jueves, 26 de diciembre de 2013

SYDRE Y POIRÉ, SIDRAS DE MANZANAS Y DE PERAS DE ÉRIC BORDELET



Éric Bordelet, pomologue y poirologue, de anterior profesión sommelier, elabora sidras artesanales a partir de más de treinta tipos de manzanas y una veintena de peras distintas, rescatando antiguas variedades. Algunos de los árboles alcanzan los 300 años de antigüedad. Sus suelos son graníticos y pizarrosos. En sus cultivos realiza prácticas biodinámicas.

Fue en 1992 cuando retomó el negocio familiar situado en Charchigné, en el departamento de Mayenne, en Pays de la Loire, al oeste de Francia. Bajo clima normando y subsuelo bretón, indica Éric Bordelet en su página web. Amigos como Didier Dagueneau le apoyaron en su proyecto. La superficie del domaine consta actualmente de 19 hectáreas de producción.

El fruto es recogido a mano de septiembre a diciembre dependiendo de su madurez. La fruta se deja deshidratar durante varias semanas en un lugar aireado para aumentar su concentración y sabor. El proceso continúa con el ensamblaje de las distintas variedades, triturado, prensado suave, varios trasiegos y lenta fermentación natural. Emplea el método ancestral y levaduras autóctonas. No realiza adición de azúcar ni de carbónico. La crianza se prolonga varios meses en botella. Trata la sidra como de un vino se tratase. La graduación de alcohol alcanza entre 3 y 6%. Las cantidades de azúcar residual son variables. No se sirven escanciadas como es el caso de la sidra natural asturiana.

Utiliza la antigua ortografía francesa para sus botellas: sydre o sidre en lugar de cidre.

Sidre Brut, muy fresca, parece que muerdas el fruto silvestre. Para acompañar quesos por ejemplo y, por supuesto, las galettes saladas de Bretaña y Normandía. Utiliza una treintena de variedades de manzanos de 40 a 100 años. De tonos dorados, abundante burbuja que deja forma a una corona de persistencia media. Aromática, huele a manzana madura, manzana silvestre, es fresca, viva.

Sidre Tendre, ligeramente dulce en comparación con el brut, pero no excesivamente. Mismo proceso que la anterior dejando una pequeña cantidad de azúcar residual. Imaginárosla con una tarta de manzana, una tarta tatin.

Sydre Argelette 2012, la cuvée especial de Bordelet. Buena acidez. Aquí me atreví a acompañarla con un guiso de pollo con manzanas y champiñones, un éxito. También refrescaría una raclette, comprobado. 6% de graduación. Numerosas variedades de manzana utilizadas, (40% dulces, 40% amargas y 20% ácidas): fréquin rouge, locard vert, damelot, sang de boeuf, tête de brebis, kermerien, bourdas, doux moen, peau de vache, etc… Después de triturarlas se dejan macerar en sus pieles para obtener mayor extracción de sabor. Los manzanos, en este caso, son los más antiguos de la propiedad. No se tratan de manzanas de mesa. Presenta dulzor, amargor y acidez equilibrados en boca. Huele a manzana horneada, también en compota. Riquísima, fresca, equilibrada, sin excesos de carbónico.

Poiré Granit 2012: ensamblaje de una veintena de variedades de pequeñas peras. 4% de graduación alcohólica, finas burbujas, con aromas a peras completamente, recuerdos a jugo fermentado, muy afrutada. Nada empalagoso. Retrogusto amargo de hueso o piel de pera. El tanino y la acidez equilibran el dulzor. Muy agradable. Mucho. Granit describe la piedra entre las que alarga sus raíces el peral, algunos de los árboles alcanzan los 300 años de edad. Marida con ciertos pasteles, pero también con otros platos como calabazas asadas, quesos o para disfrutar en cualquier momento.

