En
París, en la orilla izquierda del Sena destacan multitud de lugares, como el
barrio de Saint-Germain-des-Prés, el Jardín de Luxembourg, la zona del
Panthéon, la Sorbonne... Y por supuesto, sitios donde satisfacer nuestra
afición, en la rive gauche existen varios establecimientos dedicados al vin
nature: la tienda La Cave des Papilles, el Café de la Nouvelle Mairie, La
Crèmerie o el restaurante Simone son algunos. No son los únicos a este lado del
Sena, pero sí los últimos que hemos visitado.
La Cave des Papilles (14ème
arrondissement)
En la peatonal rue Daguerre, desde 2001, se
encuentra esta tienda de vinos consagrada al vino natural. Durante nuestra
estancia en la ciudad coincidimos con uno de los eventos que acostumbran a
organizar, La fête en musique. Se celebró el pasado mes de septiembre, la fête
de la rentrée tras el verano.
Ostras
de Normandía, cous-cous y carrillera de cerdo servido gratuitamente por el
restaurante À Mi-Chemin, pizzas napolitanas, música en vivo, degustación de
vinos... ¡Qué bien se lo montan! ¡Con gusto me quedaba a vivir aquí!
Entre
los vinos ofrecidos, On s'en Bat les Couilles, gamay y
pinot d'aunis del Loira, de Pascal Simonutti, y un estupendo Silvaner
2014 de Jean-Pierre Rietsch.
Ambiente familiar, agradable y festivo.
Agathe Jazz Quartet
Cerca
del Panthéon, en el 5ème arrondissement. Un bistrot en mayúsculas, buena comida
y buen vino. No admiten reservas al mediodía, pero no hay problema si se acude
a comer pronto, me estoy refiriendo a las 12 ó 12:30. Poco después el local
siempre se llena. Por algo será. Cierra sábados y domingos.
Entre los vins au verre, escritos en una pizarra
no muy extensa, optamos sin dudarlo por unas copas de Chemin de la Brune 2014
de L'Anglore,
para comenzar, y después, una botella del Domaine des 2 Ânes, Fontanilles 2013,
rico vino del sur de Francia, de Corbières, del sur pero con suficiente acidez.
Habéis leído bien, un vino de Eric Pfifferling ofrecido por copas, un rosé
mezcla de grenache, cinsault y aramon. ¡Qué más se puede pedir!
Para
comer, para dos, como en prácticamente todo nuestro viaje, ensalada de tomates,
saucisse con guisantes al dente y rôtie de cochon. De postre, moelleux au
chocolat et crème de noisette, no congelado por supuesto, y crumble aux pommes
con dulce de leche. ¡Qué bueno!
Muy casero todo. Comida sencillamente elaborada,
con guarnición de verduras, con ingredientes frescos de temporada, sin mayor
pretensión que alimentar de forma sabrosa y equilibrada. Me gusta mucho este
tipo de sitios, poco habituales, éste en concreto comenzó hace 25 años, uno de
los pioneros como bar de vinos naturales.
La Crèmerie (6ème)
El
anterior propietario, Serge Mathieu, cedió este local a David Lanher (Racines,
Vivant...), manteniendo el que tiene abierto también en el 6ème, La Grand
Crèmerie.
Nos atendió Thomas Legrand, sommelier capaz de conversar
de cualquier tema, siendo la historia una de sus principales pasiones. Comentábamos
la proliferación de chefs japoneses en diversos restaurantes de moda en París practicando
una cocina de estilo francés, Legrand reconocía sus virtudes y bromeaba
diciendo que habían invadido la ciudad pero que solo había un problema, que
eran buenos.
