La afición por el vino natural en Japón se desarrolla por todo el país. Kamakura, una pequeña población costera a una hora
en tren al suroeste de Tokio, concentra alrededor
de una decena de bares o restaurantes especializados en vinos naturales.
Esta ciudad cuenta con
importantes playas, con unas pocas calles comerciales de edificios bajos y sobre
todo con numerosos templos y santuarios, como el sintoísta Tsurugaoka Hachimangu.
Fue visitando este último que coincidimos con el final de uno de los eventos
más importantes que se celebran en Kamakura, denominado Yabusame, donde jinetes
se exhiben en el tiro con arco montados a caballo.
Realizar un recorrido en tren por la costa (línea
Enoden) o contemplar la enorme estatua del Buda gigante situado al aire libre
en el Templo Kotoku-in son dos actividades también muy recomendables.
A Kamakura hubiéramos
ido de todas formas en este viaje por Japón, lo tenía marcado en nuestra lista
de visitas, y seguro que hubiera disfrutado en alguno de sus bares de vinos
naturales, pero gracias a nuestra nueva amiga japonesa, Kazumi, tan amante de
los vinos naturales como yo, o más, pudimos conocer los locales más atrayentes
de esta ciudad:
Comimos en este restaurante italiano, en un segundo
piso de un edificio situado en una comercial y pintoresca calle. Regentado por
el Sr. Ryoma Kamei. A la ensalada, plato y postre italiano acompañó un vino
italiano, Garg'n'go de Angiolino Maule, La Biancara, de la región del
Véneto. Vinificado en inox y refermentado en botella con mosto pasificado de la
misma variedad, garganega. Fácil de beber y de rápido placer. Un buen lugar donde adquirirr fuerzas para nuestro recorrido.
2 Chome-8-9 Komachi, Kamakura
Después de acercarnos
hasta la playa, había que hacer tiempo hasta la apertura de este local en su
horario de tarde noche, visitamos este bar. La entrada, muy japonesa, jardín y
caminito de madera hasta la casa. Las botellas de vino vacías en el suelo ya nos
indica que se trata de un restaurante público. Es un sitio encantador. Ya nos
lo había recomendado Nozomi Miura, la simpatiquísima sommelière del Wine Stand
Bouteille en Tokio.
Junto a unos platitos, sólo algo para picar, íbamos
de ronda de bares, elegimos unas copas de entre varios vinos que nos
ofrecieron, en este caso todos de Alsacia. Uno de los que más me gustó fue el
pet nat Restons Nature Dark Nat
del vigneron Julien Albertus, Domaine Kumpf et Meyer.
1 Chome-14-26 Hase,
Kamakura, Kanagawa Prefecture.
Pequeño y acogedor. El propietario, Tsuyoshi Abe
san, además de encargarse de la cocina en su bar de vinos, cultiva y cuida su propio
huerto, por supuesto siempre sin productos químicos. Varios vinos por copas de
mi gusto tomamos aquí. De todas formas, destacaría Château Le Puy Emilien 2008, hacía tiempo que no lo bebía. Para
acompañar, deliciosos platitos preparados por Abe san.
Me permitieron sin ninguna pega abrir una botella
que acababa de comprar en una pequeña tienda de la ciudad: Follow Your Dreams, Testalonga, del sudafricano Craig Hawkins. La compartí con los
asistentes. ¡Cómo me gustan estas cosas! ¡Y estos vinos!
1 Chome-5-14, Komachi,
Kamakura
So San - 天藍 祖餐
Verdaderamente las celebraciones de los japoneses
son bonitas, al igual que disfrutan por ejemplo del florecimiento de los
cerezos en primavera, también sienten admiración por la luna en su momento de
máximo esplendor. La luna llena del mes que visitamos Japón y en concreto en
esa noche en Kamakura brillaba como nunca en el año.
El que voy a contar fue uno de los eventos más
bonitos que viví en el viaje. Siempre guiados por nuestra amiga Kazumi Nagase,
entramos en el restaurante bar de vinos So San, su propietario Hidefumi Ishii
san había propuesto que esa noche todos los visitantes a su local compartieran
su botella de vino con el resto de los asistentes. Así, en la mesa principal, mesa
común, degustamos y compartimos vinos y conversación, bien en portugués con una
pareja de jubilados japoneses que había residido en Brasil, bien en inglés con
un holandés que trabajaba en el país o también charlando medio en italiano o en
español con el amable Fumi, el sommelier y propietario, quien había trabajado
en Sicilia con algunos productores locales. Preciosos momentos gracias al vino,
vino natural.