También elabora una botella denominada Poiré Authentique, algo más dulce, que aún no he probado, una sidra llamada Nouvelle Vague, en formato de cinco litros, y un calvados, digestivo obtenido por destilación.

Como indica en sus etiquetas, sidras elaboradas por un gars de métier, un tipo de oficio. Aunque mis burbujas preferidas siempre serán las que provienen de la uva, pienso que vale la pena probar alguna vez las cuvées de este sidrólogo.

Vicente


Compré las sidras de Éric Bordelet en Cuvée 3000 en Barcelona.

Para profundizar en el mundo de la sidra recomiendo la siguiente dirección: Cider Guerrilla blog de sidra

domingo, 22 de diciembre de 2013

MEURSAULT PERRIÈRES - VINCENT DANCER



El nombre de Perrières es bastante común en la región de Borgoña como muestran los Premiers Crus Nuits-Saint-Georges Les Perrières, Beaune Les Perrières o Saint-Aubin Les Perrières, entre otros, siendo el de mayor prestigio el correspondiente Perrières de Meursault, una joya situada al suroeste del pueblo y calificada 1er Cru pero considerada por muchos expertos a la altura de un Grand Cru. Su nombre está relacionado con su suelo pedregoso y las antiguas canteras de la zona.

Más de 20 viticultores trabajan en Perrières, entre los que destacan Jean-Marc Roulot,  Coche-Dury y el Domaine des Comtes Lafon, entre otros.

Existe un Perrières-Dessous y un Dessus (debajo y encima) diferenciados por el desnivel. Muchos consideran que la parte más baja, donde el suelo de caliza degradada es más profundo, produce los mejores vinos. También existen Aux Perrières y Clos des Perrières.

En 1855 el doctor J. Lavalle clasificó por vez primera los distintos pagos de la Côte d´Or considerando Les Perrières (Dessus y Dessous) como Tête de Cuvée, la máxima categoría. En su opinión, después del auténtico Montrachet, no conocía ningún vino blanco más exquisito que Les Perrières.

Meursault se encuentra en la Côte de Beaune, entre Volnay, al norte, y Puligny-Montrachet al sur. En la plaza central del pueblo destaca la iglesia de Saint-Nicolas y el bello Hôtel de Ville (ayuntamiento) con el techo de tejas vidriadas. La comuna no posee ningún Grand Cru, pero sí varios Premier Cru entre los que destacan Genevrières, Charmes y Perrières. Aquí reina la chardonnay, aunque en la comuna de Meursault se produce también una pequeña cantidad de tinto.

Meursault Perrières 1er Cru 2008 Vincent Dancer

Vincent Dancer, instalado en Chassagne-Montrachet, retomó en 1996 el viñedo familiar. Trabaja aproximadamente un total de cinco hectáreas repartidas en parcelas de Puligny-Montrachet, Meursault, Pommard y Beaune, además de Chassagne-Montrachet. Elabora también algunos vinos tintos. Emplea prácticas biodinámicas en su viñedo.

Es un apasionado por la fotografía, como demuestra en su blog donde exhibe bellas imágenes relacionadas con la viña:

Su Meursault Perrières 1er Cru 2008 se trata de un vino no filtrado que proviene de su propiedad situada en Perrières-Dessous de únicamente 0,29 hectáreas y viñas de 46 y 29 años. Tiene un periodo de crianza de 16 meses y fue embotellado en enero de 2010. Producción de 1800 botellas.

Color dorado con reflejos plateados. Rápidamente notamos su perfume: principalmente cítricos (limón), mantequilla, miel, cera, silex, complejidad. En boca acompaña su acidez perfectamente delineada e integrada, es elegante y fresco. También graso, con suavidad en su textura. Profundidad. Destaca sobre todo su fina expresión mineral, tensión, pedernal, gran pureza. Aúna presencia y sutilidad, untuosidad y frescura.