La Crèmerie, antigua
cremería, conserva una bonita fachada y bellos techos en su interior. A medio
camino entre épicerie, cave à vins y à manger, degustamos aquí un plato de
saucisson de Ardèche y otro de canard à l'orange et figues, exquisitos, junto a
una botella de Grolleau 2014 de Catherine et Pierre Bréton, Épaulé
Jété, palabras que definen un característico movimiento de
halterofilia. La emblemática etiqueta dibujada por Michel Tolmer (autor del
libro Mimi, Fifi & Glouglou) cuelga de las paredes de muchos de los bares
de vinos naturales de todo el mundo, en formato poster. Terminamos con un
camembert D.O.P. Normandie y unas copas de Cidrerie du Vulcain Transparente 2013,
sidra efervescente demi-sec de poco más de 4% de graduación. Refrescante y
afrutada. Transparente de Croncels es una de las variedades de manzana que
intervienen en su composición. Droit de bouchon 10€.
Cave Simone y Restaurant Simone (13ème)
(En el 2016 se ha traspasado este negocio, desconozco las características de su nueva etapa también como restaurante)
(En el 2016 se ha traspasado este negocio, desconozco las características de su nueva etapa también como restaurante)
Habíamos paseado por el bonito barrio de La
Buttes aux Cailles, y nos acercamos a propósito a un par de direcciones no
demasiado lejanas, la Cave Simone en la rue Pascal y a la vuelta de la esquina, en el Boulevard
Arago, el restaurante del mismo nombre. Empezamos conociendo la pequeña tienda
de vinos, atendidos por Alain, uno de los socios, quien nos muestra la
estupenda selección de botellas: Deboutbertin, Courtois, Marie et Vincent
Tricot, Beauger... Charlamos un rato, nos invitó a una copa de un vino de Ardèche,
de Gregory Guillaume, y reservamos sin dudarlo mesa para el siguiente día en su
restaurante.
Otra cosa que me gustó
mucho fue elegir entre todas las botellas de la tienda el vino a beber en la
cena reservada, botella que nos guardaron: Vous n'auriez pas une idée de nom pour cette
cuvée là? de Pierre Beauger, vigneron de
Montaigut Le Blanc, en Auvergne. Información en la etiqueta: Lot
11, embotellado en marzo de 2014, SO2 (sulfites) 87mg/l, sucre résiduel
à la mise 14g/l.
Vino
de carácter oxidativo, recuerdos de manzana madura, ligeras notas de frutos
secos, complejo, al principio me recordaba a algún vino del Jura, tal vez una
savagnin o una chardonnay. Rico en boca, sin perder complejidad ni trama ácida,
largo y amplio. Acabando la botella notamos algo de dulzura. Es una experiencia
probar los vinos de Beauger, este pinot gris no tiene nada que ver con el
también pinot gris que bebimos días atrás en Le 6 Paul Bert, es otro rollo. En
aquel, todo etéreo, destacaba su perfume de flores y frutos rojos. Son vinos
distintos, pero tampoco creo que se parezcan dos botellas del mismo vino, eso
es parte de la magia. Tienen una gîte en Auvergne, habrá que visitarlo.
Lo
pasamos bien en este restaurante, inaugurado hace dos años, disfrutamos de los
platos, elaborados a tu lado pues la cocina, abierta, está en un lateral del
restaurante. Sin humos, disponen de un enorme extractor. Vimos trabajar tres
cocineros, un pinche y dos personas en sala, hay pocas mesas.
Y ahora, cambiamos un momento de tema:
Fondation Louis Vuitton (16e)
La colección de museos
que posee París es fascinante. Entre todos, el Musée Rodin sigue siendo mi
preferido, pero por supuesto me gusta visitar los demás y también los más
recientes. La Fondation Louis Vuitton, localizado en la Bois de Bologne, creo
que es el último estrenado. Su nombre no me atrae, sus exposiciones sí, y
también el impresionante edificio de Franck Gehry, así como sus vistas hacia La
Défense. De inauguración reciente, otoño del 2014, visitamos la actual
exposición titulada "Pop & Musique / Son", con obras de
Jean-Michel Basquiat, Andy Warhol, Pilar Albarracín... Abierta hasta el próximo
4 de enero.
Seguiremos
hablando de vinos y de París.
Vicente
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