sábado, 31 de enero de 2015

"MIS VINOS DE 2014" por Juan Luis Vanrell



Un año. Doce meses. Doce vinos. Doce momentos sería lo más justo. Indudablemente en el 2.014 he disfrutado de más de doce buenos momentos, sea con vino o sin vino. Por supuesto, también he bebido más de doce grandes vinos. Sin embargo, a la hora de elegir los doce del año, como siempre, voy a guiarme por la felicidad que procura la suma de un gran vino y un gran momento.

1) Meursault Le Porusot 1er cru 2007. Domaine Roulot

Vinazo. De eso no cabe ninguna duda. Roulot es uno de los grandes de Meursault. Aún puedo recordar su perfume… Fue en la cata por parejas que hicimos en Enópata una noche de diciembre. Una noche con el Núcleo Duro que disfrutó este vino tanto como yo y que por eso mismo entenderán lo que digo.

2) La Divine Côte-Rôtie 2003. Jean Luc Colombo

Elegancia. Creo que esa sería la mejor palabra para describir ese vino. También disfrutado en la misma cata a ciegas de Enópata, en el mes de diciembre.

3) La Maison Romane. Marsannay. Longeroies 2011

Vino natural. ¡Qué agradable sorpresa! ¡Qué vino más agradable! Un carrusel de frutas rojas, perfectamente integradas con delicadeza y elegancia. Lo bebí en La Plaza del Vi, en Gerona, durante el puente de diciembre.
        
4) Emmanuel Brochet. Le Mont Benoit. Extra brut. Añadas 2007 y 2008

Descubrimiento. Cada año pruebas vinos nuevos a los que te haces adicto. Posiblemente, este champagne haya sido ese vino en el 2014. Desde que a principios de año mi amigo Vicente me lo dio a probar, lo he bebido en reiteradas ocasiones y si lo pienso creo que han sido pocas. Este vino me trae a la memoria grandes recuerdos: Barcelona, La Malvarrosa, El Vedat… ¡Qué duda cabe que lo seguiré disfrutando en el 2015!

5) Giuseppe Cortese. Rabajà 1999. Barbaresco. Riserva

Volver al pasado. Este vino me recuerda al viaje que hicimos a Piemonte hace ya algunos años. Me lo bebí con Vicente y Mari Cruz, con quien hicimos ese viaje. Disfruté sus notas de hojarasca, de bosques sombríos, de frutos rojos maduros como si estuviera en Barbaresco.

6) Oloroso Tradición. VORS 30 años

Núcleo Duro. Jerez. Paco. Mario. Esteban… Son tantas las referencias y recuerdos que le podría asignar a este vino… Este Oloroso es Priorat. Es Cal Compte y una tarde de música con mi Núcleo Duro. Es un viaje a Jérez con mi amigo Esteban. Es Mario, mi “partner” de catas a ciegas, que es un crack a la hora de sacar estos vinos. Es el arte del pasado que disfrutamos en el presente.


7) Bota de Cream NO 19. Equipo Navazos

Juan. Rebeca. Utopick. Chocolate y cream. Aquella noche bebimos champagne, amarone y cream. Disfrutamos de la historia del cacao en boca de Paco. Y además de este vino que, desgraciadamente, no tiene la relevancia española que se merece. Néctar de dioses.

8) Guado al Tasso 2007. Bolgheri. Antinori

Gracias Cristiano. Gracias Enópata. Gracias Antinori. Uno de los fines de semana –largos- que más he disfrutado y reído en mucho tiempo. Un viaje a la Toscana con amigos en el que todos disfrutamos de las multiples bodegas de Antinori. Sin lugar a dudas, el vino que más me impactó.

9) Gitton Père et Fils. Galinot. Silex 2007

Como dice mi amigo Juan Ferrer: Gittoneando. De los multiples Gitton que he bebido este año me voy a quedar con este Silex 2007. Una compleja y maravillosa suma de notas florales, minerales, piedra, miel, cera de abeja… ¡¡¡¡Juan no te los bebas todos que nos dejas sin Gitton!!!!

10) Barbeito. Reserva velha 20 años. Madeira

Mario y Mas de Esteban. Madeira es un viaje pendiente. Y sin embargo viajo a ella, mentalmente, cada vez que bebo sus vinos.

11) Château Haut Brion 2006

Vilaviniteca. Este fue uno de los vinos de la pasada edición del concurso de cata a ciegas de la Vilaviniteca. Lo reconozco, no lo sacamos, aunque al menos acertamos la variedad. Elegante. Sutil. Terciopelo, Seda... ¡¡¡Quim pon otro para este año, aunque no sea a ciegas!!!

12) Forjas del Salnés. Goliardo Caiño Finca Genoveva 2011

Vicente. Mari Cruz. Amparo y Beatriz. Galicia. Los vinos gallegos son el futuro de España. No tengo duda. Su calidad –en términos generales- es extraordinaria. Sus variedades múltiples, al igual que sus zonas vinícolas. Sirva este monstruo de Forjas del Salnés como reconocimiento a todo el vino gallego.

Como decía al inicio, en el 2014 he disfrutado de muchos otros vinos y momentos. No puedo olvidarme de los vividos con mi amigo Pepe Ferrer, tanto en Ca Pepico como en Berlín. Ni de las Catas del Mar, con mis amigos Rafa, Paco y Andrés. Ni tampoco de las catas del ecléctico grupo que formamos María, Enric, Javier, Pepe, Arturo, Guillermo, Jordi, Salva y mi Tío Javi. Y en general con quien haya compartido una copa de vino durante el 2014, pues seguro que fue un momento feliz.

Doce momentos. Doce vinos. Doce meses. Otro año.

Juan Luis



Fotografía y texto Juan Luis Vanrell

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