Público".

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