Disfrutado recientemente junto a un sustancioso arroz meloso en uno de nuestros restaurantes preferidos: Ca' Pepico (Meliana-Valencia). Situado en medio de la huerta valenciana, compagina calidad y cercanía en el producto, una extraordinaria y amplia selección de vinos y excelente servicio.

Nos quedamos con el recuerdo del momento, entre amigos y acompañados con este gran chardonnay. Muy bueno. Nos gustan los vinos de mi tocayo Vincent Dancer.

Vicente

domingo, 15 de diciembre de 2013

VEGA - SICILIA "ÚNICO" COSECHA 1973



No siempre se da la oportunidad de probar botellas de 40 años, y menos si se trata de uno de los grandes vinos a nivel mundial. Sí, tengo la suerte de contar con  excelentes amigos que piensan en uno a la hora de compartir un Vega Sicilia Único 1973.

Superados los primeros minutos de nervios al abrir la botella con sumo cuidado y ver el corcho mojado casi en su totalidad, apreciamos en nariz un vino que presumimos capaz de dar mucha felicidad aún. Lo decantamos con cariño para dejarlo respirar y esperar pacientemente.

De color rojo cereza de capa media baja y ribete atejado. Los primeros recuerdos en nariz asemejan un gran Barolo, curioso. Complejo y profundo, destacan las notas terciarias, notas finas y elegantes de maderas añejas y nobles, de tienda de muebles de época, también brea, la humedad de la tierra mojada, cueros de calidad, notas balsámicas... Se repiten las mismas sensaciones en retronasal. Buena acidez, con taninos presentes, integrados, un vino con vida por delante, pero no en esta botella, aunque mimamos y saboreamos cada sorbo la terminamos pronto. Era irresistible.

Un vino de renombre internacional cuya etiqueta de hace 40 años indica “Vino Fino de Mesa”, elaborado con uvas cabernet sauvignon, malbec, merlot, tinto fino y uva blanca albillo. 90.000 botellas en su añada 73. Tanto “Único” (proveniente de las viñas más viejas de la propiedad y con un mínimo de siete años de crianza en madera y más de tres en botella), como “Valbuena”, de viñas algo más jóvenes, comenzaron a elaborarse por vez primera en 1915. Siendo “Reserva Especial Único” la otra etiqueta de la casa, un vino sin añada mezcla de las mejores cosechas. Todas las botellas son numeradas.

La bodega Vega Sicilia, fundada en 1864 en Valbuena de Duero (Valladolid), ha pertenecido a distintos propietarios a lo largo de los años. En 1982 fue adquirida por el empresario Daniel Álvarez. La finca consta de 250 hectáreas de viñedos, predominando el tinto fino, los suelos son arcilloso-calcáreos principalmente y el clima continental con influencia atlántica.

En 1992 adquirieron unas nuevas bodegas en Peñafiel (Valladolid) naciendo así el tinto Alión (también en la D.O. Ribera del Duero, denominación creada en 1982), en 1993 fundaron en Hungría las bodegas Tokaj-Oremus y en 2001 aparece la primera añada de su vino de la denominación de origen Toro, Pintia. El último proyecto, junto a Benjamin de Rotchschild, accionista de Château Lafite, ha sido lanzar al mercado sus primeros vinos bajo la D.O.C. Rioja, con el nombre Macán, siendo 2009 la primera añada.

Al parecer, según he leído recientemente en la prensa, existen actualmente fuertes discrepancias en la familia Álvarez respecto a la dirección de la empresa. Tema que no parece impedir el desarrollo de la bodega y sus proyectos.

Forman parte de Primum Familiae Vini, organización formada por bodegas familiares de gran prestigio internacional, como Hugel, Joseph Drouhin o Tenuta San Guido, entre otras bodegas.

Sin duda una suerte probar este 1973 de la etiqueta estrella de la bodega, Vega Sicilia Único, un vino mítico, único.

Vicente

Fotografía:
Juan Luis Vanrell