Las dos botellas que nosotros propusimos fue Tsugane La Montagne 2013, merlot
extraordinario de Eishi Okamoto,
bodega Beau Paysage, de quien
me bebería todos sus vinos, y Nora
Rouge 2014 (fotografía cabecera de este artículo), merlot y pinot noir
del sur de Hokkaido, en el que destacaban sus notas de cereza negra.
Pero como comentaba, probamos otros vinos elegidos
por el resto de asistentes, entre ellos me encantó uno en particular: Acchi Rouge 2013
Domaine Atsushi Suzuki, Hokkaido, variedad zweigelt en un 90% y el resto pinot noir; fragancia, deliciosa fruta,
suave acidez... También comimos, con ganas, o más bien cenamos.
No se me olvidará nunca nuestra visita a So San.
2-9 Onarimachi,
Kamakura
Tenía ganas de probar un vino con una variedad
local. Esto ocurrió en este bar, el más cercano a la estación. Koshu es la
principal variedad blanca japonesa. Elaborado por Caney Wine en la prefectura
de Yamanashi. Viñedo Iwaimura-Kawakubo. Realmente interesante. La pareja
propietaria nos buscó muy amablemente en su bodega de vinos una de sus últimas
botellas disponibles.
1 Chome-8-9,
Ogigayatsu, Kamakura
Fue el último local que visitamos en nuestro recorrido, un ida y vuelta
desde Tokio. La próxima vez haremos noche, Kamakura nos encantó.
Otra visita desde Tokio, también factible por su
cercanía, es Yokohama. En tan sólo 30 minutos de tren llegamos a la segunda
ciudad más habitada del país, de unos 4 millones de habitantes. Entre sus zonas
turísticas destacan el complejo de rascacielos Minato Minari 21 en el distrito
financiero, antigua zona de muelles, siendo su edificio más famoso la Landmark
Tower de 296 metros de altura. También destacan las calles del Chinatown,
comerciales y repletas de restaurantes, con sus coloridas puertas de entrada al
barrio.
De todas formas, me atraía mucho más alejarme de
estas zonas para buscar una dirección que anoté cuando preparé el viaje, Sabatora
Kajitsushu, bar de vinos naturales de Ryuji
Kunii san. No encontraréis la palabra Sabatora escrita en ninguna parte,
sino su nombre en japonés, indescifrable, pero sí veréis un atrayente y pequeño
local de vinos con botellas vacías a los pies de su puerta a modo de
decoración. Si reconocéis en esas botellas algunos de los nombres más buscados
entre los aficionados al vino natural, os daréis cuenta que habéis encontrado
el lugar apropiado.
El local, enano, expone en sus estanterías la mejor selección de
vinos por metro cuadrado que yo hubiera visto hasta el momento.
Disfrutamos con uno de los mejores pétillant que hemos probado en
los últimos tiempos: Pétillant Naturel Noir de Noir de Domaine
Lucci, Lucy Margaux, una de mis bodegas preferidas.
Pinot noir de hermoso color rubí brillante, sus aromas de cerezas y fresas son
evidentes, tanto en nariz como en el paladar. Fresco y limpio, me encantaría
tener unas cuantas cajas en casa.
Compartimos algunas copas con la pareja de la mesa
de al lado, vecinos del barrio, y fuimos agasajados probando el siguiente vino:
Passetoutgrain 2013, 50% pinot
noir y 50% zweigelt, de Takahiko Soga,
uno de
mis productores preferidos del viaje desde que probé uno de sus vinos por
primera vez pocos días atrás en Tokio. Para acompañar, Kunii san nos preparó un
variado de tapas, sencillas y sabrosas.
5
Chome-186-1 Ishikawacho Naka-ku Yokohama
Seguro
que hay más locales interesantes en Yokohama, pero éste, Sabatora Kajitsushu, espero
volver a visitarlo.
Vicente
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