lunes, 22 de diciembre de 2014

The French connection: Raveneau, Leflaive, Jobard, Roumier, Rousseau... Restaurante Villa Más



Hace algunos años, cenando en Beaune, la capital vinícola de Borgoña, el simpático Lolo, propietario de Caves Madeleine, nos comentaba que de Barcelona sólo conocía el trayecto que realizaba el autobús para salir del aeropuerto y acudir hasta una localidad de la costa gerundense donde se localizaba el restaurante de su amigo Carlos, quien, muy probablemente, disponía de la mejor carta de borgoñas en España y de gran parte de Francia. Como habréis adivinado, se trataba del restaurante Villa Más.

Con dicha presentación, no es de extrañar que acercarse a Sant Feliu de Guíxols signifique regalarse una sesión de botellas de una de las grandes zonas vinícolas del mundo. Y con esa idea acudimos no hace mucho cuatro jóvenes amiguetes dispuestos a abrir, a que nos abrieran, algunas botellas mientras comíamos en la terraza de este bonito restaurante.


Chablis Premier Cru Montée de Tonnerre 2009
Domaine François Raveneau

Sensación de profundidad, de mineralidad. Al principio algo cerrado, con apuntes amargos nada molestos. Va cambiando al rato y surgen notas mieladas. Tiene nervio, frescura, es vertical y directo, a pesar de ser una añada cálida. Un vino fantástico, con recorrido, de un elaborador casi mítico en Borgoña, terruño 100%.

El domaine fue creado en 1948 por François Raveneau unificando las parcelas de su familia con las propiedades de su esposa, siendo dirigido actualmente por sus hijos Bernard y Jean-Marie. Disponen de casi 8 hectáreas de terreno de caliza kimmeridgian, tanto Grand Cru como Premier Cru. En Montée de Tonnerre poseen 2,51 ha con viñas de 50 años de promedio de edad. Durante la crianza, unos 18 meses, utilizan poco porcentaje de barrica nueva.

Muchos entendidos consideran que un Premier Cru en manos de los hermanos Raveneau es como mínimo tan bueno como la mayoría de los Grand Cru de otros productores.


Puligny-Montrachet 1er Cru Clavoillon 2005

Armonioso. Miel de flores en nariz, una miel fina, como si de una selección de panales se tratara. Es un caramelo. Mantequillas, lácticos. Extraordinaria textura, sedosa. También acidez, y grasa, pero siempre sutil, equilibrado y elegante. Fuegos artificiales comentaba uno de los amigos, terciopelo decía otro...

Poca presentación necesita esta casa para los amantes del vino. Llevado por Anne-Claude desde 1994 dando un enfoque más natural hasta llegar a la práctica de la biodinámica en su totalidad en 1997. El viñedo fue comprado por su abuelo Joseph Leflaive a principios del XX justo después de la filoxera. Actualmente consta de unas 24 hectáreas. Se trata de uno de los grandes domaines del mundo. Sus vinos blancos son muy buscados: Montrachet, Chevalier-Montrachet, Bienvenues-Bâtard-Montrachet, Clavoillon, Les Pucelles, Les Folatières...


Puligny-Montrachet 1er Cru Champgain 1996
Paul Chapelle & ses Filles

Hasta ahora hemos probado dos chardonnays en añadas cálidas, 2009 y 2005, buscamos una fría con esta botella recomendada por el sumiller.

Un vino elaborado en un estilo totalmente clásico. De color vivo. Noto algo de sulfuroso en nariz en un primer instante, también fósforo. Va abriéndose, aunque su nariz es rústica y austera. En boca, con volumen. El anterior vino, por ejemplo, era más delgado. Encontramos aquí mucha mantequilla, muy láctico, notas cítricas si acaso. Bien de acidez, es un 96, 28 años.

No fue mi botella preferida, aunque no se puede negar su capacidad de envejecimiento. Algunos compañeros de mesa la apreciaron mucho más.

