Estuvimos en Vinoble, la feria de las ferias. Este
importante salón internacional dedicado a los vinos generosos, licorosos y
dulces, se celebra cada dos años desde 1998 en el bellísimo Alcázar de Jerez. Tras
el intento fallido de 2012 en el que no pudo realizarse, esta edición de 2014
relanza de nuevo un evento único para todos los amantes de los vinos de Jerez.
Y es que los vinos de Jerez fueron los grandes protagonistas
durante los tres días de catas y degustaciones, destacando también los vinos de
Montilla-Moriles. En ambos casos, la representación de sus bodegas y sus
grandes vinos generosos y dulces fue espectacular.
Varias bodegas contaban con stand propio: Tradición, El
Maestro Sierra, Fernando de Castilla, Lustau, Urium, González Byass, Grupo
Estévez, Barbadillo, Pérez Barquero, Toro Albalá, Gutiérrez Colosía… También
distribuidores como Coalla Gourmet, Negrini, Primeras Marcas y Vinos Perea.
En la primera planta del Palacio de Villavicencio destacaban
varias salas comunicadas donde el CRDO mostraba una impresionante selección de
finos, manzanillas, amontillados, olorosos, palos y dulces del Marco de Jerez,
servidos y presentados por jóvenes enólogos con profundos conocimientos del
vino.
En un marco incomparable como La Mezquita , El Molino o el
patio de San Fernando, distintos espacios dentro del Alcázar, se desarrollaron
numerosas catas y mesas redondas muy solicitadas, dirigidas y comentadas por
masters of wine, enólogos y grandes conocedores del vino (Pedro Ballesteros, Sarah
Jane Evans, Tim Atkin, Juanjo Asenjo, Peter Liem, Jesús Barquín, Víctor de la Serna , Antonio Flores…).
Tres días fantásticos y numerosos vinos y momentos que han
quedado en el recuerdo. Magnífica representación de las malvasías de Canarias
con la Bodega Juan
Matías Torres y sus malvasías aromáticas del sur de La Palma , o esa botella de
nombre Humboldt de Tacoronte-Acentejo (Tenerife); un gustazo probar los
moscateles de Bentomiz, Málaga; excelentes los moscateles roxos de Setúbal; un
placer degustar los vinos de hielo de Inniskillin a base de cabernet franc,
riesling o vidal; una sesión inolvidable con los PX de Toro Albalá, 1983, 1949,
1962, 1946 y Ginés Liébana 1910; qué decir del Amontillado y del Pedro Ximénez
1905 Solera fundacional de Pérez Barquero, vinos para sentarse y meditar; la
sorpresa muy agradable de Urium, bodega que aún no tenía el gusto de conocer;
la sesión de más de 20 finos probados en la sala del CRDO (Fernando de Castilla
en Rama, La Panesa ,
Fino Coquinero de Osborne…), o la de amontillados y olorosos (no se me olvida
ese Amontillado “Fino Imperial” de las bodegas Díez-Mérito), o la cata
magistral de palos cortados dirigida por Beltrán Domecq, presidente del Consejo Regulador. Una feria con multitud de detalles. Disfrutamos también con novedades como el fino en rama de Primitivo Collantes (Chiclana) recién embotellado o la
oportunidad de probar el Fino de Gutiérrez Colosía de 16% elaborado a partir de
una selección de aquellas botas donde el velo ha permanecido a pesar de
alcanzar dicha graduación, un fino extraordinario. Muchos recuerdos y muchas
anotaciones para comprar.
Felicitaciones por su excelente trabajo a la organización,
participantes y expositores de Vinoble 2014, año en el que Jerez ostenta el
merecido título de Ciudad Europea del Vino.
Paralelamente, diversos eventos se celebraban fuera del
Alcázar. Nosotros optamos por disfrutar de las noches flamencas del Tabanco El
Pasaje, uno de nuestros rincones preferidos. Y para acompañar el cante, jamón de Jabugo, butifarra y morcilla de la Sierra gaditana, salchichón
y vinos de El Maestro Sierra. Y continuamos soñando, próxima parada de nuestro
viaje: Sanlúcar.
Gema “La Cantarota” al cante, Ramón Trujillo a la guitarra.
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