La propiedad de la familia en el viñedo Champgain se localiza en una parcela muy bien situada en la parte superior de la pendiente. Utilizan únicamente entre un 10 y un 15% de barrica nueva. El domaine es reciente, creado en 1976 por Paul Chapelle, quien ejercía hasta entonces como enólogo consultor de importantes bodegas de la Côte de Beaune. Ya retirado hace años, hoy en día dirige el domaine su hija Christine.


Chambolle-Musigny 1er Cru Les Combettes 2007

El primer pinot noir de la tarde. En una añada, en principio, sin aristas. Perfume, finura, cestillo completo de pequeñas cerezas, griottes, guindas... Una nariz que enamora. En boca, especiado, potente, con carácter.

Al hablar de los vinos de Roumier, no puedo evitar recordar una noche en el Bar du Square en Beaune: rock en directo, vinos por copas y varios parroquianos, muchos jóvenes, con botellas de borgoña genérico, genérico sí, pero de G. Roumier. Y muy poca cerveza entre los asistentes.

Christophe Roumier (3ª generación) dirige el domaine desde 1981. Les Combettes, 0,27 hectáreas de terreno arcilloso calcáreo, se comercializa desde 2005 bajo la appellation 1er Cru dejando de ser utilizado como ensamblaje para los vinos Chambolle-Musigny. Despalilla completamente, crianza de 14 meses, 25% roble nuevo. Trabaja otras propiedades en Musigny, Bonnes Mares, Corton Charlemagne, Ruchottes-Chambertin, Les Amoureuses... ¡Una maravilla!


Charmes-Chambertin Grand Cru 2006

Segundo tinto, elegimos uno de los más grandes, Armand Rousseau. Charmes-Chambertin en una añada más bien cálida. Notamos ese punto cálido pero también complejidad, estructura y sensualidad. En nariz, fruta madura, especiado y continuamente mejorando. En boca es una bomba, directo, con una acidez maravillosa y tremendamente elegante, taninos sedosos, finura. Un enorme borgoña, muy completo.

Domaine creado a principios del XX, dirigido hoy en día por Éric Rousseau. Compuesto por 15 hectáreas: 8 y pico Grand Cru y casi 4 en 1er Cru. Es el domaine de más nivel de Gevrey y uno de los más importantes de toda la Côte d'Or, y por lo tanto del mundo. Su propiedad en Charmes-Chambertin consta de 1,47 hectáreas. Dispone también de parcelas en Chambertin, Clos de Bèze Chambertin, Clos Saint-Jacques, Clos de la Roche en Morey-Saint-Denis... En la elaboración realiza despalillado en un 90%.

No quisimos terminar todavía, queríamos más, el siguiente vino es sugerido por el eficiente sumiller:


Meursault Charmes 1er Cru 1997
François Jobard

Jobard, el padre. Cálido, opulento, graso... y también sentimos notas balsámicas, eucaliptus, cítricos confitados, mantequilla dulce. Opulencia y cremosidad. Acidez discreta, pero el vino no necesita más. Sin batônnage, al igual que el de Raveneau. Una chardonnay del 97 y sin el más mínimo indicio de oxidación.

Domaine con unas 6 hectáreas en Meursault, uno de los grandes pueblos de la Borgoña a pesar de no contar con ningún Grand Cru. François Jobard le dio la fama al domaine, quien empezó a trabajar en 1957 junto a su padre. En 2002 se le une su hijo Antoine, mencionando ambos nombres en la etiqueta e iniciándose la transición hacia el domaine Antoine Jobard a partir de 2007. La parcela de Charmes consta de 0,26 ha, suelo arcilloso-calizo y 25 años de edad media de las viñas.

Ninguna botella fue decantada, la sesión duró cinco horas y media. De comer pedimos el menú del día, bien. Hasta aquí un día de grandes vinos clásicos.

Vicente


Por cierto, actualmente el restaurante Caves Madeleine ha pasado a ser regentado por su cocinero. Su anterior propietario, Lolo (Laurent Brelin), ha abierto, desde hace aproximadamente un año, un nuevo Bar à Vins y Épicerie Fine denominado "La Dilettante Beaune".


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